Itaipú Binacional conmemora hoy un aniversario más de la firma del Acta de Yguazú, documento suscripto entre Paraguay y Brasil en 1966, que fue el punto de partida para la construcción de la hidroeléctrica, que siete año más tarde se consolidaría con la firma del Tratado de Itaipú, en 1973.
54 años atrás se reunieron en Puerto Presidente Stroessner (hoy Ciudad del Este) y en Foz de Yguazú, el Dr. Raúl Sapena Pastor, ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay; y el embajador Juracy Magalhaes, ministro de Relaciones Exteriores del Brasil. El encuentro tenía como fin fortalecer las relaciones bilaterales, considerando las divergencias limítrofes que existían en la época.
Según el boletín emitido por Itaipú, el acta ayudó a subsanar las discrepancias y plasmó el deseo de “reafirmar la tradicional amistad entre los dos pueblos hermanos”. Además, el instrumento dejó constancia de que los cancilleres “expresaron el vivo deseo de superar, dentro de un mismo espíritu de buena voluntad y de concordia, cualesquiera dificultades o problemas, encontrándoles soluciones compatibles con los intereses de ambas naciones”.
En efecto, en el Acta de Yguazú se “proclamó la disposición de sus respectivos Gobiernos de proceder, de común acuerdo, al estudio y evaluación de las posibilidades económicas, en particular de los recursos hidráulicos, pertenecientes en condominio a los dos países, del Salto del Guairá o Salto Grande de las Siete Caídas”.
Con la firma de aquel histórico acuerdo se dio inicio al estudio para la construcción de la mayor productora de energía hidroeléctrica del mundo, que en nuestros días acostumbra a romper récords de producción. Precisamente, este año la Central superó los 2.700 millones de megavatios hora (MWh) producidos desde que la primera turbina empezó a funcionar en 1984.
Edificada por paraguayos y brasileños, la Central Hidroeléctrica de ITAIPU se convirtió en una de las siete maravillas de la ingeniería moderna del planeta. Actualmente, la usina abastece a casi el 90% del consumo de Paraguay y suministra casi el 15% de toda la energía que demanda Brasil.