La inteligencia artificial (IA) está en camino de revolucionar la industria de la programación, con predicciones que señalan que en apenas tres años podría reemplazar por completo a los programadores en la escritura de código. Esta transformación no solo redefiniría el rol de los desarrolladores de software, sino que también podría alterar significativamente la estructura del mercado laboral y la economía global.

La predicción del cofundador de Instagram: los programadores serán supervisores de la IA

Mike Krieger, cofundador de Instagram y actual directivo de Anthropic, ha asegurado que la IA generativa tomará el control de la programación en los próximos tres años. Según sus declaraciones, los ingenieros de software dejarán de escribir la mayor parte del código y pasarán a supervisarlo, enfocándose en garantizar su calidad, seguridad y fiabilidad.

Este cambio ya está ocurriendo en gigantes tecnológicos como Google, donde la inteligencia artificial ya es responsable de generar más del 25% del código nuevo. La misma Anthropic está desarrollando herramientas para que la IA se convierta en la principal creadora de código, dejando a los humanos en un papel más estratégico.

Krieger sostiene que el futuro de la programación se basará en diseñar sistemas, delegar tareas a la IA y validar sus resultados. Sin embargo, reconoce que definir la visión del producto y alinear a los equipos seguirá siendo una tarea humana.

Un futuro incierto para los programadores: ¿reconversión o desempleo?

El avance de la IA en la programación plantea una incógnita sobre el destino de los millones de profesionales que hoy desempeñan esta función. Si bien algunos expertos creen que el rol del programador evolucionará hacia tareas de supervisión y estrategia, otros advierten que el mercado laboral podría verse severamente afectado, con despidos masivos y una reconfiguración de los salarios en la industria tecnológica.

El economista Caleb Maresca, de la Universidad de Nueva York, ha analizado en profundidad el impacto de la IA en el mercado laboral. En su estudio Acumulación estratégica de riqueza bajo las expectativas de una IA transformadora, concluye que la automatización provocará una concentración aún mayor de la riqueza, beneficiando principalmente a las grandes corporaciones y perjudicando a los trabajadores.

Según Maresca, la IA no solo reducirá la necesidad de empleo humano en la programación, sino que también podría deprimir los salarios, ya que las empresas buscarán maximizar sus ganancias reduciendo costos laborales.

Zuckerberg y el futuro de la IA: un mundo dominado por agentes artificiales

Mark Zuckerberg, CEO de Meta, comparte una visión en la que los agentes de inteligencia artificial estarán presentes en todos los ámbitos de la vida digital. Según su predicción, en el futuro habrá “cientos de millones o incluso miles de millones” de agentes de IA interactuando con los usuarios en plataformas como Instagram y WhatsApp.

Para Zuckerberg, estos agentes serán entrenados con la información y valores de sus creadores, lo que les permitirá personalizar la experiencia digital de cada usuario. Este planteamiento refuerza la idea de que la IA no solo afectará a los programadores, sino que podría transformar radicalmente la interacción entre humanos y tecnología.

Un desafío económico y social

La posibilidad de que la IA reemplace a los programadores en un plazo tan corto genera preocupaciones sobre el futuro del empleo y la distribución de la riqueza. Si bien algunos optimistas ven en esta tecnología una oportunidad para aumentar la eficiencia y liberar a los trabajadores de tareas repetitivas, otros advierten sobre un escenario de mayor desigualdad económica y desempleo masivo.

La pregunta clave es: ¿las empresas y gobiernos implementarán medidas para mitigar el impacto de la IA en el mercado laboral, o permitirán que el poder y la riqueza se concentren aún más en unas pocas manos? El futuro del trabajo, tal como lo conocemos, está en juego.