La aplastante derrota del oficialismo libertario en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires desencadenó una jornada de pánico en los mercados financieros argentinos. El partido La Libertad Avanza del presidente Javier Milei obtuvo apenas un 33% de los votos frente al 47% de la coalición peronista Fuerza Patria, una diferencia de 14 puntos porcentuales que superó ampliamente las expectativas más pesimistas y provocó una reacción en cadena que se sintió desde Wall Street hasta el mercado cambiario local.
Wall Street castigó duramente a los activos argentinos con caídas históricas
La apertura de la Bolsa de Nueva York marcó el tono de la jornada con retrocesos devastadores para las empresas argentinas. Los American Depositary Receipts (ADR) de los bancos lideraron las pérdidas, con Banco Macro desplomándose un 20,7% y Banco Francés retrocediendo un 19,9%. El Banco Supervielle y BBVA Argentina también registraron caídas superiores al 20%, mientras que una docena de acciones argentinas experimentaron retrocesos de dos dígitos.
Según datos recopilados por Bloomberg, se trató de la mayor caída diaria de la renta variable argentina desde 2020. Los mercados interpretaron el resultado electoral como una señal de debilitamiento del respaldo político al programa económico de Milei, generando dudas sobre la continuidad de las reformas estructurales implementadas por su administración.
El índice Merval se desplomó más del 13% en la plaza local
La Bolsa de Buenos Aires no fue ajena al vendaval financiero. El índice S&P Merval cerró la jornada con una caída del 13,2%, ubicándose en 1.732.924 puntos. Medido al tipo de cambio implícito, el retroceso superó el 16%, reflejando la presión adicional ejercida por la depreciación del peso argentino.
Las acciones de las principales empresas del país registraron fuertes bajas en toda la jornada, con los papeles del sector financiero y energético entre los más castigados. La combinación de factores políticos y económicos generó un clima de incertidumbre que se tradujo en masivas ventas de activos locales.
El peso argentino marca un nuevo récord histórico frente al dólar
La moneda argentina experimentó una jornada volátil que la llevó a tocar nuevos mínimos históricos. El dólar oficial abrió con una cotización de 1.460 pesos por unidad, representando una caída libre del 6% respecto al cierre del viernes anterior. Aunque posteriormente moderó las pérdidas, cerró en 1.425 pesos por dólar, estableciendo un nuevo récord y acumulando una depreciación del 3,26% en la jornada.
Durante el transcurso del día, la divisa estadounidense llegó a tocar el límite superior de la banda de flotación establecida en 1.470 pesos, forzando la intervención de las autoridades económicas. El Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, se vio obligado a vender dólares de las reservas para contener la presión cambiaria, una estrategia que ya había implementado la semana anterior.
El riesgo país se dispara por encima de los 1.100 puntos básicos
El indicador que mide la percepción de riesgo de los bonos argentinos experimentó un salto significativo, superando la barrera de los 1.100 puntos básicos según la medición de JP Morgan. Este nivel representa un alejamiento considerable de los mercados internacionales de crédito y refleja las crecientes dudas de los inversores sobre la capacidad del país para cumplir con sus compromisos de deuda.
Los bonos soberanos en dólares se hundieron entre 6,1% y 9,1% a lo largo de toda la curva de rendimientos. Los títulos que vencen en 2035 retrocedieron 5,5 centavos para cotizar a 56,09 centavos por dólar, con una rentabilidad que escaló hasta el 12,6%. La deuda argentina registró el peor comportamiento entre todos los mercados emergentes en la jornada.
La estrategia política de confrontación se convierte en un boomerang electoral
El resultado adverso representa una ironía política significativa. Durante las semanas previas a la elección, el propio gobierno de Milei había agitado el temor al «riesgo kuka» —en referencia al kirchnerismo— como explicación para la presión sobre el peso y los activos financieros. La administración libertaria convirtió lo que debía ser una elección menor de legisladores provinciales y concejales en una «batalla a muerte» contra la oposición peronista.
Sin embargo, la estrategia de confrontación tuvo efectos contraproducentes. En lugar de propinar el «último clavo en el cajón del kirchnerismo», como había prometido el presidente, sucesivos errores políticos fortalecieron a la oposición en su bastión histórico. La provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40% del padrón electoral nacional, demostró que el peronismo mantiene su vigencia en el territorio que tradicionalmente marca las tendencias políticas del país.
El gobierno mantiene su rumbo económico pese a las turbulencias financieras
Ante el panorama adverso, tanto Milei como su ministro de Economía reafirmaron su compromiso con el programa económico vigente. En su discurso de la noche electoral, el presidente reconoció la derrota pero anticipó que no habrá cambios en la política económica: «No se retrocede ni un milímetro en la política del Gobierno, el rumbo lo vamos a acelerar más».
Luis Caputo reforzó este mensaje a través de las redes sociales, asegurando que «nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario». Sin embargo, los mercados muestran escepticismo ante estas declaraciones, considerando que el gobierno ya modificó su política monetaria la semana pasada al abandonar en la práctica el sistema de bandas de libre flotación acordado con el Fondo Monetario Internacional.
Las reservas bajo presión y el desafío de octubre
La necesidad de intervenir en el mercado cambiario para sostener el peso genera preocupaciones adicionales sobre el magro colchón de reservas internacionales del país. Si la venta de dólares se acelera en las semanas previas a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, Argentina podría ver comprometida su capacidad para afrontar los próximos vencimientos de deuda externa.
Los analistas de Morgan Stanley advirtieron que la derrota del domingo «aumenta la probabilidad de un escenario negativo en el que el mercado cuestiona la posibilidad de que continúen las reformas y aumenta la incertidumbre sobre las futuras fuentes de financiación externa». Por su parte, JP Morgan señaló que «la magnitud de la derrota superó con creces las expectativas» y que el peso «sigue siendo vulnerable a una mayor depreciación».
El impacto del escándalo familiar en la imagen presidencial
El contexto político se ve agravado por un escándalo de presunta corrupción que involucra a Karina Milei, hermana del presidente y su principal asesora política. Desde que estalló esta controversia, el principal índice bursátil argentino había caído aproximadamente un 20%, los bonos gubernamentales internacionales se desplomaron y la presión sobre el peso se intensificó, obligando a las autoridades a intervenir en el mercado cambiario.
Las presiones económicas y políticas han provocado una fuerte caída en los indicadores de confianza tanto del gobierno como del consumidor, ensombreciendo las perspectivas de los mercados para los próximos meses.
Incertidumbre hacia las elecciones legislativas nacionales de octubre
Con siete semanas por delante hasta las elecciones legislativas nacionales, Milei enfrenta el desafío de recuperar el apoyo político necesario para garantizar la gobernabilidad en la segunda mitad de su mandato. La Libertad Avanza, que carece de mayorías propias en ambas cámaras del Congreso, había logrado inicialmente el respaldo del Pro de Mauricio Macri y del radicalismo, pero perdió estos apoyos en los últimos meses y desde entonces ha sufrido duras derrotas legislativas.
Los expertos consideran que aunque la dinámica electoral en otras provincias será diferente a la de Buenos Aires, el resultado del domingo representa un revés político importante que podría comprometer la capacidad del gobierno para impulsar reformas de calado. Goldman Sachs señaló que las elecciones provinciales «probablemente tendrán un efecto muy limitado en la combinación de políticas del gobierno de Milei; sin embargo, representan un revés político importante».
El objetivo inmediato del presidente es superar las elecciones legislativas con la inflación controlada, manteniendo el ancla cambiaria como herramienta fundamental de su estrategia económica. Sin embargo, la creciente presión sobre los mercados y la necesidad de preservar las reservas internacionales plantean desafíos significativos para los próximos dos meses críticos de su gestión.




