En la Asociación de Industriales Confeccionistas del Paraguay (AICP) celebraron los últimos decomisos de grandes cargas de prendas ilegales. No obstante, advierten que la práctica ilegal continúa permeando pese a los controles, y perjudica a la industria local.
Es lo que señaló ayer la gerente general del citado gremio, Adriana Chaparro, al ser consultada cómo tomaron las últimas incautaciones hechas por parte del organismo gubernamental UIC anticontrabando. El pasado martes, en Puerto Seguro de Villeta, tres camiones de gran porte fueron incautados por transportar ilegalmente un volumen importante de prendas, pero que en el manifiesto estaban declaradas como juguetes.
Chaparro dijo que el ingreso ilegal de prendas siempre hubo y continúa, pero con los productos que cayeron últimamente a través de acciones de control de la UIC, ven un panorama más positivo.
Respecto al origen de la carga que viene de Montevideo y no del puerto chileno de Iquique, indicó que los dos siempre fueron los puntos de carga para luego venir e ingresar al país. “Llegan e ingresan por aquí. Posiblemente se hace una triangulación porque las cantidades son muy superiores a lo que requiere nuestro mercado y la población”, puntualizó.
Añadió que la UIC es la que está investigando el último caso de Villeta y lo importante es que cayeron cargamentos de gran volumen, se están tomando medidas y “estamos esperanzados de que se siga combatiendo”.
Remarcó que el ingreso ilegal o subvalorado de prendas afecta muy negativamente a la mano de obra paraguaya, especialmente, a los pequeños talleres que, en muchos casos, se ven obligados a cerrar porque resulta imposible competir con los productos ilegales.
Mencionó que en las noticias vio que uno de los camiones decomisados en Villeta declaró una carga por valor de 18.000 dólares, suma ínfima respecto a lo que se encontró en la verificación.
“Es así que se encuentran inconsistencias de que no se pagan los impuestos. Así es imposible competir”, sentenció finalmente.
ÚH