Los inventarios de petróleo crudo en Estados Unidos experimentaron una caída significativamente mayor a la esperada durante la semana que finalizó el 15 de agosto, según datos publicados por la Agencia de Información sobre Energía (EIA). Las reservas disminuyeron en 6,01 millones de barriles, alcanzando un total de 420,7 millones de barriles, una reducción que superó ampliamente las expectativas de los analistas, quienes proyectaban una baja de tan solo 1,8 millones de barriles según un sondeo de Reuters.
Esta pronunciada reducción en los inventarios estadounidenses refleja una sólida demanda interna de combustibles, con las refinerías operando al 96,6% de su capacidad, un nivel que evidencia la robustez del consumo energético en el país. La tasa de uso de las refinerías avanzó 0,2 puntos porcentuales durante la semana analizada, mientras que se observó un repunte significativo en las exportaciones después de varias semanas con niveles por debajo de la tendencia histórica.
Dinámicas diferenciadas en productos refinados y centros de almacenamiento
El comportamiento de los diferentes productos petroleros mostró tendencias mixtas durante la semana de referencia. Los inventarios de gasolina registraron una disminución de 2,7 millones de barriles, superando las expectativas analíticas de una reducción de 0,9 millones de barriles. Esta caída sugiere un consumo robusto de gasolina en el mercado estadounidense.
En contraste, los inventarios de destilados, categoría que incluye diésel y combustible de calefacción, experimentaron un aumento de 2,3 millones de barriles, cifra que también excedió las proyecciones de los analistas de un alza de 0,9 millones de barriles. Esta acumulación podría indicar una demanda más moderada en el sector industrial y de transporte pesado.
Los inventarios en el centro estratégico de Cushing, Oklahoma, principal hub de almacenamiento y recepción de petróleo crudo en Estados Unidos, registraron un incremento de 0,4 millones de barriles. Paralelamente, las importaciones netas de crudo durante la semana pasada cayeron 1,2 millones de barriles por día, lo que contribuyó a la reducción general de las reservas nacionales.
Impacto inmediato en los precios internacionales del petróleo
La publicación de estos datos tuvo un efecto inmediato y positivo en los precios internacionales del petróleo. El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en octubre experimentó un alza de 1,60%, alcanzando los US$66,84, recuperando completamente las pérdidas registradas en la sesión anterior. Su contraparte estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI) para entrega en septiembre, ganó 1,38% hasta situarse en US$63,21.
John Kilduff, analista de Again Capital, atribuyó este repunte a la influencia directa del informe semanal de la EIA, destacando la fuerte demanda interna estadounidense como factor determinante. El experto enfatizó que la alta utilización de la capacidad refinadora y la recuperación de las exportaciones constituyen señales positivas para la estabilidad del mercado petrolero.
China capitaliza la reducción de compras indias de crudo ruso
En una reconfiguración significativa de los flujos comerciales energéticos globales, las refinerías chinas han intensificado sus adquisiciones de petróleo crudo ruso, aprovechando la reducción drástica en las compras por parte de India tras la implementación de aranceles punitivos por parte de la administración Trump.
Según datos de Kpler, empresa especializada en el seguimiento de commodities y datos de transporte marítimo, las refinerías chinas han asegurado al menos 15 cargamentos de crudo ruso para entregas programadas en octubre y noviembre. Cada uno de estos envíos comprende entre 700.000 y un millón de barriles, los cuales se cargarán desde los puertos árticos y del Mar Negro de Rusia.
Muyu Xu, analista senior de petróleo crudo de Kpler, caracterizó estas compras como una decisión «oportunista», destacando que el precio del petróleo ruso mantiene un descuento de al menos US$3 por barril en comparación con las alternativas procedentes de Medio Oriente. Esta ventaja competitiva se ha vuelto aún más atractiva para las refinerías chinas dado el contexto de presión geopolítica sobre otros compradores tradicionales.
Aranceles estadounidenses reconfiguran el comercio energético
La estrategia de la administración Trump de utilizar aranceles como herramienta de presión geopolítica ha generado efectos inmediatos en los patrones de comercio energético global. El presidente estadounidense anunció un arancel adicional del 25% a las importaciones de productos indios a partir del 27 de agosto, específicamente como castigo por las compras de petróleo ruso.
Este arancel se suma a otro impuesto del 25% sobre las importaciones indias de crudo y gas ruso, elevando el arancel total sobre productos indios que ingresan a Estados Unidos hasta el 50%. La medida busca presionar a Nueva Delhi para que reduzca sus compras de energía rusa, las cuales representan actualmente el 35% de las importaciones totales de petróleo de India, en marcado contraste con el insignificante 0,2% previo al conflicto en Ucrania.
Posición rusa ante las presiones occidentales
Pese a las crecientes presiones estadounidenses, funcionarios de la embajada rusa en Nueva Delhi mantienen una postura optimista sobre la continuidad de las relaciones energéticas con India. Roman Babushkin, encargado de negocios de la embajada rusa, declaró que «pese a la situación política, podemos predecir que se mantendrá el mismo nivel de importación de petróleo por parte de India», sugiriendo que ambos países encontrarán mecanismos para superar los aranceles en función de sus «intereses nacionales».
El subcomisario de Comercio ruso, Evgeny Griva, enfatizó que comprar petróleo a Rusia resulta «muy rentable» para India, ofreciendo descuentos promedio del 5%-7% a los compradores indios. Moscú ha desarrollado lo que describe como un «mecanismo muy, muy especial» para continuar el suministro a India, aunque los detalles específicos de este sistema no fueron revelados.
Iniciativas diplomáticas trilaterales y proyecciones futuras
En paralelo a las negociaciones comerciales, Rusia busca reactivar conversaciones trilaterales con India y China para establecer una «mayor asociación euroasiática». Esta iniciativa representa un esfuerzo estratégico por parte de Moscú para consolidar alianzas energéticas alternativas frente a las sanciones occidentales.
Los datos de la ONU revelan la magnitud de estas relaciones comerciales: India importó combustible ruso por valor de US$53.000 millones en el último año, mientras que China alcanzó US$62.600 millones. Rusia aporta actualmente el 13,5% de las importaciones de crudo chinas, según datos de Vortexa.
Limitaciones estructurales en la redistribución de flujos energéticos
Pese a las oportunidades que presenta la situación actual, expertos señalan limitaciones estructurales en la capacidad de China para absorber completamente el volumen de petróleo ruso que tradicionalmente adquiere India. Xu de Kpler indica que India compra aproximadamente 1,7 millones de barriles diarios de Rusia, mientras que China adquiere solo 1,2 millones de barriles diarios de crudo ruso transportado por vía marítima.
«Si India sigue postergando las compras, eso será un verdadero problema para Rusia: China simplemente no puede absorber todo el volumen de India por sí sola», advirtió el analista. Esta limitación estructural sugiere que, a largo plazo, Rusia necesitará diversificar aún más sus mercados de exportación o encontrar mecanismos para mantener a India como cliente principal.
Probables escenarios geopolíticos y tensiones en Ucrania
El contexto geopolítico continúa ejerciendo influencia significativa sobre los mercados energéticos globales. El presidente Trump mostró disposición a proporcionar apoyo militar aéreo como garantía de seguridad para Kiev en caso de un acuerdo de paz con Rusia, mientras simultáneamente amenaza con «consecuencias muy graves» si Moscú no acepta poner fin al conflicto.
Una eventual distensión del conflicto ucraniano, iniciado en 2022 con la invasión rusa, podría resultar en una flexibilización de las sanciones al sector petrolero ruso, lo que alteraría nuevamente las dinámicas comerciales actuales. Sin embargo, la incertidumbre geopolítica continúa siendo un factor determinante en la volatilidad de los precios energéticos y en las estrategias de aprovisionamiento de las principales economías consumidoras.