El presidente estadounidense muestra flexibilidad en medio de crecientes preocupaciones económicas y volatilidad en los mercados financieros

Posible alivio para el sector automotor

El presidente estadounidense Donald Trump sugirió este lunes la posibilidad de eximir temporalmente a la industria automotriz de los aranceles del 25% que impuso a finales de marzo. Esta medida, según explicó, busca dar tiempo a los fabricantes para ajustar sus cadenas de suministro y reubicar la producción desde países como Canadá y México hacia Estados Unidos.

«Estoy considerando algo para ayudar a algunas compañías automotrices», declaró Trump a los periodistas en el Despacho Oval. «Necesitan un poco de tiempo porque van a fabricarlos aquí, pero requieren tiempo para hacerlo», añadió el mandatario republicano.

Esta postura ha sido bien recibida por el sector. Matt Blunt, presidente del American Automotive Policy Council, organización que representa a Ford, General Motors y Stellantis, manifestó que el grupo comparte los objetivos de Trump de aumentar la producción nacional, pero advirtió que «los aranceles amplios sobre las piezas podrían socavar nuestro objetivo compartido de construir una industria automotriz estadounidense próspera, y que muchas de estas transiciones de la cadena de suministro llevarán tiempo».

Política arancelaria fluctuante genera incertidumbre

La declaración del presidente insinúa otra modificación en su agresiva política comercial, que ya ha experimentado diversos cambios en las últimas semanas. Esta constante fluctuación ha provocado pánico en los mercados financieros y profunda preocupación entre economistas sobre una posible recesión.

Cuando Trump anunció los aranceles del 25% a los automóviles el 27 de marzo, los describió como «permanentes». Sin embargo, su postura comercial se ha ido suavizando progresivamente ante las repercusiones económicas y políticas de estas medidas.

La semana pasada, tras una fuerte caída en el mercado de bonos que elevó las tasas de interés de la deuda estadounidense, Trump anunció que durante 90 días sus aranceles más amplios contra docenas de países se fijarían en un nivel base del 10% para dar tiempo a las negociaciones. Simultáneamente, aumentó los impuestos a las importaciones de China al 145%, pero eximió temporalmente a los productos electrónicos con una tasa del 20%.

«No cambio de opinión, pero soy flexible», afirmó Trump este lunes, una declaración que refleja su estrategia cambiante.

Impacto en los mercados y la economía

Esta flexibilidad ha generado una sensación de incertidumbre sobre las intenciones y objetivos finales de la administración Trump. El índice bursátil S&P 500 subió un 0,8% el lunes, pero acumula una caída cercana al 8% en lo que va del año. Los tipos de interés de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años permanecen elevados, situándose aproximadamente en el 4,4%.

Carl Tannenbaum, economista jefe de la firma financiera global Northern Trust, describió gráficamente la situación al señalar que el latigazo había sido tan grande que quizá tendría que «ponerse un collarín». En su análisis, Tannenbaum advirtió que «el daño a la confianza de consumidores, empresas y mercados puede ser ya irreversible».

Negociaciones con la UE y el caso de Apple

En el frente internacional, Maroš Šefčovič, comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, anunció el inicio de negociaciones comerciales con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer. Šefčovič señaló que «la UE sigue siendo constructiva y está dispuesta a llegar a un acuerdo justo, incluida la reciprocidad a través de nuestra oferta arancelaria de cero por cero en bienes industriales».

Trump también mencionó haber hablado recientemente con Tim Cook, CEO de Apple, y haberle «ayudado». La empresa tecnológica, cuyos populares iPhones se ensamblan principalmente en China, se benefició de las exenciones temporales a productos electrónicos anunciadas la semana pasada, lo que contribuyó a un incremento del 2% en sus acciones el lunes.

Sin embargo, los analistas advierten que aún existe incertidumbre sobre el futuro. Dan Ives, de Wedbush Securities, comentó que Apple está en una posición mucho mejor que hace una semana, pero advirtió que todavía hay «incertidumbre masiva, caos y confusión sobre los próximos pasos a seguir».

Una posible estrategia para Apple podría ser acelerar el traslado de su producción desde China hacia India, un proceso que ya había iniciado durante el primer mandato de Trump.

Tensiones con China

Mientras Estados Unidos entabla conversaciones con diversos países, China busca fortalecer sus relaciones en Asia, especialmente con naciones afectadas por los aranceles de Trump. El lunes, el líder chino Xi Jinping se reunió en Hanói con el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, transmitiendo el mensaje de que «nadie gana en las guerras comerciales».

Cuando se le preguntó sobre esta reunión, Trump sugirió que ambas naciones estaban conspirando para causar daño económico a Estados Unidos, «tratando de averiguar cómo perjudicar a los Estados Unidos de América».

La evolución de la política arancelaria de Trump y sus efectos tanto en la economía nacional como en las relaciones comerciales internacionales seguirán siendo objeto de atento seguimiento en los próximos meses, especialmente por parte de los sectores industriales más afectados y los mercados financieros globales.