Tras un intenso y largo debate, el Senado se ratificó ayer por 28 votos a favor y 10 en contra, en aumentar el tope del déficit fiscal hasta el 3%.
La Cámara de Diputados había optado en mayoría por aumentar el tope de déficit hasta un 2% (US$ 800 millones).
El Ejecutivo había solicitado que se le autorice la posibilidad de cerrar el ejercicio 2019 con un saldo rojo de hasta 3% (US$ 1.200 millones), como lo establece excepcionalmente la Ley de Responsabilidad Fiscal bajo ciertos requisitos, aunque el ministro de Hacienda, Benigno López, señaló que no pasaría de 2,5% (US$ 1.000 millones).
Durante el debate, hubo fuertes críticas de algunos senadores que estaban a favor del proyecto de la Cámara de Diputados de llevar el tope del déficit al 2% contra la gestión económica del Ejecutivo.
El senador cartista Sergio Godoy dijo que el proyecto estaba dirigido solamente a blanquear una situación dada, porque Hacienda ya sobrepasó el déficit del 1,5% que le habilitaba la ley de presupuesto.
Señaló que este déficit no fue para gastos de inversión, como algunos señalaban, sino que hubo un despilfarro en gastos corrientes.
Por su parte, el liberal Fernando Silva Facetti dijo que el problema del déficit fiscal es que el Estado no se anima a hacer los cambios que se necesitan en la reforma del Estado para recortar los gastos superfluos en varias instituciones donde existe un despilfarro.
En tanto, el liberal Enrique Salyn Buzarquis dijo que rechazar el pedido del Ejecutivo del 3% del tope significará prácticamente “parar el país”, ya que tendrá como consecuencias detener obras e inversiones en curso.
El colorado Juan Carlos Galaverna dijo que, en este momento de crisis económica, el gobierno debía ser el que intervenga con inversión de obras públicas y mencionó como sustento de su postura al economista británico John Maynard Keynes.
El liberal Amado Florentín mencionó el riesgo que corría el país con el aumento continuado de su deuda externa, que se disparó durante la gestión de Horacio Cartes. Sin embargo, pese a decir que se necesitaban cambios de fondo, terminó respaldando el pedido del Poder Ejecutivo.
El proyecto vuelve a la Cámara de Diputados, que precisará de mayoría absoluta (41 votos) para ratificarse. En caso de lograr ese número quedará firme el tope del 2%. Senadores oficialistas expresaron su confianza en que quedará lo aprobado en el Senado.
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