A partir del 21 de septiembre estará disponible en formato digital e impreso el cuento “Anita Mandarina”, de Sandra Da Silva, directora y guionista del cortometraje “Con olor a mandarina”, que narra la trágica historia de Felicita, la niña de las mandarinas.
Esta adaptación del guion original, busca enseñar a los pequeños a estar alerta sobre los peligros que existen y que aprendan a cuidar sus cuerpos.
“Anita Mandarina” es un cuento corto de 32 páginas, escrito en español y traducido al guaraní, inglés y portugués, con un lenguaje sencillo y de una lectura fácil. Al mismo tiempo, busca incentivar a través de la lectura, que los niños y niñas encuentren valores y acciones que les lleve a cuidarse por sí mismos.
La autora, Sandra Da Silva, es mamá, educadora y diseñadora gráfica. Cuenta que esto la lleva a reflexionar ante esta cruda y triste realidad por la que atraviesa la sociedad actual, y en su rol de madre, siente un profundo temor ante la inseguridad y fragilidad de nuestro niños y niñas.
También deja claro que su motivación principal para dar vida a este cuento es el importante papel que juegan las mujeres en la sociedad y sobre todo en el cuidado y acompañamiento que necesitan los hijos, más aún cuando son pequeños.
“Como sociedad tenemos la responsabilidad de cuidar a los más vulnerables. Denunciar los casos que conocemos, evidenciarlos a través de materiales que puedan servir de concienciación y nos ayuden a abrir los ojos y el corazón, para así tomar medidas y actuar defendiendo los derechos de los niños”, menciona la autora.
Al comentar sobre el origen de este cuento ilustrado, Da Silva recuerda que en el 2016 surge la idea de realizar materiales sobre temas sociales que hablen de la niñez. Así comienza la investigación y el estudio de casos nacionales sin resolver y se hace eco de la triste historia de Felicita Estigarribia, iniciando el audiovisual “Con Olor a Mandarina” donde la niña Anita, vive una historia que refleja una realidad, donde los niños abusados callan y otros no tienen forma de contar porque la muerte los silenció.
Ahora en el cuento, Da Silva comenta que Anita ya sabe cuidarse y eso quiere trasmitir a otros niños para que se cuiden de los peligros. También el material cuenta con un espacio para que cada niño o niña pueda personalizar su cuento, poner su foto y escribir su biografía. A esto se suman los muñecos de tela que pueden pintar con pinceles o materiales al agua y son lavables.