El crecimiento del trigo es muy variable en los departamentos más productivos del país, de acuerdo con el análisis de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Por un lado, el clima fresco y la falta de lluvias benefician al cultivo en Alto Paraná, pero se necesita de humedad para realizar las desecaciones previas a la siembra de soja que iniciará en la primera semana de setiembre.
Por otro lado, hubo heladas el pasado miércoles y jueves en el Departamento de Itapúa. Estas heladas afectaron en un 5% las parcelas en las zonas bajas, reportaron los propios productores.
“El trigo tardío se beneficia bastante de este clima seco y frío. De igual forma, necesitamos de humedad para prepararnos para la siembra de soja, que inicia ya en unos pocos días”, manifestó Aurio Frighetto, productor y representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), filial Alto Paraná.
Recordemos que Itapúa tuvo su tercera helada del año la semana pasada que, a pesar de ser leve, afectó a los cultivos de zonas bajas en Colonias Unidas.
“La primera helada que se tuvo en julio fue la más fuerte, porque arrasó con los plantíos que estaban en floración. La segunda dejó escarchas y la tercera fue leve pero afectó las parcelas que se ubican en zonas bajas”, indicó Orlando Gallas, representante de la CAP, filial Itapúa.
Gallas comentó además que los agricultores están en alerta, ya que se prevé un estrés hídrico para la segunda semana de diciembre, cuando el cultivo de soja está en pleno desarrollo. “Si esto ocurre y llega la sequía, va a ser bastante perjudicial para la soja”, expresó.
La siembra de soja se inicia durante la primera semana de setiembre tradicionalmente. Los productores ya están listos para hacerlo, y prevén cubrir la misma área de siembra que la anterior campaña, a pesar de que la zafra 2018/2019 tuvo una muy baja producción.
Se espera entonces cubrir 3.500.000 hectáreas de soja partir de setiembre, según la programación. Los productores son conscientes que el clima es el factor más importante para la soja.
ÚH