La escalada militar entre Israel e Irán desata una ola de volatilidad extrema en los mercados globales con fugas masivas hacia activos refugio

El crudo alcanza máximos anuales con alzas superiores al 13%

Los mercados energéticos experimentaron su mayor convulsión desde marzo de 2022 tras los ataques aéreos israelíes contra instalaciones nucleares y estratégicas iraníes durante la madrugada del viernes. El petróleo West Texas Intermediate (WTI), referencia estadounidense, se disparó hasta un 15% en las operaciones nocturnas de Chicago, llegando a alcanzar los 77,5 dólares por barril, su cotización más elevada en casi un año.

El crudo Brent del Mar del Norte, que domina el mercado europeo, experimentó alzas aún más pronunciadas, superando el 13% hasta los 78,5 dólares por barril durante las primeras horas de la sesión. Aunque posteriormente las ganancias se moderaron a un 4,5% para ambas referencias, situándose en 71,1 dólares el WTI y 72,44 dólares el Brent, el petróleo encamina su mayor crecimiento semanal desde 2022 con un incremento superior al 9%.

Este repunte borra completamente las pérdidas acumuladas durante el año, motivadas por la desaceleración del crecimiento global y la decisión de la OPEP+ de reactivar capacidad inactiva más rápidamente de lo previsto. La subida superior al 30% que acumula el petróleo desde sus mínimos del mes pasado amenaza con trasladarse directamente a los surtidores y presionar al alza la inflación, justo cuando los aranceles comerciales comienzan a ejercer mayor presión sobre los precios.

El Estrecho de Ormuz en el centro de las preocupaciones

Los analistas centran su atención en el Estrecho de Ormuz, arteria crítica por la que fluyen aproximadamente 14 millones de barriles diarios de petróleo, equivalente al 20% del suministro mundial de crudo. Irán, tercer país con mayores reservas petrolíferas globales y capacidad para producir 4 millones de barriles diarios, mantiene la capacidad de intervenir o boicotear este punto estratégico de tránsito marítimo.

El banco japonés MUFG advierte en su informe que «los operadores estarán muy atentos a la evolución del conflicto para determinar si provoca un verdadero trastorno en las cadenas mundiales de suministro, especialmente en la del crudo». La estructura de futuros del petróleo ha experimentado cambios significativos, con la desaparición del patrón característico de contango que indicaba abundancia a largo plazo, siendo reemplazado por una estructura de backwardation que señala escasez inmediata.

El oro recupera su condición de refugio seguro con máximos históricos

Paralelamente al desplome bursátil, el oro consolidó su posición como activo refugio por excelencia, superando los 3.450 dólares por onza con ganancias superiores al 1,3%. El metal precioso alcanzó su segundo nivel más alto del año, aproximándose a los 3.500 dólares que tocó fugazmente el 22 de abril.

Los futuros del oro estadounidense avanzaron un 1,4% hasta los 3.449,60 dólares, mientras que el oro al contado registraba su nivel más elevado desde el 7 de mayo. En términos semanales, el metal amarillo acumula ganancias superiores al 3,5%, consolidando su atractivo ante la incertidumbre geopolítica.

Tim Waterer, analista jefe de KCM Trade, explicó que «este último repunte de las hostilidades en Oriente Medio ha desviado por ahora la atención de las negociaciones comerciales, por lo que los inversores se han decantado por activos refugio». El analista añadió que «el oro superó la resistencia en torno a los 3.400 dólares al conocerse los ataques aéreos, y podría seguir subiendo si continúa la escalada».

Desplome generalizado en las bolsas mundiales

Las bolsas mundiales experimentaron caídas generalizadas, reflejando la aversión al riesgo de los inversores. En Europa, el Ibex 35 español cedió 1,75% poco después de la apertura, mientras que el Euro Stoxx 50 retrocedió 1,4%. Las pérdidas se extendieron a otros mercados europeos, con el DAX alemán cayendo 1,4%, el CAC francés perdiendo 1,1% y el FTSE 100 británico retrocediendo 0,4%.

Los mercados asiáticos también reflejaron la tensión geopolítica, aunque con caídas más moderadas. El Nikkei japonés perdió 0,92%, el Hang Seng de Hong Kong retrocedió 0,6% y los índices chinos cayeron aproximadamente 0,8%. Los futuros de Wall Street anticipaban una sesión bajista, con el S&P 500 retrocediendo alrededor del 1,3%.

Las divisas reflejan la búsqueda de seguridad

En el mercado de divisas, el dólar estadounidense mostró una revalorización moderada del 0,3% frente al euro, cotizando en 1,154 dólares por euro, después de tocar el jueves su nivel más bajo desde 2021. Sin embargo, analistas señalan que el dólar ha perdido parte de su tradicional condición de moneda refugio, especialmente desde el inicio de las tensiones comerciales globales.

Las cotizaciones del yen japonés se fortalecieron hasta 143,76 yenes por dólar, mientras que la libra esterlina se debilitó a 1,3564 dólares. El euro también experimentó presión bajista, cotizando a 85,08 peniques por libra.

Contexto nuclear intensifica las tensiones

Según el Organismo Internacional de Energía Atómica, Irán posee actualmente más de 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60% de U-235, una cantidad que no tiene otro propósito que servir como precursor para material necesario en armas nucleares sofisticadas. El jueves, previo a los ataques, Irán anunció la intensificación de su programa de enriquecimiento con centrifugadoras más avanzadas en una nueva instalación ubicada en «un lugar seguro».

Los ataques israelíes se produjeron a apenas dos días de la sexta ronda de conversaciones programada entre Irán y Estados Unidos sobre el programa nuclear de Teherán en Omán, añadiendo una dimensión diplomática crítica al conflicto.

Perspectivas y riesgos para los mercados globales

La escalada entre Israel e Irán plantea riesgos significativos para la estabilidad económica global. Más allá del impacto inmediato en los precios energéticos, los analistas advierten sobre posibles interrupciones en las cadenas de suministro globales y presiones inflacionarias adicionales en un momento de especial sensibilidad para las políticas monetarias mundiales.

Estados Unidos ha comenzado la evacuación de personal diplomático no esencial de su embajada en Irak y ha recomendado a sus ciudadanos no viajar a la región, señalando la gravedad de la situación. Las bases estadounidenses desplegadas en Oriente Medio se consideran objetivos potenciales de represalia por parte del régimen iraní.

La volatilidad extrema registrada en los mercados refleja no solo las preocupaciones inmediatas sobre el suministro energético, sino también los temores a una escalada militar prolongada que podría desestabilizar una región que controla una proporción crítica de los recursos energéticos mundiales. Los inversores mantienen una vigilancia estrecha sobre cualquier desarrollo que pueda indicar una intensificación o, por el contrario, una desescalada del conflicto.