La informalidad laboral sigue creciendo en Paraguay
Un nuevo informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela una preocupante realidad: la informalidad laboral en Paraguay sigue en aumento. Según los datos más recientes, casi un millón y medio de paraguayos desempeñan sus actividades en el sector informal, lo que representa un incremento significativo en comparación con el año anterior.
Este fenómeno se traduce en una fuerza laboral desprotegida, sin acceso a derechos laborales básicos como la seguridad social o la estabilidad laboral. Asalariados que no aportan a la jubilación y trabajadores independientes sin registro fiscal son la cara de una economía que, a pesar de los avances, aún presenta grandes desafíos en materia de formalización.
Si bien la tasa de desocupación ha experimentado un leve descenso, este dato no debe opacar la alarmante situación de la informalidad. El aumento de la población ocupada se concentra principalmente en los sectores secundario y terciario, pero este crecimiento está acompañado de una precarización laboral que impacta directamente en la calidad de vida de miles de familias.
La informalidad es un problema complejo con múltiples causas, entre las que se destacan la falta de oportunidades laborales formales, la informalidad de la economía y la debilidad de las instituciones encargadas de la fiscalización y el control.
Ante este panorama, resulta urgente implementar políticas públicas que promuevan la formalización laboral, fomenten la creación de empleo de calidad y garanticen el cumplimiento de los derechos de los trabajadores. Es necesario fortalecer los mecanismos de control y sanción para aquellos empleadores que evaden sus obligaciones, así como brindar incentivos a las empresas que formalicen sus operaciones.
La informalidad no solo afecta a los trabajadores, sino que también tiene un impacto negativo en la economía en su conjunto, al generar competencia desleal, reducir la recaudación fiscal y limitar el desarrollo de un mercado laboral más justo y equitativo.
Es fundamental que el gobierno, el sector privado y la sociedad civil trabajen en conjunto para encontrar soluciones a este problema estructural que sigue siendo uno de los mayores desafíos que enfrenta Paraguay.