El ministro de Hacienda, Benigno López, afirmó ayer que si el pago de beneficios complementarios al salario es un derecho adquirido como dicen los sindicatos públicos, en lugar de manifestarse violentamente deberían recurrir a la justicia.
A su criterio, todo contrato es revisable y en una sociedad decente y desarrollada las discusiones jurídicas se resuelven en los tribunales. “Por qué no quieren llevar la discusión ahí, porqué usan la amenaza, la estrategia del amedrentamiento y el cierre o la no provisión de los servicios públicos, como hicieron ayer en el Banco Central del Paraguay (BCP)”, indico el ministro.
Considera lamentable que se tengan “reacciones primitivas” en una entidad que se supone es el ejemplo. como es el BCP, con relación a la medida de cerrar el paso a los vehículos de caudales que los funcionarios realizaron como protesta.
El ministro hizo declaraciones ayer en Palacio de Gobierno, luego de una reunión que mantuvo con el presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
En cuanto a la posibilidad de que exista un “chantaje electoral”, ya que estamos en un año de elecciones y los sindicalistas podrían amenazar con no votar a los candidatos oficiales si se les retira los beneficios, López afirmó que eso ya no funciona y que más bien la ciudadanía se va a fijar en lo que se viene haciendo con los recursos para dar respuestas a los contribuyentes.
López se mostró partidario del diálogo y no de la confrontación, pero también firme para mantener las restricciones al pago de beneficios adicionales (ayuda vacacional, alimentaria, gratificaciones, entre otros) dispuestas a través del decreto que reglamenta la ley presupuesto.
Agregó que para el pago de estos beneficios se tenía previsto más de US$ 75 millones e insistió en que es el inicio del proceso para mejorar el gasto público que reclama la ciudadanía.
Dejó en claro que no se recortaron salarios y que los funcionarios seguirán cobrando estos beneficios, pero limitados y es esto lo que motiva la protesta de algunos sindicatos, ya que evidentemente venían cobrando más.
López insistió en que el gobierno asumió un compromiso con la mejora del gasto público, ya que el año pasado se llevó a cabo una importante reforma tributaria que va a implicar mayores recursos para el Estado “y lo peor que podría darse es que esos recursos, en lugar de ir a donde tiene que ir, vayan de nuevo a salarios”.
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