El presidente estadounidense Donald Trump intensificó su política comercial proteccionista al anunciar la imposición de nuevos aranceles que afectarán a más de una docena de socios comerciales de Estados Unidos, con tasas que oscilan entre el 25% y el 45%, programados para entrar en vigor el 1 de agosto de 2025.

Japón y Corea del Sur encabezan la lista con aranceles del 25%

Las primeras cartas oficiales fueron dirigidas al primer ministro japonés Shigeru Ishiba y al presidente surcoreano Lee Jae-myung, notificándoles la imposición de un arancel del 25% sobre sus exportaciones hacia Estados Unidos. Ambos países representan el sexto y séptimo socios comerciales más importantes de la nación norteamericana, respectivamente.

En 2024, el déficit comercial estadounidense con Japón alcanzó los 69.400 millones de dólares, mientras que con Corea del Sur fue de 66.000 millones de dólares, según datos del Departamento del Censo. El año pasado, ambos países enviaron bienes a Estados Unidos por un valor combinado de 280.000 millones de dólares, mientras que compraron productos estadounidenses por apenas 145.000 millones de dólares.

Ampliación de medidas arancelarias a países asiáticos y africanos

Posteriormente, Trump anunció medidas similares para otros países, estableciendo aranceles diferenciados según cada nación: Malasia (25%), Birmania (40%), Laos (40%), Sudáfrica (30%), Kazajistán (25%), Túnez (25%), Bosnia y Herzegovina (30%), Bangladesh (35%), Indonesia (32%), Serbia (35%), Tailandia (36%) y Camboya (36%).

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que Trump tiene previsto anunciar «aproximadamente 12 de estas cartas» adicionales, todas difundidas a través de publicaciones en Truth Social, la red social del mandatario.

Justificación económica y amenazas de escalada

En las misivas, Trump justificó las medidas citando «años de políticas y barreras arancelarias» que han generado déficits comerciales persistentes. El presidente estadounidense advirtió explícitamente que cualquier represalia por parte de estos países resultaría en un incremento proporcional de los aranceles estadounidenses.

«Si por alguna razón deciden aumentar sus aranceles, entonces, cualquier número que elijan para aumentarlos se sumará al 25% que cobramos», declaró Trump en las cartas dirigidas a Japón y Corea del Sur.

Impacto inmediato en los mercados financieros

El anuncio provocó una reacción negativa inmediata en los mercados bursátiles estadounidenses. El índice Dow Jones cayó 667 puntos, equivalente a un 1,48%, mientras que el S&P 500 retrocedió un 1,19% y el Nasdaq un 1,27%.

Las acciones de empresas automotrices con fuerte presencia manufacturera en Japón y Corea del Sur experimentaron caídas significativas. Nissan Motors registró una pérdida superior al 7%, mientras que Toyota y Honda descendieron un 4% cada una.

La tasa de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años subió a 4,39%, anticipando posibles aumentos en las tasas de interés de hipotecas y préstamos automovilísticos.

Sectores específicos bajo mayor presión arancelaria

Trump estableció gravámenes diferenciados por sectores: los automóviles importados estarán sujetos a una tasa estándar del 25% a nivel mundial, mientras que el acero y aluminio enfrentarán un arancel del 50%. El resto de los bienes no cubiertos por aranceles sectoriales específicos quedarán sujetos al nuevo gravamen general.

Los principales productos afectados incluyen automóviles, autopartes, semiconductores, productos farmacéuticos y maquinaria, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores estadounidenses.

Estrategia de negociación y financiamiento de recortes fiscales

Trump ofreció una alternativa a los países afectados: «No habrá aranceles si empresas de su país deciden fabricar productos en Estados Unidos», prometiendo obtener las aprobaciones «en cuestión de semanas» para facilitar la instalación de plantas manufactureras en territorio estadounidense.

El mandatario explicó que los ingresos recaudados por los aranceles ayudarán a financiar los recortes de impuestos aprobados el 4 de julio, y ha solicitado a grandes minoristas como Walmart que absorban los costes elevados en lugar de trasladarlos a los consumidores.

Extensión del plazo y resultados limitados de las negociaciones

Originalmente, la fecha límite para alcanzar acuerdos comerciales era el 9 de julio, pero Leavitt confirmó que Trump firmará un decreto extendiendo ese plazo hasta agosto, «en el mejor interés del pueblo estadounidense». La funcionaria también afirmó que el teléfono de Trump «suena sin parar con los líderes mundiales rogándole que llegue a un acuerdo».

Sin embargo, hasta la fecha, solo se han anunciado tres acuerdos en los últimos tres meses: uno con el Reino Unido, otro con Vietnam para excluir bienes chinos redireccionados, y un tercero no especificado en las fuentes consultadas.

Perspectivas y flexibilidad en la implementación

Trump comunicó que los aranceles pueden variar «al alza o a la baja, dependiendo de nuestra relación con su país», manteniendo abierta la posibilidad de ajustes conforme evolucionen las conversaciones bilaterales.

El presidente ha declarado una emergencia económica para imponer unilateralmente estos gravámenes, presentándolos como remedios ante los déficits comerciales históricos. La administración contempla una extensión de tres semanas adicionales para permitir negociaciones antes de la entrada en vigor definitiva de los aranceles.