El rodio, considerado el metal más caro del mundo, experimenta un notable repunte tras años de crisis bajista. Este elemento ultra escaso, que representa apenas un 0,0000003% de la corteza terrestre, ha registrado un incremento superior al 25% en lo que va de 2025, escalando desde los 4.570 dólares la onza troy hasta los 5.700 dólares actuales.

El derivado del platino ha mantenido alzas sostenidas desde febrero, impulsado por factores que van más allá de las tensiones comerciales globales. La compleja realidad de este metal plateado radica en su extrema escasez y las interrupciones en su cadena de suministro, más que en fluctuaciones de demanda.

Producción limitada y dependencia sudafricana condicionan el mercado

La producción anual mundial de rodio alcanza apenas 30 millones de toneladas, con Sudáfrica controlando aproximadamente el 80% del suministro global. Aunque existen yacimientos menores en los Urales rusos y Ontario canadiense, Ciudad del Cabo mantiene el dominio absoluto del mercado.

Esta concentración geográfica se ha convertido en el principal factor detrás del actual rally de precios. En marzo de 2025, las cotizaciones se dispararon un 20% en un solo mes tras una serie de inundaciones que bloquearon operaciones en la mina de Tumela, entre otras instalaciones clave.

Sector automotriz: principal demandante bajo presión

El uso del rodio se concentra principalmente en los catalizadores de vehículos de gasolina, componentes esenciales para reducir las emisiones de carbono. Este metal también encuentra aplicaciones menores en componentes eléctricos de alta calidad y procesos específicos de la industria química, pero ninguna equiparable a la producción automotriz.

El metal vivió una crisis profunda en años recientes, perdiendo incluso su posición como el más valioso del planeta frente al iridio, debido al congelamiento de la demanda vehicular y el crecimiento de los vehículos eléctricos, que no requieren catalizadores de rodio.

Déficit estructural se agrava por interrupciones del suministro

Según datos de Metal Focus, el déficit en el mercado mundial de rodio se espera que se reduzca este año a 74.000 onzas desde las 143.000 onzas de 2024. Esta mejora refleja una caída del 8% en la demanda a 1 millón de onzas y una disminución del 2% en la oferta.

Las existencias de rodio caerán en 2025 un 23% a 349.000 onzas troy, alcanzando el nivel más bajo en cuatro décadas. Esta situación mantiene al metal vulnerable a cualquier presión adicional en el mercado físico.

Perspectivas limitadas por la transición energética

Los analistas de mercado mantienen cautela respecto a un repunte prolongado del rodio. Wilma Swarts, directora de PGM en Metal Focus, explicó que «si bien el precio podría subir, debería ser por poco tiempo», anticipando debilidad a largo plazo debido al incremento de vehículos eléctricos.

Heraeus proyecta que el techo de la materia prima en los próximos meses se sitúe en 5.400 dólares la onza troy, con un piso en 4.400 dólares. Ambas consultoras prevén un último repunte del 8% este año, impulsado por los cuellos de botella sudafricanos.

Platino registra el mejor desempeño entre materias primas importantes

Paralelamente, el platino ha emergido como la mejor materia prima del año entre las principales, registrando un rebote superior al 30% desde principios de 2025. Este metal precioso, que combina usos industriales con función de reserva de valor, se distingue por su alto grado de industrialización, con más del 60% de su demanda proveniente del sector automotriz.

A diferencia del oro, percibido principalmente como refugio de valor, el platino ofrece un componente cíclico que se beneficia de entornos económicos expansivos. Su precio ha mostrado alta volatilidad histórica, alcanzando máximos de 2.000 dólares por onza durante 2008-2011, antes de experimentar caídas considerables.

Concentración geográfica genera vulnerabilidad en ambos metales

La oferta global de platino presenta similitudes con el rodio en términos de concentración geográfica. Sudáfrica lidera la producción mundial con más del 70% del total, seguida de Rusia y, en menor medida, Zimbabue y Canadá.

Entre las principales compañías productoras destacan Anglo American como el mayor productor mundial, seguido de Impala Platinum Holdings, Sibanye Stillwater (cotizada en Estados Unidos), Norilsk Nickel y Vale (también cotizada en Estados Unidos).

Oportunidades de inversión en metales del grupo platino

Los inversores pueden acceder a estos metales a través de múltiples vías: futuros y opciones financieras, acciones de compañías mineras, y productos derivados como XPTUSD para el platino. Esta última opción resulta más accesible para pequeños inversores debido a su menor cantidad mínima de inversión.

El análisis técnico del platino muestra una ruptura de su rango lateral de los últimos cuatro años, superando niveles de 2022 y posicionándose para buscar los máximos de 2021 en zonas de 1.340 dólares.

Producción sudamericana: Colombia y Brasil como actores emergentes

En Sudamérica, la producción de rodio se concentra principalmente en Colombia y Brasil. Colombia extrae el metal como subproducto de la minería del platino en el departamento de Chocó, región históricamente clave para metales preciosos.

Brasil produce rodio principalmente en Minas Gerais, también como subproducto de otros metales del grupo platino. Aunque las cantidades son pequeñas comparadas con los gigantes globales, ambos países han logrado establecerse como actores importantes en el mercado debido a su vínculo con la minería del platino.

Desafíos a largo plazo por la transición energética

La rareza extrema del rodio, con concentraciones que rara vez superan los 0,001 gramos por tonelada de roca, combinada con su demanda industrial específica, ha impulsado su precio histórico. Sin embargo, la transición hacia vehículos eléctricos plantea desafíos estructurales para su demanda futura.

A pesar del actual repunte impulsado por restricciones de suministro, la tendencia a largo plazo sugiere una eventual decadencia del rodio conforme se acelere la adopción de tecnologías que no requieren sus propiedades catalíticas únicas. La industria observa con atención si este metal mantendrá su corona como el más valioso del planeta en un mundo cada vez más electrificado.