La segunda economía mundial registró un crecimiento de exportaciones globales del 4,8% en mayo, por debajo de las expectativas, en un contexto de crecientes tensiones bilaterales con Washington y signos internos de deflación que reflejan la fragilidad de su recuperación económica.

Exportaciones globales pierden impulso tras adelanto de pedidos

Las exportaciones chinas alcanzaron los 316.100 millones de dólares en mayo, representando un incremento interanual del 4,8% que se ubicó por debajo del 6% anticipado por los analistas y significativamente menor al 8,1% registrado en abril. Esta desaceleración refleja el fin del efecto anticipatorio que llevó a muchas empresas a adelantar pedidos en meses anteriores para evitar la imposición de nuevos aranceles.

El superávit comercial chino se situó en 103.200 millones de dólares, mientras que las importaciones experimentaron una contracción del 3,4% interanual hasta los 212.880 millones de dólares, profundizando la presión sobre la demanda interna del gigante asiático.

En el acumulado de los primeros cinco meses de 2025, las exportaciones chinas totalizaron 1,48 billones de dólares, un 6% superior al mismo período de 2024, mientras que las importaciones disminuyeron un 4,9% hasta 1,01 billones de dólares.

Colapso del comercio bilateral con Estados Unidos intensifica la guerra comercial

El deterioro más pronunciado se registró en el intercambio comercial con Estados Unidos, donde las exportaciones chinas se desplomaron un 34,5% interanual hasta 28.819 millones de dólares, agravando la caída del 21% observada en abril. Paralelamente, las importaciones desde territorio estadounidense retrocedieron un 18% hasta 10.808 millones de dólares.

El valor total del comercio bilateral entre ambas potencias alcanzó apenas 39.627 millones de dólares en mayo, registrando una contracción del 30,7% respecto al mismo mes de 2024. Esta cifra evidencia el impacto devastador de las tensiones comerciales que trascienden los aranceles e incluyen disputas por semiconductores avanzados, minerales estratégicos y restricciones académicas a estudiantes chinos.

Diversificación geográfica ofrece respiro ante el conflicto con Washington

Pese al colapso del comercio con Estados Unidos, China logró mantener dinamismo en otros mercados clave. Las exportaciones al sudeste asiático experimentaron un robusto crecimiento del 14,8% interanual, mientras que los envíos a la Unión Europea avanzaron un 12%, alcanzando 49.502 millones de dólares.

«La aceleración de las exportaciones a otras economías ha ayudado a que las exportaciones de China se mantengan relativamente boyantes frente a la guerra comercial», explicó Lynn Song, economista jefe para Gran China en ING. Esta diversificación geográfica se ha convertido en una estrategia fundamental para compensar las pérdidas en el mercado estadounidense.

Deflación persistente revela debilidad de la demanda interna

Más allá de los desafíos externos, la economía china enfrenta presiones deflacionarias que evidencian la fragilidad de su recuperación interna. El índice de precios al consumidor registró una caída del 0,1% en mayo, marcando el cuarto mes consecutivo de descensos que los economistas atribuyen parcialmente a la reducción en los precios de alimentos.

La situación se torna más preocupante a nivel industrial, donde el índice de precios al productor se contrajo un 3,3% interanual, su peor desempeño en casi dos años y una profundización respecto a la caída del 2,7% de abril. Esta dinámica sugiere que los fabricantes chinos enfrentan márgenes reducidos y limitada capacidad para trasladar costos a los consumidores.

Nueva ronda de negociaciones busca prolongar frágil tregua comercial

En este contexto, delegaciones de China y Estados Unidos se reunieron en Londres para intentar extender la tregua comercial acordada en Suiza el mes anterior. La comitiva estadounidense estuvo encabezada por el secretario del Tesoro Scott Bessent, el secretario de Comercio Howard Lutnick y el representante comercial Jamieson Greer, mientras que China fue representada por el viceprimer ministro He Lifeng.

El acuerdo previo estableció una reducción temporal de aranceles de 90 días: de 145% a 30% para importaciones chinas a Estados Unidos, y de 125% a 10% para productos estadounidenses en China. Sin embargo, Washington ha acusado a Beijing de incumplir parte de lo pactado, generando incertidumbre sobre la sostenibilidad de la tregua.

«El encuentro debería ir muy bien», escribió el presidente Donald Trump en Truth Social, mientras que la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que buscan que China «cumpla su parte del acuerdo» alcanzado en Ginebra.

Tierras raras emergen como punto crítico en las negociaciones

Uno de los temas más sensibles en las conversaciones involucra el comercio de tierras raras, minerales esenciales para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos y productos de alta tecnología. China exportó 5.865 toneladas de estos materiales en mayo, un incremento respecto a abril pero inferior al volumen del mismo mes de 2024.

El control chino sobre estos recursos estratégicos representa una ventaja geopolítica significativa en las negociaciones, especialmente considerando la dependencia estadounidense de estos minerales para sectores clave de su economía.

Perspectivas económicas apuntan a mayor desaceleración

Los analistas anticipan una profundización de la desaceleración del crecimiento exportador chino en los próximos meses. «Dado que es probable que los aranceles sigan siendo elevados y que los fabricantes chinos se enfrentan a limitaciones más amplias en su capacidad para mantener rápidas ganancias en la cuota de mercado mundial, creemos que el crecimiento de las exportaciones se ralentizará aún más a finales de año», advirtió Zichun Huang de Capital Economics.

La combinación de presiones deflacionarias internas, deterioro del comercio bilateral con Estados Unidos y la incertidumbre sobre la sostenibilidad de la tregua arancelaria configura un escenario desafiante para la segunda economía mundial, que deberá navegar entre la diversificación de mercados y la resolución de sus tensiones estructurales con Washington.