El mercado laboral argentino experimentó un deterioro significativo durante los primeros tres meses de 2025, con una tasa de desocupación que ascendió al 7,9%, marcando el nivel más elevado desde el tercer trimestre de 2021. Los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) revelan un escenario complejo que contrasta con la reactivación económica del 6,1% registrada en el mismo período.
Incremento sustancial de la desocupación supera expectativas del mercado
La tasa de desempleo mostró un incremento considerable de 1,5 puntos porcentuales respecto al cuarto trimestre de 2024, cuando se ubicaba en 6,4%. En términos interanuales, el indicador también registró un alza de 0,2 puntos porcentuales comparado con el 7,7% del primer trimestre del año anterior.
Las cifras superaron ampliamente las expectativas de los analistas, quienes según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central proyectaban una desocupación del 7% para los primeros tres meses del año. Esta desviación de las previsiones obliga a recalcular las estimaciones económicas para el resto del ejercicio.
Aproximadamente 315.000 personas perdieron su empleo en el trimestre
El deterioro del mercado laboral se tradujo en la pérdida de aproximadamente 315.000 puestos de trabajo durante el primer trimestre. De una Población Económicamente Activa de 21 millones de habitantes, un total de 1.136.000 personas se encontraban desempleadas al 31 de marzo de 2025, cifra que representa 199.000 desocupados más que en el trimestre anterior.
La tasa de actividad descendió al 48,2%, reflejando que menos personas salieron a buscar empleo de manera activa, mientras que la tasa de empleo se situó en 44,4%. Estos indicadores evidencian un retroceso en la participación laboral de la población.
La informalidad laboral alcanza el 36,3% y profundiza la precariedad
Uno de los aspectos más preocupantes del panorama laboral es el incremento de la informalidad, que alcanzó el 36,3% del total de trabajadores, registrando un deterioro de 0,6 puntos porcentuales respecto al año anterior. Esta situación se suma a los 2,1 millones de personas subocupadas que trabajan menos de 35 horas semanales pese a tener disponibilidad y deseos de trabajar más tiempo.
La subocupación, no obstante, mostró una reducción al 10%, cayendo 1,3 puntos porcentuales comparado con el último período de 2024. Sin embargo, al considerar el conjunto de personas desempleadas, subocupadas y trabajadores informales, más de 11 millones de argentinos se encuentran en condiciones laborales precarias o directamente sin empleo.
Disparidades regionales marcan contrastes extremos en el mapa del empleo
El análisis por ciudades revela marcadas disparidades regionales en el comportamiento del mercado laboral. El Gran Buenos Aires presenta la situación más crítica con una tasa de desempleo del 9,7%, seguido por Santa Rosa (9,5%), Córdoba (9,2%) y Resistencia (8,9%).
En contraste, algunas localidades exhiben condiciones de casi pleno empleo: Viedma registra apenas 0,8% de desocupación, Santiago del Estero 1% y Comodoro Rivadavia 1,3%. Estas diferencias reflejan la heterogeneidad de la reactivación económica a nivel territorial.
Reactivación económica concentrada en sectores de baja demanda laboral
La paradoja entre crecimiento económico y aumento del desempleo se explica por la concentración de la reactivación en sectores que no demandan intensivamente mano de obra. Mientras la economía creció más del 6% en el primer trimestre, sectores clave como la industria y la construcción registraron fuertes caídas en marzo, con pérdidas significativas de puestos de trabajo.
La apertura comercial y la caída de la producción y el consumo han dejado marcas profundas en los sectores industriales y de comercio, explicando en gran medida estos resultados laborales adversos. Esta dinámica sectorial diferenciada plantea desafíos adicionales para la política económica.
Desafío político para la administración libertaria de Milei
Los datos del INDEC representan un golpe significativo para el gobierno de Javier Milei, que hasta el momento había sustentado su discurso en base a los buenos resultados macroeconómicos. La administración libertaria apostaba a que el ordenamiento de las principales variables económicas sería suficiente para sostener la producción y el empleo.
La tasa de desocupación del 7,9% constituye el nivel más alto desde el tercer trimestre de 2021, cuando alcanzó el 8,2%, y contrasta con la tendencia descendente observada durante 2024. En el contexto histórico, cabe recordar que Argentina registró un máximo de desempleo del 24,1% en el segundo trimestre de 2002, tras el estallido de una de las peores crisis económicas que ha vivido el país.
Futuro y retos para el mercado laboral argentino
La medición, que abarca los 31 conglomerados urbanos más importantes del país donde viven 29,8 millones de personas sobre un total de 47 millones de habitantes, también reveló que 2,3 millones de personas con trabajo buscaban otro empleo, representando el 16,1% de los ocupados.
Los analistas deberán revisar sus proyecciones para el resto del año, considerando que inicialmente estimaban una reducción del desempleo a la zona del 6,5% para el último trimestre de 2025, pese a calcular un crecimiento económico superior al 5%. La realidad del primer trimestre evidencia que la relación entre crecimiento económico y generación de empleo presenta complejidades adicionales en el actual contexto de transformación estructural que atraviesa la economía argentina.