La empresa de neurotecnología Neuralink, fundada por Elon Musk en 2016, ha presentado un ambicioso plan de crecimiento que contempla realizar 20.000 implantes cerebrales anuales y generar ingresos por al menos 1.000 millones de dólares (850 millones de euros) para el año 2031. Esta proyección forma parte de una estrategia integral que busca consolidar a la compañía como líder en el emergente mercado de interfaces cerebro-computadora (BCI).
Con una valoración actual estimada en 9.000 millones de dólares (7.649 millones de euros) y habiendo recaudado aproximadamente 1.300 millones de dólares (1.105 millones de euros) en financiación, Neuralink ha logrado posicionarse como una de las empresas más prominentes en el sector de la neurotecnología, respaldada por el reconocimiento regulatorio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Estrategia de expansión: tres dispositivos para diferentes aplicaciones médicas
El plan de crecimiento de Neuralink se sustenta en el desarrollo y comercialización de tres versiones específicas de su tecnología de implante cerebral. El dispositivo Telepathy está diseñado para facilitar la comunicación directa entre el cerebro y dispositivos externos, mientras que Blindsight se enfoca en la restauración de la visión en pacientes con ceguera. Por su parte, el sistema Deep está orientado al tratamiento de temblores y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.
La compañía planea operar cinco grandes clínicas especializadas en los próximos seis años para ejecutar esta estrategia de expansión. Según las proyecciones internas, Neuralink espera obtener la aprobación regulatoria para Telepathy en 2029, con el objetivo de realizar aproximadamente 2.000 cirugías anuales que generen ingresos por 100 millones de dólares (85 millones de euros).
Un año después, en 2030, el lanzamiento de Blindsight elevaría significativamente la capacidad operativa de la empresa, incrementando el número de intervenciones a 10.000 anuales y los ingresos a más de 500 millones de dólares (425 millones de euros). Esta escalabilidad progresiva refleja la confianza de la compañía en la demanda del mercado y en su capacidad tecnológica para satisfacerla.
Avances regulatorios impulsan el desarrollo tecnológico
El respaldo de la FDA ha sido fundamental para el progreso de Neuralink. En 2023, la agencia otorgó la designación de «dispositivo innovador» a la tecnología de restauración de la visión de la compañía, seguida en mayo de este año por una designación similar para su implante destinado a recuperar el habla. Estas clasificaciones reconocen el potencial terapéutico de los dispositivos y facilitan un proceso regulatorio más ágil.
La designación de «dispositivo innovador» representa un hito significativo en el desarrollo de cualquier tecnología médica, ya que indica que la FDA considera que el dispositivo tiene el potencial de proporcionar un tratamiento más efectivo para enfermedades que amenazan la vida o que son irreversiblemente debilitantes, comparado con las opciones de tratamiento existentes.
Resultados preliminares en ensayos clínicos muestran progreso
Los ensayos clínicos en humanos de Neuralink han mostrado avances notables. Esta semana, la compañía anunció el implante exitoso de chips cerebrales en los pacientes número ocho y nueve de su estudio, marcando la primera ocasión en que realizan dos implantes en un mismo día. Este hito operativo demuestra la creciente eficiencia y confianza en sus procedimientos quirúrgicos.
Elon Musk proyecta que durante este año el número de pacientes experimentales alcanzará entre 20 y 30 personas, lo que representaría un incremento significativo en la escala de las pruebas clínicas. Los ensayos actuales se centran en evaluar la seguridad, funcionalidad y posibles efectos secundarios en personas con condiciones médicas que limitan su movilidad.
La tecnología ha demostrado aplicaciones prometedoras para pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), ictus, lesiones medulares, parálisis cerebral, esclerosis múltiple y otras afecciones neurológicas. Según las declaraciones de Musk, el objetivo a largo plazo incluye el tratamiento de condiciones como la depresión y la ansiedad, aunque estos desarrollos se encuentran en etapas más tempranas de investigación.
Competencia emergente: Synchron y el enfoque menos invasivo
El mercado de interfaces cerebro-computadora no está dominado exclusivamente por Neuralink. La empresa neoyorquina Synchron ha desarrollado una alternativa tecnológica que presenta ventajas competitivas significativas en términos de invasividad y riesgo quirúrgico. Su dispositivo Stentrode se introduce por vía endovascular a través de los vasos sanguíneos cercanos a la corteza motora, eliminando la necesidad de abrir el cráneo o implantar electrodos en contacto directo con el tejido cerebral.
El procedimiento de Synchron requiere únicamente la inserción de un pequeño tubo de malla metálica mediante cateterismo, una técnica que puede ser realizada por cardiólogos especializados en implantes de stents. Esta característica facilita significativamente la escalabilidad del tratamiento, ya que no requiere neurocirujanos altamente especializados como en el caso de los implantes más invasivos.
La tecnología de Synchron ya ha sido probada en una decena de voluntarios en Estados Unidos y Australia, demostrando capacidades funcionales para tareas básicas como mover un cursor, escribir mensajes o navegar por aplicaciones. Aunque la calidad de la señal es inferior a la que ofrecen los microelectrodos implantados directamente en el tejido cerebral, esta limitación no ha impedido realizar acciones funcionales significativas.
Implicaciones económicas y perspectivas del sector
El sector de interfaces cerebro-computadora enfrenta múltiples desafíos para alcanzar la comercialización a gran escala. La validación de resultados clínicos, la garantía de seguridad a largo plazo de los implantes, la obtención de financiación de aseguradoras médicas y el cumplimiento de regulaciones institucionales representan obstáculos significativos que las empresas deben superar.
La diferenciación tecnológica entre enfoques invasivos y mínimamente invasivos está definiendo dos segmentos distintos del mercado. Mientras que sistemas como Neuralink ofrecen mayor resolución y capacidades potencialmente más avanzadas, alternativas como Synchron proporcionan acceso a un mayor número de pacientes que no cumplirían los requisitos o no aceptarían cirugías craneales de gran alcance.
La integración con dispositivos de consumo popular, como iPhones, iPads y el casco de realidad mixta Apple Vision Pro, representa una estrategia clave para expandir las aplicaciones prácticas de estas tecnologías. Esta compatibilidad con productos existentes facilita la adopción y reduce las barreras de entrada para los usuarios potenciales.
Proyecciones futuras y impacto social
Las proyecciones de Neuralink para 2031 reflejan la confianza en el crecimiento acelerado del mercado de neurotecnología. El objetivo de alcanzar 1.000 millones de dólares en ingresos anuales implicaría una penetración significativa en aplicaciones médicas especializadas, desde la restauración de funciones motoras hasta el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
La visión de Elon Musk para Neuralink trasciende las aplicaciones médicas inmediatas, contemplando beneficios para «millones, quizá miles de millones, de personas». Esta ambición incluye la posibilidad de devolver la movilidad a personas con parálisis, restaurar la visión a pacientes ciegos e incluso ayudar a personas con demencia a recuperar el reconocimiento de sus seres queridos.
El desarrollo exitoso de estas tecnologías podría transformar fundamentalmente el tratamiento de condiciones neurológicas debilitantes, aunque su implementación a gran escala dependerá de superar los desafíos regulatorios, técnicos y económicos que caracterizan el sector de dispositivos médicos innovadores. La competencia entre diferentes enfoques tecnológicos probablemente acelere la innovación y amplíe las opciones disponibles para pacientes y profesionales médicos.