El mercado petrolero inició la semana con un repunte significativo ante la confluencia de tres factores que amenazan el suministro global: la decisión de la OPEP+ de mantener restricciones a la producción, el escalamiento de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, y los ataques a infraestructura energética rusa en el Mar Negro.
OPEP+ ratifica restricciones de 3,24 millones de barriles diarios hasta marzo de 2026
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados confirmó el domingo mantener sin modificaciones su política de recortes voluntarios durante el primer trimestre de 2026, conservando una reducción aproximada de 3,24 millones de barriles diarios respecto a su capacidad productiva.
Los ocho países responsables de los ajustes voluntarios anunciados en abril y noviembre de 2023 —Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán— reiteraron que los 1,65 millones de barriles diarios retenidos del mercado podrían reincorporarse de forma gradual, sujeto a la evolución de las condiciones del mercado.
La postura restrictiva responde a proyecciones de demanda irregular y al riesgo de exceso de oferta en 2026. El grupo acordó implementar un mecanismo de evaluación de las capacidades máximas de producción de cada miembro entre enero y septiembre de 2026, cuyos resultados servirán de base para establecer las cuotas de referencia a partir de 2027, un proceso que podría generar desacuerdos entre los miembros al intentar asegurar niveles de referencia más favorables.
La próxima reunión del cartel está programada para el 4 de enero de 2026, cuando se revisarán nuevamente las condiciones del mercado y se evaluarán posibles ajustes a la estrategia productiva.
Amenazas de Trump sobre Venezuela ponen en riesgo 800.000 barriles diarios destinados a China
El presidente estadounidense Donald Trump intensificó la presión sobre Venezuela al anunciar el cierre completo del espacio aéreo sobre el país sudamericano y sus alrededores, una medida interpretada por analistas como preparación ante posibles operaciones militares.
Venezuela exporta aproximadamente 800.000 barriles diarios, cuyo principal destino es China. Cualquier escalada adicional en el conflicto bilateral pondría en riesgo directo este suministro, con repercusiones significativas para el mercado global.
El gobierno venezolano, a través de su vicepresidenta Delcy Rodríguez, denunció formalmente que Estados Unidos «pretende apoderarse de las reservas de petróleo de Venezuela, las más grandes del planeta, por medio del uso de la fuerza», calificando esta pretensión como contraria a la convivencia pacífica entre naciones y señalando que pone en peligro tanto la producción petrolera venezolana como el mercado mundial.
Caracas detalló que Washington ha desplegado más de 14 buques y 15.000 efectivos militares en la región del Caribe, realizando más de 20 bombardeos contra supuestas embarcaciones vinculadas al narcotráfico, con un saldo de 80 personas fallecidas según cifras del gobierno venezolano.
Trump ha justificado esta presencia militar como parte de una campaña contra el narcotráfico, anticipando que «muy pronto» comenzarán operaciones para «detener por tierra» a numerosos narcotraficantes venezolanos. El anuncio del cierre del espacio aéreo, publicado en su plataforma Truth Social, advierte a aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas que «el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad».
Ataque con drones suspende 1,48 millones de barriles diarios del Consorcio del Oleoducto del Caspio
Los precios del crudo recibieron un impulso adicional tras ataques ocurridos durante el fin de semana contra instalaciones energéticas rusas que interrumpieron operaciones críticas de exportación.
El Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC, por sus siglas en inglés), una de las rutas principales para el crudo kazajo y ruso hacia el Mar Negro, informó la suspensión de las cargas de petróleo después de que un dron naval provocara daños significativos en un punto de amarre del terminal de Novorossiysk.
Los envíos desde el terminal CPC han promediado aproximadamente 1,48 millones de barriles diarios en lo que va del año, representando un incremento de alrededor de 200.000 barriles diarios respecto al año anterior, gracias a la ampliación del campo Tengiz en Kazajistán. La suspensión de estas operaciones retira temporalmente del mercado un volumen considerable de suministro, añadiendo presión alcista sobre los precios.
Mercados responden con alzas superiores al 2% en ambas referencias
La combinación de estos tres factores generó una reacción inmediata en los mercados energéticos. A las 20:52 ET (01:52 GMT) del lunes, los futuros del Brent con vencimiento en febrero avanzaban 1,2% hasta los 63,13 dólares por barril, mientras que los futuros del West Texas Intermediate (WTI) ganaban 1,2% ubicándose en 59,27 dólares por barril.
Durante la jornada completa, el barril de Brent alcanzó los 63,81 dólares, registrando un alza cercana al 1,9%, mientras que el WTI subió hasta 59,98 dólares, con un encarecimiento aproximado del 2%.
Los operadores incorporaron a sus valoraciones un entorno de mayor percepción de riesgo derivado de la postura restrictiva de la OPEP+, las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, y los ataques a infraestructura energética rusa. La estacionalidad del mercado petrolero durante el primer trimestre, que tradicionalmente presenta menor demanda, contrasta con estos factores de riesgo geopolítico, generando un escenario de volatilidad e incertidumbre.
El mercado permanecerá atento a la evolución de la situación en Venezuela, a posibles novedades sobre la restauración de las operaciones del terminal CPC, y a la reunión de la OPEP+ del 4 de enero de 2026, factores que determinarán la trayectoria de los precios del crudo en los próximos meses.




