Desde noviembre, empresarios que operan en Zona Franca deben pagar aranceles entre 16% y 30% al Brasil, como si fuera de China o de cualquier país de extrazona, porque no se les reconoce su certificado de origen de zona franca en Paraguay, integrante del Mercosur.
El abogado tributarista Artur Ricardo Ratc, que asesora varias industrias instaladas en una zona franca de Ciudad del Este, dijo que los empresarios brasileños tienen la idea de que Paraguay no es un local seguro para inversiones, tras la pérdida de competitividad de las fábricas de zonas francas por la aplicación de un nuevo arancel en Brasil. “Para todos los empresarios de Brasil la idea es que Paraguay no es un lugar para inversiones, no es seguro para crecer blindado con seguridad jurídica”, expresó Ratc, en su oficina ubicada en la Zona Franca Global, en esta ciudad.
Además de la nombrada, la zona franca Trans Trade SA funciona en Ciudad del Este y ambas albergan 35 industrias que emplean a más de 3.000 trabajadores (ver infografía).
Las fábricas que operan bajo el referido régimen fiscal perdieron competitividad en Brasil (principal mercado), luego de que se incorporó a nuestro ordenamiento jurídico una disposición del Mercado Común del Sur (Mercosur), que prohíbe la emisión de certificado de origen a productos elaborados en zonas francas. Con la nueva disposición los industriales de zonas francas deben abonar un impuesto de exportación en Brasil, que va entre 16% y 30%.
A raíz de esta situación las empresas Industria Paraguaya de Papeles SA, Py Industria y Comercio de Compuestos de PVC SA y Oximing Paraguay SA suspendieron sus actividades, mientras que compañías como Inova Tecnomecánica SA, ZM Sudamérica SA y Hecaplast Paraguay operan a medias.
Ratc señaló que es necesario que el Gobierno converse con su par del vecino país para salvar a las industrias en zona franca. “En el gobierno anterior (de Horacio Cartes) teníamos un foco muy grande de traer con la máxima seguridad a las empresas; necesitamos eso en este gobierno”, destacó.
Los representantes de las zonas francas plantearon la problemática ante las autoridades del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), pero hasta ahora no tuvieron una respuesta favorable.
Los industriales de zonas francas tienen la opción de convertirse para operar en el régimen maquila. Sin embargo, bajo dicha modalidad las empresas activan con mayor burocracia y gastos, según Ratc.
El abogado tributarista representante del Colegio de Abogados de Brasil, explicó que en zonas francas se abona 0,5% de impuesto sobre bienes exportados, mientras que en la maquila el 1%. Además, existe mayor flexibilidad para los trámites aduaneros.
El viceministro de Comercio, Pedro Mancuello, quien lideraba las negociaciones con los empresarios, evitó responder reiteradamente sobre los avances que habría en la solución propuesta a los hombres de negocios, que consiste en cambiarse del régimen de zona franca al de maquila. Los representantes de esas compañías habían aceptado la proposición del referido cambio, con la promesa de las autoridades de que agilizarían los procesos y demorarían solamente seis semanas. El acuerdo se hizo el año pasado pero aún no se materializó.
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