Paraguay avanza con una ambiciosa estrategia de reestructuración de su deuda pública, priorizando la emisión en moneda local y programando nuevas colocaciones de bonos en el mercado doméstico, mientras enfrenta un notable incremento en el gasto público que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal a mediano plazo.
Calendario de emisiones y estrategia de «guaranización»
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dio a conocer su calendario de subastas de bonos del Tesoro para el mercado paraguayo, tras la reciente colocación de bonos soberanos en el mercado internacional por US$ 1.200 millones realizada el pasado 25 de febrero. Las operaciones locales se realizarán en cuatro fechas estratégicas durante 2025: 26 de marzo, 25 de junio, 24 de septiembre y 26 de noviembre.
Aunque el monto exacto de las emisiones no ha sido revelado, el MEF dispone de un margen para emitir hasta US$ 200 millones en el mercado local. El año pasado, las colocaciones domésticas alcanzaron G. 1,4 billones (aproximadamente US$ 186,3 millones), siguiendo un calendario trimestral similar.
Un aspecto distintivo de esta estrategia es la decisión de realizar las colocaciones exclusivamente en guaraníes, como parte de un esfuerzo deliberado para reducir la exposición al dólar estadounidense. Esta política de «guaranización» quedó evidenciada también en la última emisión internacional, donde el 50% (equivalente a US$ 600 millones) se efectuó en moneda local.
«El objetivo es disminuir el riesgo asociado a las variaciones del tipo de cambio», señalan fuentes oficiales del Ministerio de Economía. A enero de 2025, aproximadamente el 12,2% de la deuda pública total de US$ 18.172 millones está denominada en guaraníes, una proporción que el gobierno busca incrementar progresivamente.
El desafío de la dependencia del dólar
La estrategia responde a una realidad preocupante: según datos oficiales del MEF correspondientes a diciembre de 2024, el 87% de la deuda de la administración central está denominada en dólares estadounidenses, consecuencia directa de las emisiones soberanas realizadas desde 2013 en los mercados internacionales.
Esta alta exposición a la moneda extranjera representa un riesgo significativo ante eventuales fluctuaciones cambiarias, especialmente en un contexto de fortaleza del dólar frente a monedas emergentes. La decisión de Paraguay de emitir en febrero pasado bonos soberanos en guaraníes por G. 4,74 billones (equivalentes a US$ 600 millones) a un plazo sin precedentes de 10 años, refleja esta estrategia de diversificación monetaria.
El peso creciente de la deuda pública
Al cierre de enero, el saldo de la deuda pública total ascendió a US$ 18.172,2 millones, equivalente al 40% del PIB. De este monto, a la administración central le corresponden US$ 16.215,4 millones (35,7% del PIB), mientras que las entidades descentralizadas registran US$ 1.956,8 millones (4,3% del PIB).
Adicionalmente, se encuentran en proceso de gestión préstamos por valor de US$ 1.594,6 millones, que incluyen contratos pendientes de aprobación en el Congreso por US$ 401,6 millones, contratos ya firmados con organismos financieros por US$ 185 millones, y convenios en preparación por US$ 1.008 millones.
En el mercado doméstico, circulan bonos del Tesoro por valor de más de G. 7,1 billones (equivalente a US$ 910,1 millones), donde bancos, financieras y cooperativas figuran como los principales acreedores del Estado paraguayo.
Destino de los recursos y déficit presupuestario
De los US$ 1.200 millones obtenidos en la reciente emisión internacional, aproximadamente US$ 480 millones representan nueva deuda destinada a financiar el déficit presupuestario. Estos recursos serán canalizados principalmente hacia proyectos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, el pago de acreditaciones a organismos multilaterales, programas de vivienda social a través del Fonavis, y obligaciones del propio Ministerio de Economía.
La Ley 7408/2024, que aprueba el Presupuesto General de la Nación para el ejercicio fiscal 2025, autoriza nueva deuda por US$ 714,5 millones, por lo que tras la emisión internacional quedaría un espacio fiscal de aproximadamente US$ 234,5 millones para futuras colocaciones en el mercado doméstico.
Preocupante aumento del gasto público
Un dato que genera inquietud entre analistas económicos es el significativo incremento del gasto público. Según reportes oficiales, al cierre de febrero la Tesorería General procesó transferencias por G. 7,3 billones (sin incluir la deuda flotante 2024 de G. 2,4 billones), lo que representa un aumento interanual del 38%.
Los rubros que registran los mayores incrementos son alarmantes: las transferencias para compra de medicamentos alcanzaron G. 327.791 millones, con una variación interanual de 4.579,9%; mientras que las inversiones físicas sumaron G. 732.075 millones, reflejando un incremento de 2.854,9% respecto al mismo periodo del año anterior.
También se observan aumentos significativos en el gasto de combustibles (260,3%), alimentos (234,1%) y servicios básicos (43,1%). El pago de salarios acumula G. 3,2 billones, con un incremento interanual de 9,9%.
La carga creciente del servicio de la deuda
El servicio de la deuda muestra igualmente una tendencia alcista, con un incremento del 51,2% respecto al mismo periodo de 2024, alcanzando la suma de G. 949.419 millones. Específicamente, los pagos por deuda externa aumentaron un 62%, totalizando G. 739.075 millones en lo que va del año, mientras que el servicio de la deuda interna creció un 22%.
Este panorama genera interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal a mediano plazo, especialmente considerando que el gobierno espera recaudar ingresos adicionales por US$ 600 millones a través de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) para cubrir las necesidades presupuestarias previstas en salud, educación, obras públicas y transferencias sociales.
Debate sobre el canal de emisión
Otro aspecto que ha generado controversia es la decisión sobre el canal para la emisión de bonos locales. A diferencia de años anteriores, cuando se utilizaba la Bolsa de Valores de Asunción (BVA), el año pasado las operaciones se realizaron a través del Banco Central del Paraguay (BCP), una modalidad que podría mantenerse este año.
Las autoridades económicas justificaron el cambio de canal señalando deficiencias técnicas en la plataforma de la Bolsa. «No estaban preparados para tener una emisión profesional», aseveró el ministro de Economía, argumentando que la BVA no permitía identificar a los ofertantes de bonos, un requisito considerado fundamental para una gestión transparente y eficiente.
Perspectivas y desafíos
Paraguay enfrenta el desafío de equilibrar sus necesidades de financiamiento con una gestión prudente de la deuda pública. La estrategia de desdolarización representa un paso positivo para reducir la vulnerabilidad externa, pero el acelerado ritmo de crecimiento del gasto público plantea interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal a mediano plazo.
El éxito de la política económica dependerá en gran medida de la capacidad para incrementar los ingresos fiscales, racionalizar el gasto corriente y priorizar inversiones con alto retorno económico y social. En este contexto, la transparencia en la gestión de la deuda y la eficiencia en la asignación de recursos se tornan imperativos para mantener la confianza de los mercados y la estabilidad macroeconómica.