Cuando se reduce la disparidad entre hombres y mujeres, la economía crece más, coincidieron expertas en un foro. Solo en el área laboral, persiste una brecha salarial de 25% a favor de los hombres. El acceso laboral también es mayor para los hombres, según datos oficiales.
La inclusión de las mujeres en la fuerza laboral beneficia a toda la sociedad y no solo en el ámbito económico sino en diferentes áreas, sostuvo Adriana Insaurralde, de la Fundación Capital, en el inicio del Foro “Mujeres, Economía y Desarrollo Sostenible”, que se llevó a cabo ayer en el Paseo Galería.
Pero, para ir avanzando hacia una mayor equidad entre hombres y mujeres, todavía el país se enfrenta a grandes desafíos, indicó la profesional. Actualmente el acceso laboral favorece a los varones, además los cargos directivos son ocupados en un 60,5% por hombres y solo 39,5% por las mujeres. En lo que respecta a los salarios, también persiste una diferencia de alrededor de 25% a favor de ellos, que en promedio ganan como G. 669.000 más que ellas para un mismo cargo, según cifras oficiales de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC).
Esta diferencia se viene arrastrando de épocas pasadas y hace falta una reforma para equiparar los salarios en función a la responsabilidad sin discriminar, dijo a su vez la abogada Helena Estrada, directora del centro de Desarrollo Económico de la Mujer, del Ministerio de Producción y Trabajo de la Argentina.
La experta también reconoció que el acceso de las mujeres a la función pública, y más todavía a altas direcciones, es una tarea pendiente en América Latina, por lo que instó a la aplicación de políticas que incentiven la incorporación de más mujeres. Estrada aseguró que la reducción de estas desigualdades en cuanto a género traerán como beneficio un mayor imperativo moral, impacto social y económico, habría un mayor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y reducción de la pobreza.
Por su parte, la economista mexicana Alicia Girón expuso que estas políticas de equidad también deben estar acompañadas de una mayor inclusión financiera de las mujeres. Datos oficiales muestran que el nivel de bancarización de las mujeres apenas llega al 30%, lo que evidencia una gran ausencia de las mismas en el uso de servicios financieros, acceso a créditos para desarrollo de micro emprendimientos, indicó Girón. La experta agregó que en este camino hacia la mayor inclusión financiera, el uso de herramientas digitales y mayormente la plataforma móvil serán fundamentales para llegar especialmente a las zonas rurales, donde se dificulta más el acceso, por la carencia de servicios básicos.
Teresa Velilla, directora del Pacto Global Paraguay, resaltó por su parte que la violencia contra las mujeres tiene además de las secuelas en las afectadas, un costo equivalente al 2,39% del Producto Interno Bruto (PIB), unos US$ 734 millones, precisó la empresaria con base a una investigación de la consultora alemana GiZ. Este estudio permite medir el impacto socioeconómico que deja en las familias y empresas este tipo de actos, que son frecuentes en nuestro medio, lamentó Velilla.
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