A menos de un mes del inicio de la siembra correspondiente a la campaña 2019/2020 de soja, el sector está preocupado por las constantes variaciones de los precios internacionales.
Fue lo señalado por la asesora de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco). “Los precios están fluctuando mucho, dependientes de las condiciones climáticas y sobre todo con la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Hay variaciones a la alta y a la baja”, indicó.
Estos constantes cambios no permiten determinar una tendencia y, mucho menos, proyectarse a futuro, señaló. “Se perfila que esto seguirá así”, añadió.
Según recogió El Observador de Uruguay, el precio de la soja en la Bolsa de Chicago estaba por encima de los USD 320 por tonelada a finales de julio. Al inicio de agosto, cayó por debajo de los USD 310 por tonelada, manteniéndose en la última semana en ese rango.
Sonia Tomassone, asesora, dijo que el productor sigue esperando el mejor momento para fijar sus precios con miras a la campaña a punto de empezar, explicó.
Recordó que Paraguay es un tomador de precios, por lo que no le queda de otra que observar estos cambios y esperar que al momento de negociar con los compradores, el precio esté por encima de los USD 300 por tonelada, que, según los referentes en el rubro, es el umbral de precio para que el productor pueda cubrir sus costos.
“Lo que podemos esperar ahora es que las condiciones climáticas ayuden”, dijo la asesora de la Capeco, refiriéndose a la influencia del clima en el nivel de producción que se podría alcanzar en la próxima campaña.
Con respecto a la zafra 2018/2019, dijo que casi ya no hay remanente exportable. Es decir, ya casi no queda soja de la última campaña, que fue la peor en años. No solamente los precios fueron bajos, sino que la producción fue mucho menor que las campañas anteriores. A raíz de esto, varios productores tuvieron que recurrir a la refinanciación.
ÚH