El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este jueves la firma de un nuevo acuerdo de fomento y defensa de inversiones con China, en el marco del encuentro bilateral con su homólogo chino, Xi Jinping, en el Kremlin. Este pacto busca crear un entorno «más favorable» para impulsar la cooperación económica entre ambas potencias, que ya manejan proyectos conjuntos por valor de más de 200.000 millones de dólares.

Intercambio comercial en ascenso con potencial de crecimiento

Durante la reunión ampliada en Moscú, Putin destacó que el intercambio comercial entre ambos países alcanzó casi 245.000 millones de dólares en el último año, cifra que, según el mandatario ruso, «no es ni de lejos» el límite para ambas naciones. Boris Titov, representante especial del presidente ruso y copresidente del Comité Ruso-Chino de Amistad, Paz y Desarrollo, confirmó esta visión al señalar que existe el objetivo de duplicar este volumen en los próximos años.

«Nuestras relaciones económicas crecen: el volumen comercial ha aumentado y tiene un gran potencial. Creo que este será precisamente el eje central de esta ronda de negociaciones de alto nivel», afirmó Titov, subrayando la importancia de este encuentro que se produce «en un momento decisivo y de gran trascendencia histórica».

El sector energético como pilar fundamental de la relación

Putin reconoció que la energía es «la locomotora de las relaciones» bilaterales, destacando que Rusia no solo lideró las exportaciones de petróleo a China el pasado año, sino que también ocupa el primer puesto en los suministros de gas. En este contexto, adelantó nuevos proyectos energéticos, como el lanzamiento en 2027 de un gasoducto en el Lejano Oriente ruso que abastecerá al mercado chino con hasta 10.000 millones de metros cúbicos de gas.

Inversiones cruzadas y transferencia tecnológica

La cooperación en materia de inversiones constituye una parte crucial de las conversaciones bilaterales. Actualmente operan en Rusia unas 9.000 empresas chinas, mientras que en China existen más de 1,2 millones de empresas mixtas con participación extranjera, lo que evidencia el amplio margen de crecimiento para las inversiones mutuas.

«Las compañías chinas pueden establecer empresas mixtas en Rusia e invertir aquí, ya que necesitamos mucho sus tecnologías. Por otro lado, las empresas rusas poseen competencias destacadas en varios sectores que también podrían ser valiosas para China», explicó Titov.

Putin resaltó especialmente la bienvenida del Kremlin al traslado de fábricas de automoción chinas a territorio ruso, señalando que «Rusia se ha convertido en el primer importador mundial de coches chinos».

Proyectos regionales y sectores estratégicos

Sólo en el puerto de Vladivostok, capital del Lejano Oriente ruso, las compañías chinas participan en 63 proyectos conjuntos, destacó Putin durante el encuentro. Además, el mandatario ruso subrayó que el sector agrícola de su país está dispuesto a incrementar sus exportaciones al mercado chino, ampliando así los ámbitos de cooperación económica.

Modelo de cooperación con proyección global

El encuentro entre Putin y Xi Jinping, quienes se han reunido en más de 40 ocasiones durante la última década, refleja la importancia que ambos líderes otorgan a las relaciones bilaterales como pilar fundamental de su política exterior. Xi, quien defendió un orden mundial más justo y una globalización inclusiva, asistirá mañana viernes junto a Putin a la parada militar con ocasión del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi.

Expansión del modelo de cooperación: el caso de Cuba

Paralelamente a la profundización de las relaciones ruso-chinas, Moscú también está fortaleciendo sus vínculos económicos con otros aliados estratégicos como Cuba. Recientemente, el vice primer ministro ruso, Dmitri Chernishenko, anunció un plan ruso para facilitar inversiones en la isla caribeña por más de mil millones de dólares, abarcando sectores como energía, agricultura y turismo.

Vladímir Putin calificó a Cuba como «un socio confiable» y expresó su esperanza de que el denominado «Plan 2030» contribuya a que «más empresariado ruso vaya a Cuba, lo cual ayudará a la economía cubana a ser independiente y a alcanzar soberanía en todos los sentidos». Este movimiento evidencia la estrategia rusa de expandir su influencia económica y fortalecer alianzas en diferentes regiones del mundo.

Futuro de una alianza poderosa

La firma del nuevo acuerdo de fomento y defensa de inversiones entre Rusia y China marca un hito significativo en las relaciones bilaterales, que según los expertos continuarán fortaleciéndose en los próximos años. No obstante, ambas naciones enfrentan desafíos en el contexto internacional que podrían afectar su cooperación económica.

El impulso de estos vínculos entre Moscú y Pekín tiene lugar en un momento en que ambas potencias buscan consolidar un bloque económico capaz de contrarrestar las presiones occidentales, estableciendo así las bases para un sistema comercial y financiero alternativo con proyección global.