Las condiciones climáticas hasta el momento se prestan para que los niveles de rendimiento de la soja sean mucho mejores en comparación a la campaña anterior y por ende se espera un mayor volumen de cosecha, según el reporte de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Las lluvias que se han registrado durante las últimas dos semanas han creado buenas condiciones para el campo, lo que permite que la soja esté creciendo y haciendo llenado de granos, indicó Aurio Frighetto, miembro de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP).
Reportó que en al Alto Paraná la cosecha inició con rendimientos de 2.000 kilos por hectárea; sin embargo, se espera el comienzo del grueso de la cosecha a partir de la primera semana de febrero con mejores rendimientos. Hay buenas expectativas y esperanzas de una buena zafra, destacó.
Por su parte Alejandro Colmán, productor de la soja de San Pedro, resaltó que en algunas partes hubo buena caída de lluvia, mientras que en otras hubo pérdidas que piensan recuperar con el cultivo de maíz. Se espera que las cosechas registren rendimientos de 3.000 kilos por hectárea.
En Itapúa, la situación es similar y en esta zona los productores se encuentran en plena fase de cosecha con rendimientos muy dispares, dependiendo de la ubicación de las zonas, informó Orlanda Gallas, productor de la zona.
En tanto Cristi Zorrilla, productor de la zona de Caaguazú, expresó que el cultivo en la zona muestra un excelente desarrollo debido a que las precipitaciones han sido buenas y abarcan casi todo el departamento. Un 32% está en etapa final de llenado de granos. Las primeras cosechas importantes se darían a partir de finales de la quincena de febrero. Si bien los precios están deprimidos aún, las perspectivas de rindes son buenas. Los primeros rendimientos reportados de algunos departamentos están por los 2.300 a 2.900 kilos por hectárea, reportó.
El año pasado la producción nacional de soja fue 7,85 millones de toneladas, según estadísticas de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Es alta la preocupación de los propietarios de los terrenos invadidos en la zona de Repatriación, Caaguazú, por parte de cerca de 2.000 personas que se identificaron como los sintierra.
Dionisio Hildebrandt, presidente de la Asociación de Productores Agroganaderos para la Cooperación y el Desarrollo (Aproagro), indicó que existe el peligro de que la producción agrícola y ganadera se vean afectadas, ya que los propietarios no han podido ingresar a sus terrenos porque estos están tomados por los invasores. Destacó que está en riesgo el cultivo de soja y la producción agroganadera, lo que ocasionaría pérdidas por un valor de hasta US$ 20 millones.
El total de tierras invadidas asciende a unas 22.000 hectáreas; 15.000 de ellas con cultivos de soja y maíz, que han sido cortados para instalar sus carpas en el lugar. Mario Vega, presidente del Indert, informó el lunes 13 de enero que, tras los resultados preliminares de la mensura judicial realizada a los terrenos invadidos en Caaguazú, se determinó que estos no pertenecen al instituto que representa. “No son patrimonio del Indert las propiedades que ellos ocuparon”, resaltó.
La Nación