La multinacional tecnológica cerrará todas sus tiendas físicas de manera permanente lo que le costará aproximadamente 450 millones de dólares en pérdidas.
El gigante tecnológico hizo un giro estratégico en sus operaciones minoristas y cerrará todas sus tiendas Microsoft Store. Sin embargo, seguirá prestando servicios a sus clientes desde las instalaciones corporativas de manera remota.
«Nuestras ventas han crecido a través de internet y nuestra cartera de productos ha evolucionado a ofertas, en su mayoría digitales», apuntó el vicepresidente corporativo de la empresa, David Porter.
La compañía que tiene 83 tiendas físicas, la mayoría en EE.UU., evitó hablar de despidos y señaló en su web que los trabajadores de venta al por menor “seguirán sirviendo a los clientes” desde las oficinas.
“Agradecemos a nuestros clientes de Microsoft Store y esperamos continuar sirviéndolos telemáticamente y con nuestro equipo de ventas minoristas desde las oficinas corporativas de Microsoft”, añadió Porter.
El cierre de dichas tiendas a nivel global no se debe a la pandemia de COVID-19, pero parece que estos meses han servido a Microsoft para confirmar que podían vivir sin las tiendas físicas: “la evolución de nuestra plantilla ha garantizado que podíamos servir a clientes de cualquier magnitud cuando nos necesitaban, trabajando remotamente durante los últimos meses”, señaló el vicepresidente corporativo.