Lo anunció en un comunicado de prensa el 26 de mayo, buscando acogerse a la ley de bancarrota en EE.UU. Las filiales de Argentina, Brasil y Paraguay no están incluidas en esta solicitud.
El comunicado anunció una reorganización para asegurar su sostenibilidad a largo plazo. La compañía se declaró en quiebra en EE.UU. por la caída del negocio causada por la pandemia, buscando el uso del capítulo 11; un mecanismo que permite a una empresa que no puede pagar su deuda reestructurarse sin los acreedores.
El proceso voluntario de reorganización y reestructuración de su deuda bajo la protección del capítulo 11 de EE.UU., incluye a las filiales de Chile, Perú, Colombia, Ecuador y EE.UU.
Este proceso no tendrá efecto inmediato en sus operaciones de pasajeros o de carga. Latam respetará “todos los pasajes actuales y futuros, así como los ‘vouchers’ de viaje, millas y beneficios de viajero frecuente y políticas de flexibilidad”, asegurando que “los empleados del grupo seguirán recibiendo sus salarios y beneficios” y que “las agencias de viajes y otros socios comerciales no se verán afectados ni tendrán disrupciones en su interacción con el grupo”, asegura el comunicado.