Se inició ayer el seminario internacional Nuevas Estrategias para Erradicar la Pobreza Rural en América Latina y el Caribe, organizado por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), la Unidad Técnica Gabinete Social (UTGS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Representantes de diversas instituciones, nacionales e internacionales, brindaron sus pareceres sobre el flagelo de la pobreza extrema rural, la cual creció de 18,6% (en 2014) a 20,4% (en 2017).
Carolina Trivelli, de la Alianza para la Eliminación de la Pobreza Rural, explicó que los países tienen que darle mucho cuidado al suelo (sostenibilidad) e ir incorporando las innovaciones tecnológicas para los procesos productivos. Mencionó que la tierra tiene especial relevancia para las actividades económicas, como la minería, fuentes energéticas renovables y no renovables, además de la agricultura.
Añadió que el 90% del territorio de la región es rural. Precisó que entre el 19% y el 40% de la población es rural en esta parte del continente. También destacó su importancia para el mundo, pues América Latina y el Caribe producen alimentos para cubrir las necesidades energéticas de 821 millones de personas, siendo que en esta zona del planeta viven 600 millones.
“Sin lo rural, nuestras economías estarían totalmente paralizadas. La incidencia de la pobreza es mucho mayor en el sector rural que en las zonas urbanas y, por lo tanto, su atención es una obligación”, expresó.
Édgar Olmedo, ministro asesor de Reducción de Pobreza, comentó que el aumento de pobreza extrema en Paraguay no es muy considerable, pero sí llama la atención que, de los 33.233 en la línea de extrema pobreza, el 15% corresponde a la zona urbana y el 85% es del sector rural.
Jorge Meza, representante de la FAO en Paraguay, comentó que el 98% de los incendios forestales son por causas antrópicas, es decir, son ocasionados por el hombre; por lo que en este momento no se puede prever que ocurra un siniestro. “Es posible detectar focos de incendio satelitalmente, pero hasta llegar al lugar del incendio ya se podría haber expandido. Lo importante es la prevención, la educación ambiental y el diálogo”, remarcó. Añadió que no es conveniente quemar los suelos y bosques para liberar áreas de cultivo, pues el suelo ve alteradas sus condiciones físico-químicas y así pierde la fertilidad.
ÚH