Las tensiones diplomáticas entre Washington y Bogotá alcanzaron nuevos niveles este domingo cuando el presidente Donald Trump confirmó la imposición de aranceles adicionales a Colombia, en un contexto de acusaciones mutuas sobre la lucha contra el narcotráfico y el manejo de las relaciones comerciales entre ambas naciones. El anuncio, confirmado desde el avión presidencial Air Force One, marca una intensificación en la guerra comercial emprendida por la administración republicana contra sus socios internacionales.
Confirmación presidencial desde Air Force One
Durante un encuentro con la prensa a bordo del Air Force One, Trump ratificó las declaraciones previas del senador republicano Lindsey Graham respecto a la imposición de nuevos gravámenes comerciales. «Leí la declaración del senador Graham y es correcta. Sí. Estuve con él hoy. Estuvimos trabajando hoy, y leí su declaración y es correcta. Sí. Les avisaré mañana», expresó el mandatario estadounidense, confirmando que el anuncio formal se realizaría el lunes 20 de octubre.
La confirmación presidencial no incluyó detalles específicos sobre la magnitud de los nuevos aranceles, aunque se suma a las medidas comerciales que Estados Unidos ya aplica sobre Colombia desde abril, cuando Trump impuso un arancel del 10 % a las exportaciones colombianas como parte de su ofensiva comercial contra sus principales socios comerciales, anunciada en el denominado «Día de la liberación».
Senador Graham advierte sobre castigo económico al narcotráfico
El senador republicano Lindsey Graham, figura influyente en la administración Trump, adelantó públicamente a través de la red social X los detalles de las sanciones comerciales que se avecinaban. En su mensaje, Graham reveló haber sostenido una conversación directa con el presidente sobre el compromiso estadounidense de perseguir a países que apoyan el narcotráfico.
«El presidente Trump es más duro que cualquier otro presidente en nuestra historia, y me informó que va a atacar a Colombia, no solo a sus narcotraficantes, también donde más le duele: el bolsillo. Anunciará importantes aranceles contra Colombia, hoy o mañana», escribió Graham en la plataforma digital. El senador enfatizó que quienes continúen involucrados en el narcoterrorismo contra Estados Unidos enfrentarán consecuencias económicas severas.
Acusaciones de Trump contra el presidente Petro
La decisión de imponer nuevos aranceles forma parte de una escalada más amplia de tensiones. Trump acusó directamente al presidente colombiano Gustavo Petro de ser «un líder del narcotráfico que fomenta enérgicamente la producción masiva de drogas», declaración efectuada a través de la plataforma Truth Social. Estas acusaciones precedieron el anuncio de la suspensión de la ayuda financiera estadounidense a Colombia.
Las tensiones entre ambos mandatarios se intensificaron en el contexto de las críticas que Petro ha dirigido hacia Trump desde agosto pasado, cuando este último ordenó un despliegue militar estadounidense en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
Respuesta de Petro a las acusaciones presidenciales
El presidente colombiano rechazó categóricamente las acusaciones del mandatario estadounidense. Petro argumentó que Trump «está engañado de sus logias y asesores» y se proclamó a sí mismo como «el principal enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia en el siglo XXI, el que le descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia emitió un comunicado oficial rechazando las declaraciones de Trump, calificándolas como ofensivas y una amenaza directa a la soberanía nacional. El ministerio subrayó que Petro «ha liderado y combatido de manera incansable el narcotráfico» y anunció que Colombia buscaría apoyo internacional en defensa de la dignidad presidencial y la autonomía del país.
Antecedentes de conflicto comercial y migratorio
Este no es el primer enfrentamiento comercial entre Trump y Petro. En enero pasado, Trump amenazó con imponer aranceles del 25 % a Colombia por la negativa inicial del presidente colombiano a recibir dos vuelos de migrantes deportados por Estados Unidos. Sin embargo, Petro cedió a la presión estadounidense y finalmente permitió la entrada de los deportados.
Desde abril de este año, Colombia enfrenta un arancel base del 10 % sobre la mayoría de sus exportaciones a Estados Unidos, una medida que afecta significativamente al país andino, equiparándolo a otros países latinoamericanos bajo la misma estructura arancelaria establecida por Trump.
Drástica reducción de ayuda financiera estadounidense
La imposición de aranceles se complementa con la suspensión de la ayuda financiera estadounidense a Colombia, una decisión particularmente significativa considerando la magnitud histórica de estos recursos. La administración Trump ordenó el cierre de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que ha sido una fuente crucial de financiamiento para Colombia.
Según datos de Robert Greenway, director del centro Allison para la Seguridad Nacional, la ayuda estadounidense ha experimentado una caída dramática en los últimos años. Estados Unidos proporcionó aproximadamente 743,1 millones de dólares a Colombia durante el año fiscal 2023, cantidad que se redujo a 505,7 millones de dólares en el año fiscal 2024 y a 210,1 millones de dólares para el año fiscal 2025, representando una disminución del 71,7 % en tan solo dos años.
De acuerdo con informes recientes, más de 358 millones de dólares provenían específicamente de USAID, por lo que se esperaba que en 2025 se presentara una reducción significativa adicional en los aportes entregados por Estados Unidos a Colombia tras la orden presidencial de desmantelar dicha agencia.
Implicaciones para la economía y política exterior colombiana
La convergencia de medidas comerciales restrictivas y la suspensión de ayuda financiera genera un escenario económico desafiante para Colombia. Los aranceles adicionales impactarán directamente en los sectores exportadores colombianos, mientras que la drástica reducción de asistencia financiera limitará los recursos disponibles para programas de desarrollo y cooperación bilateral.
El conflicto diplomático refleja también los cambios en la política exterior estadounidense bajo la administración Trump, caracterizada por un enfoque más confrontacional hacia los socios latinoamericanos y una priorización de objetivos unilaterales sobre la cooperación multilateral tradicional. Para Colombia, esto representa un punto de inflexión que obligará al gobierno a reconsiderar sus estrategias de relación con Washington y explorar alternativas de cooperación internacional.