La Comisión Europea ha impuesto este miércoles las primeras sanciones bajo la nueva Ley de Mercados Digitales (DMA), multando a Apple con 500 millones de euros (570 millones de dólares) y a Meta con 200 millones de euros (228 millones de dólares). Estas sanciones históricas marcan un punto de inflexión en los esfuerzos de la UE para regular a los gigantes tecnológicos y garantizar una competencia más justa en el mercado digital europeo.

El conflicto entre regulación europea y presión estadounidense

Las multas llegan en un momento de creciente tensión comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos. El presidente estadounidense Donald Trump ha amenazado con imponer aranceles a los países que penalicen a empresas americanas, lo que podría intensificar el conflicto diplomático. Las grandes tecnológicas, por su parte, han mostrado abiertamente su cercanía con la nueva administración estadounidense, a la que han solicitado ayuda para evitar acatar las normas digitales europeas.

Aunque las sanciones son significativas, quedan lejos del máximo contemplado en la regulación: un 10% de la facturación anual de las empresas infractoras. La Comisión Europea ha explicado que la cuantía se ha determinado considerando «la gravedad y duración del incumplimiento», ya que el DMA entró en vigor de forma escalonada entre 2023 y 2024.

Más allá de la multa: cambios obligatorios en el modelo de negocio

El objetivo principal de estas sanciones no es recaudatorio, sino forzar cambios estructurales en las prácticas comerciales de estas empresas. En el caso de Apple, la Comisión ordena eliminar los obstáculos que impiden a los desarrolladores beneficiarse de canales de distribución alternativos a la App Store. Para Meta, la multa cuestiona el modelo de «aceptar o pagar» que obliga a los usuarios a ceder sus datos personales o pagar por usar sus redes sociales.

Estas exigencias afectan directamente al modelo de negocio de ambas compañías, lo que explica su fuerte resistencia. A diferencia de las anteriores multas por infracciones a la ley de competencia, el DMA busca corregir las prácticas anticompetitivas con mayor rapidez, otorgando a las empresas solo 60 días para implementar los cambios requeridos o enfrentar multas periódicas adicionales.

El caso específico de Apple: restricciones en la App Store

La Comisión ha determinado que Apple ha incumplido su obligación de permitir la redirección de usuarios hacia ofertas y compras fuera de App Store. Las restricciones impuestas por la compañía impiden que los desarrolladores informen a los usuarios sobre alternativas externas, limitando la competencia y las opciones para los consumidores.

La multa de 500 millones de euros viene acompañada de la orden de eliminar estas restricciones técnicas y comerciales en un plazo de 60 días. Apple debe permitir que los desarrolladores puedan informar libremente sobre ofertas alternativas y facilitar el acceso a diferentes opciones de compra fuera de su ecosistema cerrado.

El caso de Meta: el controvertido modelo «consentir o pagar»

Para Meta, la multa de 200 millones de euros responde al incumplimiento de ofrecer a los consumidores una opción que utilice menos datos personales. El modelo «consentir o pagar» introducido en 2023, que obliga a los usuarios a elegir entre ceder sus datos o pagar por usar Facebook e Instagram, fue declarado ilegal desde su lanzamiento.

La Comisión Europea ha sido clara al respecto: «Si un usuario rechaza dicho consentimiento, debe tener acceso a una alternativa menos personalizada pero equivalente». Meta deberá modificar este sistema para cumplir con la normativa europea.

Historial de sanciones y la respuesta de las tecnológicas

Esta no es la primera vez que ambas empresas enfrentan multas en Europa. En marzo de 2024, Apple fue sancionada con 1.800 millones de euros tras una demanda de Spotify por abuso de posición dominante. Francia también le impuso recientemente una multa de 150 millones de euros por prácticas similares en el sector de la publicidad móvil.

Meta ha recibido igualmente sanciones previas, incluyendo casi 800 millones de euros por infracciones relacionadas con Facebook Marketplace y 1.200 millones por incumplir el Reglamento General de Protección de Datos.

Las reacciones de ambas empresas han sido contundentes. Apple ha anunciado que apelará la decisión, argumentando que se les ha señalado «injustamente» y que las medidas «son perjudiciales para la privacidad y seguridad» de sus usuarios. Meta, por su parte, acusa a la Comisión Europea de intentar «perjudicar a las empresas estadounidenses exitosas mientras permite que empresas chinas y europeas operen bajo estándares diferentes».

Implicaciones para el futuro de la regulación digital

Estas primeras sanciones bajo el DMA representan un precedente significativo en la regulación de las grandes tecnológicas a nivel global. La determinación de la UE para hacer cumplir su nueva legislación digital, a pesar de las presiones políticas y comerciales, podría inspirar iniciativas similares en otras jurisdicciones.

El enfoque europeo prioriza la velocidad y efectividad de las correcciones por encima del monto de las sanciones, buscando transformar rápidamente las prácticas anticompetitivas en vez de imponer multas que puedan ser absorbidas como un simple costo operativo por estas gigantescas corporaciones.

Con un plazo de 60 días para implementar los cambios exigidos, tanto Apple como Meta se encuentran ahora en una encrucijada: adaptar fundamentalmente sus modelos de negocio para cumplir con la regulación europea o arriesgarse a un enfrentamiento prolongado con consecuencias potencialmente más severas. La resolución de este conflicto determinará en gran medida el futuro de la relación entre las grandes tecnológicas estadounidenses y el mercado europeo.