Para el sociólogo José Carlos Rodríguez Alcalá, la corrupción en sí no genera gran convocatoria de las masas, como sí la desigualdad que, en el caso de Paraguay, podría causar rebeliones similares a las que se produjeron en Ecuador y actualmente en Chile.
“En general, lo que produce la crisis social no es tanto el hecho de la corrupción, no tiene tanta convocatoria de masas, eso más bien es en contra de personas en particular. Lo que más produce hechos de rebeldía es la desigualdad, es lo que más molesta”, sostuvo el analista.
Rodríguez Alcalá destacó que el caso de Chile no se creyó que fuera posible porque se trata de una de las economías más ordenadas de la región, con gran crecimiento y un producto interno bruno en aumento, además que las instituciones funcionan bien.
Sin embargo, al mismo tiempo que se da ese crecimiento, se genera gran desigualdad, actualmente de un 46,6 que es un nivel casi igual al del Paraguay, de 48,8.
El sociólogo resaltó que en Ecuador, la causa de los levantamientos fueron los cambios en la política social que afectaron al sector popular.
En el caso de Paraguay, Rodríguez Alcalá comentó que en años anteriores hubo una mejora en lo relacionado con la desigualdad, cuando se registró cierto crecimiento. “Pero ahora que tenemos una época mala, donde hay poca plata, es más difícil repartir la torta porque está más chiquita”, comparó.
Por ese motivo, apuntó, no se puede descartar que hechos violentos se repliquen en Paraguay, debido al gran malestar social, ya que, además, dejó de disminuir la pobreza.
Un tema fuerte, indicó el analista, es la “grave alergia” al impuesto que se tiene en el país, sobre todo entre los más ricos. “No le podés dar más impuestos al pobre que no tiene para darte. El rico no quiere pagar impuesto, el sector que más dinero hace es el de los sojeros y ganaderos y son los que menos quieren pagar y ahí es donde hay que aumentar, pero ellos tienen mucho poder”, cuestionó.
El sociólogo se refirió a las políticas represivas del nuevo ministro del Interior, Euclides Acevedo, y advirtió que si continúa con esa postura, podría provocar reacción ciudadana. “Esperemos que el ministro sea más suave con sus actuaciones porque si no, no va a ayudar nada a apaciguar, puede hartar o puede producir una reacción”, aseveró.
ÚH
