La Unión Europea anunció la suspensión temporal de su primera fase de medidas de represalia comercial contra Estados Unidos, en respuesta al anuncio del presidente Donald Trump de pausar por 90 días la aplicación de aranceles del 20% a las importaciones europeas.

«Tomamos nota del anuncio del presidente Trump. Queremos dar una oportunidad a las negociaciones», declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un comunicado difundido a través de redes sociales. Sin embargo, la mandataria europea dejó claro que «si las negociaciones no son satisfactorias, entrarán en vigor nuestras contramedidas. Todas las opciones siguen sobre la mesa».

Contramedidas europeas en suspenso, pero preparadas

El bloque comunitario había recibido el miércoles la autorización de los 27 Estados miembros para implementar, a partir del próximo martes, aranceles del 25% sobre importaciones estadounidenses valoradas en casi 21.000 millones de euros. Este plan arancelario contemplaba la aplicación escalonada en tres fases: abril, mayo y diciembre.

La decisión de suspender estas medidas no implica el abandono de los preparativos para una respuesta más contundente. Bruselas continúa desarrollando su estrategia frente a los aranceles trumpistas, tanto los ahora pausados como los que siguen vigentes sobre automóviles y componentes.

Trump mantiene el arancel base del 10% pero pausa incrementos mayores

La tregua anunciada por Washington representa solo una pausa parcial en la escalada arancelaria. El miércoles, Trump decidió suspender temporalmente los gravámenes adicionales para más de 75 países que, según indicó, habían iniciado negociaciones comerciales y no tomaron represalias contra sus últimos aumentos arancelarios.

Sin embargo, esta decisión no parece afectar a los aranceles ya impuestos al acero, aluminio y automóviles europeos, que permanecen vigentes. Además, el arancel base del 10% seguirá aplicándose durante este periodo de tregua.

China queda excluida de la pausa arancelaria

En contraste con la medida aplicada a la UE y otros socios comerciales, China no solo quedó excluida de la marcha atrás, sino que vio cómo los aranceles a sus productos se incrementaban hasta el 125%. Ante esta situación, Pekín advirtió el jueves que estas medidas «impactarán severamente» la estabilidad económica mundial y solicitó llegar a un acuerdo «a medio camino» para detener la guerra comercial.

Von der Leyen advierte con gravámenes a empresas tecnológicas estadounidenses

En caso de que fracasen las negociaciones, la UE no solo reactivaría las represalias suspendidas, sino que podría ampliar significativamente su alcance. Von der Leyen ha indicado que Bruselas está desarrollando medidas que podrían incluir, por primera vez, un impuesto sobre los ingresos publicitarios digitales que afectaría directamente a gigantes tecnológicos como Meta, Google y Facebook.

«Estamos desarrollando medidas de represalia», afirmó la presidenta de la Comisión, señalando que estas podrían suponer el uso del instrumento europeo contra la coacción, que permite imponer sanciones a las exportaciones de servicios. «Existe un amplio abanico de contramedidas… en caso de que las negociaciones no resulten satisfactorias».

La UE busca un acuerdo «completamente equilibrado»

Durante los 90 días de pausa establecidos, el bloque europeo buscará alcanzar un acuerdo comercial equilibrado con Washington. Bruselas ha ofrecido un pacto de arancel cero en bienes industriales, propuesta que hasta ahora ha tenido escasa acogida entre funcionarios estadounidenses, quienes critican barreras no arancelarias como el IVA y las normas de productos europeas.

Von der Leyen ha expresado su disposición a discutir la armonización de normas entre ambos bloques, aunque advierte que probablemente no se logren grandes avances debido a diferencias culturales y de estilo de vida. Además, ha descartado cualquier modificación en las regulaciones europeas sobre contenidos digitales y competencia en el mercado.

Preocupación por posible desvío de productos chinos hacia Europa

Ante la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la UE ha mostrado preocupación por el posible redireccionamiento de productos chinos hacia el mercado europeo. Von der Leyen anunció que se establecerán mecanismos de vigilancia y salvaguardias si se detecta un aumento en las importaciones procedentes del gigante asiático.

La presidenta de la Comisión afirmó que el primer ministro chino Li Qiang le aseguró en una reciente conversación telefónica que ese desvío no ocurrirá, argumentando que Pekín planea estimular el consumo interno.

Hacia una reforma del sistema comercial global

Las políticas comerciales de Trump han transformado radicalmente las relaciones económicas internacionales, impulsando nuevos diálogos entre la UE y países como Malasia, Tailandia, Filipinas, Indonesia y Emiratos Árabes Unidos. Según Von der Leyen, existe un creciente interés por cooperar con Europa para «equilibrar el sistema» y promover una competencia basada en la calidad, no en los aranceles.

Tanto la UE como Estados Unidos coinciden en que las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no han logrado garantizar condiciones equitativas, especialmente ante los subsidios que China concede a su industria. Este consenso ha motivado discusiones sobre una posible modernización del organismo multilateral.

«El énfasis debe estar en modernizar y reformar, no en preservar lo que tenemos hoy, porque hay demasiadas dificultades», concluyó Von der Leyen. «Quiero decir, nunca desperdicies una buena crisis».