Más de 172 hectáreas de plantaciones de marihuana ya fueron destruidas en un gran operativo denominado “Caaguazú-Canindeyú 1/2020”, en el que ya fueron descubiertas 400 hectáreas de la “hierba maldita” en la reserva Morombí. El trabajo está siendo ejecutado por agentes de las fuerzas especiales de la Senad y técnicos del Infona.
La intervención se inició el miércoles de la semana pasada y culminará hoy. El objetivo es destruir en esta etapa unas 200 hectáreas de la “hierba maldita” distribuidas en unas 26.000 hectáreas de bosques de la reserva Morombí.
El agente fiscal Osvaldo García, quien tiene a su cargo el operativo, manifestó que todos los cultivos ilegales y campamentos detectados están siendo destruidos en su totalidad.
Añadió que hasta ayer aún no había personas detenidas e imputadas por aquellos delitos, en vista a que el área es muy extensa y al escuchar el helicóptero utilizado, los responsables de las plantaciones huyen rápidamente.
García agregó que además de la destrucción de las plantaciones se logró eliminar 22 campamentos, 150 kilos de marihuana picada y 22 kilos de semillas.
Las plantaciones se encuentran ubicadas en medio de la tupida selva y solo se puede acceder a las mismas por vía aérea. Los intervinientes son llevados en helicóptero hasta el medio de la selva, donde a machetazos cortan los arbustos de marihuana.
Por su parte, el comandante de las fuerzas especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Aldo Pintos, manifestó que el operativo se extenderá hasta hoy, pero que lastimosamente no lograrán todavía destruir la totalidad de los cultivos hallados.
Al respecto explicó que consiguieron identificar más de 400 hectáreas de marihuana pero que vinieron preparados para la eliminación de un estimativo de solo 200 hectáreas. De igual forma, aseguró, que realizarán un sobrevuelo para registrar las plantaciones faltantes para destruirlas en una próxima intervención. Del operativo participan igualmente personales del Instituto Forestal Nacional (Infona).
En esas extensas tierras desde hace años están siendo cometidos distintos delitos, incluyendo ambientales. Tan solo en 2019 se han hecho ahí más de cuatro “mega operativos” donde fueron constatados deforestaciones masivas de árboles nativos, tráfico de rollos y fabricación ilegal de carbón.
El anterior procedimiento fue realizado en el mismo sitio de esta vez, el 19 de febrero de este año, y en menos de dos meses la comitiva, compuesta por uniformados de la Policía Nacional encabezada por el director departamental, Edgar Meza, el fiscal en lo penal, Gustavo Chamorro, la fiscala del medioambiente, Marta Leiva, y personal de las Fuerzas Armadas, pudieron destruir varios hornos cargados de carbón, puentes para el tráfico de madera y precarias viviendas que eran utilizadas por los invasores.
La fiscala Marta Leiva había manifestado que fueron verificados nuevos crímenes ambientales pero que los responsables “desaparecieron del lugar”. Aseguró que hasta el momento existen 12 imputados y un detenido por los delitos cometidos en la reserva.
Tras los referidos procedimientos, la fiscalía había accedido a varios documentos en los que se detallan en forma pormenorizada los cobros que perciben los inescrupulosos capos, de hasta G. 5 millones, para el ingreso a los bosques y deforestar en forma indiscriminada los añejos árboles de la reserva Morombí, así como para el usufructo de caminos internos, entre otros. Los papeles fueron incautados del poder de uno de las cabecillas, Richard Chamorro, se indicó. El predio tiene unas 52.000 hectáreas, de las cuales 26.000 son reservas boscosas, 6.000 son humedales, alrededor de 2.600 hectáreas ya fueron deforestadas y el resto son cultivos varios.
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