Para el Banco Mundial, la brusca caída del crecimiento en América Latina y el Caribe ameritará políticas públicas más amplias para defender a los más vulnerables al igual que evitar una crisis financiera y proteger los puestos del trabajo.
A través de un comunicado de prensa, el organismo internacional instó a incrementar la asistencia social de los gobiernos y su cobertura, de acuerdo a “La economía en los tiempos del Covid-19″, el último informe de la Oficina del Economista en Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Según este documento, nuestro país sufrirá una caída económica del 1,2% en este año a causa de la pandemia que azota al mundo entero.
En ese sentido, el Banco Mundial manifiesta que es probable que los distintos gobiernos deban respaldar a las instituciones del sector financiero y a las fuentes de empleo más importantes. Igualmente, explica que los estados deberán asumir la mayor parte de las pérdidas, ya que la socialización de éstas podrían demandar una participación accionaria en las instituciones financieras y en los empleadores estratégicos, a través de su recapitalización, lo cual es una acción clave para la preservación de empleos y una futura recuperación.
Informalidad dificulta los apoyos estatales
El informe señala también que, además del Covid-19, la región enfrenta como enemigo en común a un espacio fiscal acotado y un nivel de informalidad muy alto, lo que hace que sea más complicado llegar a todos los hogares y proteger las fuentes de empleo.
“Muchos hogares viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos y cuarentenas necesarios para contener la propagación de la epidemia. Muchos también dependen de remesas en rápido descenso”, explica el informe.
Panorama para los próximos años
Según el Banco Mundial, el 2021 y 2022 son años más alentadores para la economía. Para el Paraguay, los cálculos estiman crecimientos de 5,6% y 3,9%, siendo las más dinámicas de la región, junto con Perú, Chile y Uruguay.
Igualmente, la suba del PIB local, en el mismo espacio de tiempo, es superior al promedio que se estiman para América Latina y el Caribe, que rondan por el 2,6% en ambos años.
“Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el enorme desafío de proteger vidas y al mismo tiempo limitar los impactos económicos. Esto requerirá políticas dirigidas y coherentes en una escala raras veces vista anteriormente”, dijo Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe.