Las empresas tecnológicas estadounidenses consolidan su dominio en el ranking de las corporaciones más valiosas del mundo, aunque la composición del podio experimenta cambios significativos. Nvidia conserva la primera posición tras su reciente desplome desde los US$5 billones, mientras Alphabet irrumpe en el tercer lugar y Broadcom se posiciona por encima de dos integrantes de las «7 magníficas».

Reconfiguración del podio tecnológico global

El fabricante de microchips Nvidia se mantiene como la empresa más valiosa del planeta con una capitalización bursátil de US$4,372 billones al 21 de noviembre de 2025, pese a haber experimentado una caída pronunciada tras superar la barrera de los US$5 billones. Esta volatilidad refleja la sensibilidad del mercado ante las perspectivas del sector de inteligencia artificial, motor principal del crecimiento de la compañía.

Apple ocupa el segundo escalón con US$4,020 billones, manteniendo su tradicional presencia en las posiciones de élite. Sin embargo, el movimiento más significativo lo protagoniza Alphabet, matriz de Google, que con US$3,578 billones desplazó a Microsoft del tercer puesto durante la jornada bursátil del viernes 21 de noviembre. La corporación de Redmond retrocede al cuarto lugar con US$3,513 billones.

Este reordenamiento rompe la dinámica observada durante los últimos dos años, cuando únicamente Nvidia, Apple y Microsoft se alternaban las primeras posiciones. La irrupción de Alphabet en este selecto grupo señala una revalorización de sus activos vinculados al desarrollo de soluciones de inteligencia artificial y servicios en la nube.

Broadcom desafía a las empresas magníficas

Más allá del podio, emerge un fenómeno particularmente notable: Broadcom, con una valuación de US$1,606 billones, supera actualmente a dos integrantes del exclusivo grupo de las «7 magníficas». Meta Platforms registra US$1,488 billones, mientras Tesla cierra la lista de las diez primeras con US$1,318 billones.

La singularidad radica en que Broadcom, impulsada por la creciente demanda de semiconductores y servicios relacionados con inteligencia artificial, no forma parte de ese selecto conjunto de empresas tecnológicas que tradicionalmente han dominado el mercado. Su ascenso evidencia cómo la revolución de la IA está redistribuyendo el valor corporativo más allá de las compañías históricamente dominantes.

Composición completa del ranking mundial

El listado de las diez corporaciones de mayor valor bursátil al 21 de noviembre de 2025 se completa con Amazon en quinta posición (US$2,339 billones), seguida por la petrolera saudí Aramco (US$1,662 billones), que constituye la única empresa no tecnológica en el top siete. TSMC, el gigante taiwanés de fabricación de semiconductores, ocupa el noveno lugar con US$1,424 billones.

En el decimoprimer puesto aparece Berkshire Hathaway, el holding financiero dirigido por Warren Buffett, con una capitalización de US$1,081 billones, lo que subraya la distancia existente entre las empresas tecnológicas y otros sectores económicos tradicionales.

Liderazgo latinoamericano: MercadoLibre y la batalla brasileña

En el panorama latinoamericano, MercadoLibre conserva su posición como la empresa más valiosa de la región con US$98.080 millones, ubicándose en el puesto 206 del ranking global. El marketplace argentino mantiene su ventaja competitiva en el comercio electrónico regional.

El segundo lugar latinoamericano presenta mayor dinamismo. Aunque la estatal brasileña Petrobras figura con US$82.060 millones según los datos del 21 de noviembre, información posterior revela un cambio significativo: Nubank habría desplazado a la petrolera como segunda empresa más valiosa de la región.

El ascenso meteórico de Nubank

La fintech brasileña logró este hito tras presentar formalmente una solicitud para operar como banco nacional en Estados Unidos, decisión que catalizó un incremento superior al 5% en el valor de sus acciones. En lo que transcurre de 2025, Nubank acumula una valorización del 50,52%, cerrando el lunes a US$16 por papel.

Según datos, la capitalización de Nubank alcanzaba US$77.300 millones, frente a US$74.700 millones de Petrobras. Esta última ha enfrentado una caída superior al 17% en medio de la volatilidad de los precios del petróleo internacional.

Los resultados operativos de Nubank sustentan su revalorización: reportó un crecimiento interanual del 17% en su base de clientes, alcanzando 122,7 millones de usuarios consolidados en Brasil, México y Colombia. Su ingreso neto trimestral se situó en US$637 millones, con un retorno sobre patrimonio ajustado del 31%. La cartera de crédito llegó a US$27.300 millones, mientras los depósitos sumaron US$36.600 millones.

Panorama corporativo latinoamericano

El ranking completo de las principales empresas latinoamericanas por capitalización de mercado al 27 de octubre incluye a Itaú Unibanco (US$72.800 millones), América Móvil (US$68.800 millones), Grupo México (US$65.700 millones), Walmart de México (US$57.900 millones), Vale (US$52.000 millones), BTG Pactual (US$42.400 millones) y Ambev (US$35.600 millones).

Perspectivas del mercado global

La configuración actual del ranking mundial refleja la supremacía absoluta del sector tecnológico, particularmente de empresas vinculadas al desarrollo y comercialización de soluciones de inteligencia artificial. La volatilidad observada en las valuaciones sugiere que el mercado continúa ajustando sus expectativas respecto al potencial de crecimiento de estas tecnologías.

El desplazamiento de Microsoft del podio y el ascenso de Broadcom evidencian que incluso dentro del ecosistema tecnológico existe una redistribución constante del valor corporativo. Las empresas fabricantes de semiconductores y proveedoras de infraestructura para IA se benefician directamente de la expansión de esta tecnología, mientras que las plataformas digitales tradicionales enfrentan mayor competencia.

En el contexto latinoamericano, el duelo entre Nubank y Petrobras simboliza la transición económica regional: una fintech digital desafiando a una petrolera estatal tradicional por el liderazgo corporativo. Esta dinámica refleja tendencias globales de digitalización financiera y menor dependencia de los commodities tradicionales como fuentes de valor empresarial.