Microsoft se encuentra en las etapas finales de preparación para una nueva oleada de despidos en su división Xbox, según múltiples fuentes familiarizadas con el proceso. Esta sería la cuarta reducción de personal significativa en la unidad de videojuegos en apenas año y medio, como parte de una reorganización corporativa más amplia destinada a mejorar los márgenes de beneficio tras la histórica adquisición de Activision Blizzard.
Reorganización corporativa apunta a toda la estructura de Xbox
La próxima ronda de despidos, que se espera sea anunciada oficialmente la próxima semana, afectará de manera transversal a toda la división de videojuegos de Microsoft. Según directivos intermedios de Xbox consultados por medios especializados, los recortes serían «importantes» y podrían impactar desde equipos de desarrollo hasta roles directivos, pasando por distribución y ventas.
Esta reorganización no se limita únicamente al personal, sino que también contempla cambios estructurales en la presencia internacional de Xbox. La estructura de distribución en Europa Central experimentará modificaciones significativas, con algunas regiones que podrían quedar sin representación local de la marca, lo que marcaría un cambio sustancial en la estrategia de expansión geográfica de la compañía.
Presión financiera posterior a la megaoperación de 69.000 millones de dólares
La decisión de implementar estos recortes responde directamente a la presión ejercida por la alta dirección de Microsoft para aumentar la rentabilidad de Xbox tras la adquisición de Activision Blizzard en 2023. Esta operación, valorada en 69.000 millones de dólares, convirtió a Microsoft en uno de los actores dominantes de la industria del videojuego, pero también generó expectativas elevadas en términos de retorno de inversión.
Los directivos de Microsoft han establecido objetivos ambiciosos para que la división de videojuegos justifique la inversión realizada, lo que ha resultado en una serie continua de ajustes organizacionales y reducciones de costos operativos. La integración de Activision Blizzard, que incluye franquicias como Call of Duty, World of Warcraft y Candy Crush, ha requerido una reestructuración completa de la división para evitar duplicidades y optimizar recursos.
Historial de recortes: más de 10.000 empleos eliminados en dos años
La próxima oleada de despidos se suma a una serie de reducciones que han caracterizado la gestión de Microsoft en los últimos años. En 2024, la compañía ya había ejecutado tres rondas de despidos significativas:
En enero de 2024, Xbox eliminó 1.900 posiciones, afectando principalmente a empleados de Activision Blizzard recién incorporados tras la adquisición. En mayo del mismo año, Microsoft despidió a más de 6.000 empleados a nivel corporativo, representando aproximadamente el 3% de su fuerza laboral total. Adicionalmente, en junio se eliminaron más de 300 puestos adicionales.
Septiembre marcó otra reducción con 650 trabajadores de Xbox afectados, específicamente vinculados a la reestructuración post-adquisición de Activision Blizzard. Posteriormente, en los últimos meses de 2024, se implementaron otros 1.000 despidos que, aunque no afectaron directamente a Xbox, sí impactaron a otras divisiones como HoloLens y Azure.
Cierre de estudios emblemáticos genera controversia en la industria
Más allá de los despidos, Microsoft tomó la decisión controvertida de cerrar varios estudios de desarrollo internos en mayo de 2024. Entre los más destacados se encuentran Tango Gameworks, reconocido por el exitoso título Hi-Fi Rush, y Arkane Austin, desarrollador de Redfall. Estas clausuras generaron fuertes reacciones tanto dentro del sector como entre la comunidad de jugadores, quienes cuestionaron la lógica empresarial de eliminar estudios creativos después de haber invertido significativamente en su adquisición.
El cierre de estos estudios reflejó una estrategia más amplia de consolidación, donde Microsoft priorizó la eficiencia operativa sobre la diversidad creativa, concentrando recursos en proyectos considerados más rentables o estratégicamente alineados con sus objetivos de largo plazo.
Estrategia de futuro: alianza con AMD y nueva generación de consolas
A pesar del contexto de recortes, Xbox mantiene una visión clara para su futuro tecnológico. Recientemente, Microsoft anunció una alianza estratégica plurianual con AMD que será fundamental para el desarrollo de su próxima generación de hardware de videojuegos. Esta colaboración abarcará tanto el diseño de componentes para consolas como el fortalecimiento de tecnologías de nube gaming.
Según reportes de la industria, la próxima consola Xbox está programada para llegar al mercado en 2027 y ofrecerá una integración innovadora entre el ecosistema Windows y la plataforma Xbox. Esta convergencia tecnológica forma parte de la estrategia de Microsoft para crear un ecosistema unificado que trascienda las barreras tradicionales entre PC y consolas.
La alianza con AMD también contempla mejoras significativas en capacidades de procesamiento en la nube, lo que permitirá a Xbox expandir su servicio de streaming de juegos y competir más efectivamente con plataformas emergentes en el mercado del gaming digital.
Contexto económico y timing de los anuncios
Los despidos anunciados coinciden estratégicamente con el cierre del año fiscal de Microsoft, que finaliza el 30 de junio. Este timing permite a la compañía incorporar los ahorros de costos en sus resultados financieros del próximo período, mejorando potencialmente sus métricas de rentabilidad ante inversionistas y analistas.
La reorganización se enmarca en un contexto económico más amplio donde las empresas tecnológicas han implementado medidas de austeridad tras años de crecimiento acelerado durante la pandemia. Microsoft, como muchas de sus competidoras, está recalibrando sus operaciones para mantener márgenes de beneficio en un entorno económico más desafiante.
Impacto en la industria del videojuego
Estos recortes en Xbox reflejan tendencias más amplias en la industria del videojuego, donde las grandes corporaciones están priorizando la eficiencia operativa sobre la expansión agresiva. La consolidación del sector, ejemplificada por adquisiciones como la de Activision Blizzard, ha resultado en duplicidades organizacionales que requieren resolución a través de reestructuraciones.
La industria observará atentamente cómo estos cambios afectan la capacidad creativa y competitiva de Xbox en el mercado. Mientras que los recortes pueden mejorar la rentabilidad a corto plazo, existe incertidumbre sobre su impacto en la innovación y desarrollo de nuevos productos que impulsen el crecimiento futuro de la división.
La próxima semana será crucial para entender el alcance completo de esta reorganización y sus implicaciones para el futuro de Xbox como plataforma de gaming y para Microsoft como actor dominante en la industria del entretenimiento digital.