La final de la Copa Sudamericana convirtió a Paraguay en el epicentro del fútbol sudamericano. Más de 40.000 hinchas, en su mayoría argentinos, cruzaron la frontera para vivir de cerca la pasión albiceleste en Asunción.
Entre el 19 y el 23 de noviembre, un verdadero éxodo futbolístico se dirigió hacia Paraguay, con el objetivo de presenciar la emocionante definición entre Racing Club y Cruzeiro. Los números son elocuentes: más de 33.000 argentinos, cerca de 6.700 brasileños y un millar de aficionados de otras nacionalidades inundaron las calles de la capital paraguaya.
Los principales puntos de ingreso fueron Puerto Falcón, el Aeropuerto Silvio Pettirossi y los puentes internacionales. La euforia se sintió en cada rincón del país, desde las grandes ciudades hasta los pequeños pueblos fronterizos.
Sin embargo, no todo fue color de rosa. Las autoridades migratorias reportaron la inadmisión de 34 personas, en su mayoría por restricciones relacionadas con eventos deportivos en sus países de origen.
La victoria de Racing Club no solo significó un título internacional, sino que también consolidó a Paraguay como un destino atractivo para los amantes del fútbol. La organización del evento fue destacada por las autoridades, quienes destacaron la colaboración entre los diferentes organismos involucrados.
Esta final de la Copa Sudamericana quedará marcada en la historia del fútbol paraguayo, como un hito que unió a miles de personas en torno a una pasión común.