El proyecto Hyperion de la compañía matriz de Facebook superaría cinco veces la inversión inicialmente anunciada, según declaraciones del presidente Trump, convirtiéndose en el centro de datos más ambicioso de la historia tecnológica estadounidense.

Trump revela inversión cinco veces superior a la anunciada oficialmente

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este martes al revelar durante una reunión de su Gabinete en la Casa Blanca que Meta planea invertir 50.000 millones de dólares en su megacentro de datos para inteligencia artificial en Luisiana, una cifra que quintuplica los 10.000 millones de dólares anunciados oficialmente por la compañía en diciembre pasado.

Durante la reunión, Trump mostró una imagen proporcionada por el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, donde el complejo aparece superpuesto sobre la isla de Manhattan, ocupando el 81% de su superficie total. «Cuando dijeron que la planta costaría 50.000 millones de dólares, pensé: ‘¿Qué clase de planta es esa?'», declaró el mandatario. «Pero cuando ves esto entiendes por qué vale 50.000 millones de dólares», añadió al referirse a las dimensiones colosales del proyecto.

El proyecto Hyperion: dimensiones sin precedentes en zona rural

El complejo Hyperion se está construyendo en Richland Parish, una zona rural del noreste de Luisiana, estado considerado el más pobre de Estados Unidos. La instalación abarcará aproximadamente 370.000 metros cuadrados y albergará nueve edificios especializados en el procesamiento de cargas de trabajo de inteligencia artificial.

La ubicación estratégica del centro no es casual: se sitúa junto a un importante yacimiento de gas natural que proporcionará las ingentes cantidades de energía necesarias para su funcionamiento. Esta proximidad a fuentes energéticas resulta crucial para un proyecto que demandará niveles de electricidad sin precedentes en la industria tecnológica.

Meta ha declinado hacer comentarios sobre las declaraciones presidenciales respecto a la cifra de inversión, manteniendo su posición oficial de una inversión superior a los 10.000 millones de dólares inicialmente anunciada.

Financiación récord de 29.000 millones liderada por gigantes financieros

Para materializar este ambicioso proyecto, Meta ha estructurado la mayor operación de financiación registrada hasta la fecha para un centro de datos específico de inteligencia artificial. La compañía ha contratado a la prestigiosa gestora de bonos Pacific Investment Management Co. (PIMCO) y al fondo de inversión alternativo Blue Owl Capital para liderar un paquete de financiación de 29.000 millones de dólares.

Esta cifra de financiación representa un hito en la industria tecnológica y refleja la magnitud sin precedentes del proyecto Hyperion. La participación de PIMCO, uno de los gestores de renta fija más importantes del mundo, y Blue Owl Capital, especializado en inversiones alternativas, subraya la confianza institucional en la viabilidad y rentabilidad del megacentro.

Reorganización estratégica bajo Superintelligence Labs

El proyecto se enmarca en la reestructuración estratégica de Meta en el campo de la inteligencia artificial. En junio pasado, la compañía reorganizó todos sus esfuerzos de IA bajo una nueva división denominada Superintelligence Labs, una decisión que siguió a algunos cambios en su equipo directivo y a una recepción moderada de su modelo de lenguaje Llama 4.

Esta reorganización representa una apuesta de alto riesgo para Meta, que busca posicionarse como actor principal en el desarrollo de inteligencia artificial frente a competidores como OpenAI, Google y Microsoft. Mark Zuckerberg ha declarado que la compañía planea invertir «cientos de miles de millones de dólares» en el desarrollo de centros de datos a gran escala durante los próximos años.

Implicaciones energéticas y llamado presidencial a multiplicar la generación eléctrica

Las dimensiones del proyecto han llevado a Trump a realizar un llamado urgente para multiplicar la capacidad de generación eléctrica nacional. «Si consideramos toda la electricidad que producimos actualmente en este país, tendríamos que multiplicarla por dos, o quizás por tres», declaró el republicano, haciendo referencia a las necesidades energéticas que tendrá Estados Unidos cuando esta planta de Meta y otros grandes centros de datos para IA comiencen a funcionar.

El presidente aprovechó la ocasión para redoblar su defensa del uso del carbón y la energía nuclear como alternativas viables para satisfacer la creciente demanda energética. Trump ha aprobado importantes proyectos para el desarrollo de energía nuclear de nueva generación, posicionándola como una solución clave para el futuro energético del país.

Por el contrario, el mandatario volvió a cargar contra las energías renovables, particularmente la eólica y solar, asegurando que «no funcionan», encarecen la factura eléctrica y deterioran el paisaje natural.

Contexto competitivo en la carrera de la inteligencia artificial

El megacentro Hyperion surge en un momento de intensa competencia en el sector de la inteligencia artificial, donde las grandes tecnológicas compiten por talento, recursos computacionales y capacidad de procesamiento. Meta enfrenta una «guerra de talento» por los mejores ingenieros especializados en IA, mientras busca desarrollar una tecnología que le permita mantener su posición competitiva.

La inversión masiva en infraestructura de centros de datos refleja la convicción de la industria de que la inteligencia artificial requerirá capacidades computacionales exponencialmente mayores en los próximos años. El proyecto de Luisiana posiciona a Meta como uno de los actores más agresivos en esta carrera tecnológica.

Impacto económico en el estado más pobre de Estados Unidos

La elección de Luisiana para albergar esta inversión multimillonaria tiene implicaciones económicas significativas para un estado tradicionalmente rezagado en indicadores de desarrollo. La construcción y operación del megacentro Hyperion promete generar miles de empleos directos e indirectos, además de impulsar el desarrollo de infraestructura local.

El proyecto también destaca la importancia estratégica de los recursos energéticos locales, particularmente el gas natural, en la toma de decisiones de localización para proyectos tecnológicos de gran escala. Esta convergencia entre recursos naturales tradicionales y tecnología de vanguardia marca una nueva fase en el desarrollo económico regional.

La inversión de Meta en Luisiana podría servir como catalizador para atraer otras inversiones tecnológicas al estado, transformando potencialmente su perfil económico y posicionándolo como un centro emergente de innovación tecnológica en el sur de Estados Unidos.