La mayor red eléctrica de Estados Unidos enfrenta una crisis sin precedentes que obligará a hogares y empresas a desembolsar US$16.100 millones para garantizar el suministro energético, marcando un incremento del 22% respecto al récord anterior de US$14.700 millones. Este aumento histórico, resultado de la subasta anual de capacidad de PJM Interconnection LLC, refleja la presión creciente que ejercen los centros de datos de inteligencia artificial sobre la infraestructura eléctrica nacional.

PJM fija precio récord de capacidad en medio de escasez energética

El operador de la red que se extiende desde el Medio Oeste hasta el Atlántico medio estableció el precio de capacidad por megavatio diario en US$329,17, un salto significativo desde los US$269,92 registrados anteriormente. Esta cifra alcanzó el tope máximo del nuevo rango de precios implementado tras las oscilaciones bruscas de 2023, cuando los costos se dispararon un 600%.

La subasta, diseñada para asegurar el suministro energético durante 2026, incorporó por primera vez un mecanismo de precios mínimo y máximo fijado entre US$177,24 y US$329,17. Esta medida surgió tras un acuerdo con el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, para implementar un tope de ganancias por dos años y estabilizar el mercado.

Centros de datos impulsan la mayor demanda eléctrica en décadas

«La mayor parte del aumento de la demanda se debió a grandes cargas y a la incorporación de centros de datos», declaró Stu Bresler, vicepresidente ejecutivo de PJM, confirmando que el auge de la inteligencia artificial fue determinante en el alza de este año. La explosión de centros de datos dedicados a IA representa el mayor incremento de demanda eléctrica en décadas en Estados Unidos.

Para 2030, PJM proyecta un aumento de 32 gigavatios en la demanda de su sistema, de los cuales 30 gigavatios provendrán exclusivamente de centros de datos. Estas instalaciones consumen energía comparable a la de pueblos o ciudades pequeñas, ejerciendo una presión sin precedentes sobre la red que atiende a 67 millones de clientes en 13 estados.

Impacto directo en las facturas de consumidores residenciales

El incremento en los costos de capacidad se trasladará directamente a las facturas de electricidad, con estimaciones que indican aumentos entre 1,5% y 5% para los hogares a partir de 2026. En algunas regiones del territorio de PJM, se espera que las facturas se incrementen más de 20% durante el verano, particularmente en zonas con alta concentración de centros de datos como el «Data Center Alley» del norte de Virginia.

David Lapp, asesor legal de Maryland, expresó su preocupación por el hecho de que «los consumidores residenciales terminarán cubriendo la demanda energética de gigantes tecnológicos». Esta situación ha generado tensiones políticas, con el gobernador de Pensilvania amenazando con abandonar la red y cambios significativos en la dirección de PJM.

Generadoras eléctricas obtienen beneficios récord

Las empresas productoras de energía celebraron los resultados de la subasta con aumentos significativos en sus cotizaciones bursátiles. Constellation Energy Corp. y Talen Energy Corp. registraron alzas al cierre del martes en Nueva York, con Talen experimentando incrementos superiores al 10%.

Los ingresos esperados por las principales generadoras reflejan la magnitud del negocio: Constellation Energy anticipa recaudar US$2.200 millones, Vistra espera US$1.200 millones, y Talen proyecta US$805 millones. Según el analista de Barclays Nick Campenella, estas empresas han invertido más de US$34.000 millones este año en adquisiciones de plantas, principalmente de gas natural, para responder al auge de la IA.

Composición energética mantiene dependencia de combustibles fósiles

La mezcla energética resultante de la subasta muestra una dependencia continua de combustibles fósiles, con gas natural representando el 45% de la capacidad, seguido por energía nuclear (21%) y carbón (22%). Las fuentes renovables mantienen una participación limitada: hidroeléctrica (4%), eólica (3%) y solar (1%).

Bresler indicó que la subasta mostró un aumento de más de 2 gigavatios en capacidad eólica, mientras que la de gas natural se redujo en casi 3 gigavatios. Sin embargo, pese a la aprobación de nuevos proyectos que suman 46 gigavatios de capacidad renovable, los retrasos en permisos, problemas de financiamiento y oposición local dificultan su materialización.

Crisis de oferta agravada por cierre de plantas convencionales

PJM ha perdido más de 5,6 gigavatios netos en la última década, con centrales eléctricas cerrándose a un ritmo mayor que la entrada en operación de nuevas plantas. En 2024, la red añadió apenas 5 gigavatios de capacidad de generación, menos que las redes más pequeñas de California y Texas.

Jon Gordon, director de políticas en Advanced Energy United, explicó que los pagos elevados a generadores se mantienen debido al «ingreso acelerado de nuevos centros de datos» coincidiendo con «el cierre de plantas antiguas y el retraso en inversiones en nueva infraestructura».

Impacto ambiental: consumo masivo de agua y emisiones de CO2

Más allá del desafío energético, los centros de datos plantean serios problemas ambientales. Un informe reciente de Mistral AI reveló que entrenar su modelo Large 2 consumió 281.000 metros cúbicos de agua —equivalente a 112 piscinas olímpicas— y generó 20.000 toneladas de CO2 equivalente.

La refrigeración por torres de enfriamiento, necesaria para mantener operativas las GPU que procesan los modelos de IA, requiere enormes cantidades de agua para la evaporación. Incluso las consultas individuales tienen impacto: generar una respuesta de 400 caracteres consume 45 mililitros de agua y genera 1,14 gramos de CO2.

Tensiones políticas crecientes

La crisis energética provocada por la IA ha transformado la subasta anual de PJM de un evento técnico seguido solo por operadores en un tema de escrutinio político y preocupación pública. Sean Kelly, de Amperon Holdings, advirtió que el alza de precios «revela una escasez crítica de generación eléctrica».

Con el vencimiento próximo de subsidios a energías renovables, se anticipa una aceleración en la construcción de plantas solares y eólicas antes de 2027. Sin embargo, la tensión entre la demanda creciente de IA y la capacidad de respuesta del sistema eléctrico promete mantenerse como uno de los principales desafíos económicos y ambientales de la próxima década.

La situación de PJM ilustra un dilema más amplio: mientras la inteligencia artificial promete transformar la economía, su voraz apetito energético está redefiniendo los mercados eléctricos y trasladando costos significativos a consumidores que no necesariamente se beneficiarán directamente de estas tecnologías.