La política comercial proteccionista impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump está generando un impacto económico sin precedentes en el panorama empresarial global. Según un estudio reciente de S&P Global Market Intelligence, las compañías enfrentarán costes adicionales por valor de 1,2 billones de dólares durante 2025 como consecuencia directa de la escalada arancelaria, una carga que en gran medida recaerá sobre los consumidores finales.
Impacto global: 907.000 millones de dólares adicionales en costes operativos
El análisis de S&P Global Market Intelligence revela que, aunque los aranceles presentan variaciones significativas según los países, sus efectos se extienden de manera transversal a través de las economías globales. Del total de sobrecostes estimados, aproximadamente 907.000 millones de dólares corresponden a incrementos directos en los costes de producción y operación de las empresas.
La investigación advierte que más de la mitad de esta carga económica, específicamente 592.000 millones de dólares, será trasladada inevitablemente a los consumidores mediante aumentos en los precios de productos y servicios. Esta situación se produce en un contexto donde los compradores ya muestran una actitud cada vez más cautelosa respecto a las adquisiciones no esenciales.
Las pequeñas empresas, principales víctimas de la tensión comercial
El informe subraya que las compañías de menor tamaño son especialmente vulnerables ante este escenario arancelario. Su falta de diversificación geográfica y productiva las convierte en objetivos frágiles frente a los costes adicionales impuestos sobre las cadenas de suministro globales. Esta realidad contrasta con las corporaciones multinacionales, que cuentan con mayor capacidad para redistribuir su producción o absorber parte del impacto financiero.
El sector textil estadounidense bajo presión
El sector de la moda en Estados Unidos ejemplifica claramente las consecuencias de esta guerra comercial. El estudio de S&P recopiló datos de una treintena de marcas estadounidenses entre agosto y octubre, abarcando el segundo trimestre fiscal, periodo en el cual las empresas comenzaron a identificar riesgos significativos en su rentabilidad.
American Eagle, una de las principales cadenas de retail del país, ha reducido sus estimaciones trimestrales con un impacto previsto de 20 millones de dólares únicamente en el tercer trimestre. La estrategia predominante entre las empresas del sector consiste en evitar incrementos generalizados de precios, una decisión motivada por el comportamiento cada vez más selectivo de los consumidores, quienes están optando por alternativas más económicas.
Para mitigar el aumento de costes, varias compañías han optado por acumular inventario antes de la implementación de los aranceles. Levi’s cerró su último trimestre con un incremento del 8% en unidades de inventario respecto al año anterior, mientras que PVH, propietaria de Tommy Hilfiger y Calvin Klein, registró un aumento del 13% en su inventario al final del segundo trimestre comparado con el mismo periodo del año previo.
La industria farmacéutica europea: 19.000 millones de dólares en riesgo
Un informe elaborado por el área de Healthcare de LLYC alerta sobre un panorama particularmente crítico para la industria farmacéutica europea. La nueva política comercial estadounidense podría generar un sobrecoste anual de hasta 19.000 millones de dólares, comprometiendo directamente la competitividad, la innovación y el acceso de los pacientes a tratamientos esenciales.
El documento analiza las consecuencias de la imposición de aranceles del 15% a los medicamentos de marca exportados desde la Unión Europea, una medida que rompe con más de tres décadas de exención arancelaria en el sector farmacéutico. Adicionalmente, la administración Trump ha amenazado con elevar estas tasas hasta el 100% para las compañías que no localicen su producción dentro del territorio estadounidense.
España: 1.095 millones de euros en exportaciones farmacéuticas amenazadas
El estudio de LLYC destaca que el sector farmacéutico español, que se encuentra en plena expansión con una marcada orientación internacional, enfrenta riesgos considerables. En 2024, España exportó medicamentos a Estados Unidos por valor de 1.095 millones de euros, posicionándose entre los cinco productos más vendidos al exterior del país.
La imposición arancelaria podría provocar una reducción significativa de la cuota de mercado española, generando efectos negativos en el empleo, especialmente en un contexto de tensiones comerciales y potencial reubicación de inversiones hacia territorio estadounidense.
Farmaindustria, la patronal del sector, expresó su «inquietud» ante el acuerdo alcanzado entre la UE y Estados Unidos. La organización advierte que la falta de detalles oficiales sobre la aplicación de los aranceles genera incertidumbre considerable y que cualquier incremento arancelario podría encarecer el acceso a medicamentos, poner en riesgo las cadenas de suministro y obstaculizar inversiones en innovación.
Según las estimaciones de la patronal, los aranceles podrían elevar en 30.000 millones de euros los costes de producción en Europa y desincentivar proyectos de inversión (Capex) por valor de 100.000 millones de euros en los próximos cuatro años. Adicionalmente, el 24% de los insumos utilizados en la fabricación de medicamentos procede de Estados Unidos, incrementando la vulnerabilidad del sector europeo ante un escenario proteccionista.
Innovación farmacéutica y acceso a tratamientos en peligro
El informe de LLYC subraya que las nuevas medidas comerciales no solamente incrementarán los costes operativos, sino que también podrían retrasar la llegada de terapias innovadoras al mercado europeo. Según estimaciones de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia), la imposición de aranceles tendrá un impacto directo en los márgenes de inversión y en los proyectos de investigación y desarrollo, con consecuencias para la competitividad y la disponibilidad de tratamientos.
El análisis también examina la política de precios estadounidense Most Favored Nation (MFN), que busca equiparar los precios de los medicamentos en Estados Unidos con los más bajos de los países de la OCDE. LLYC advierte que, si se aplica de forma estricta, esta medida podría presionar a los países europeos a aceptar precios más elevados, tensionando los presupuestos sanitarios y retrasando el acceso a nuevos fármacos.
«Si los gobiernos europeos no actúan de forma coordinada y crean incentivos reales, los principales perjudicados serán los pacientes, que verán limitado su acceso a tratamientos y medicamentos innovadores», concluye el informe de LLYC.
Pérdidas globales: 35.000 millones de dólares hasta septiembre
Un análisis elaborado por Reuters cuantifica que las pérdidas de las empresas globales por los costes de los gravámenes impuestos por Trump han ascendido a 35.000 millones de dólares hasta septiembre de 2025. Estas pérdidas han superado las estimaciones iniciales de las compañías, que calculaban un impacto financiero de entre 21.000 y 22.900 millones de dólares en ese mismo periodo.
Esta situación ha provocado que numerosas empresas reduzcan sus pronósticos de ventas y producción para el cierre de 2025 y durante 2026, especialmente en los sectores estratégicos más perjudicados por las tarifas estadounidenses.
El sector automotriz: el más golpeado por los aranceles
Los sectores automotriz y tecnológico han sido los más perjudicados por los aranceles de Trump, principalmente debido a las constantes tensiones comerciales con China y otras naciones asiáticas, esenciales para la producción de estas industrias.
La automotriz Toyota ha proyectado que los gravámenes le generarán pérdidas por 9.500 millones de dólares en el año, a pesar del acuerdo arancelario alcanzado por Trump con la Unión Europea y Japón. Por su parte, Ford espera un impacto acumulado de 3.000 millones de dólares para el cierre del año, mientras que Honda estimó pérdidas superiores a 2.000 millones de dólares.
En el sector textil, Nike aseguró que sus pérdidas este año oscilarán entre 1.000 y 1.500 millones de dólares, principalmente debido a su dependencia de productos procedentes de Vietnam, país que enfrenta aranceles superiores al 20%.
Señales de desaceleración en el impacto arancelario
A pesar del panorama adverso, las empresas globales han identificado señales esperanzadoras en medio de las tensiones comerciales. El impacto arancelario ha comenzado a desacelerarse, motivando a numerosas compañías a revisar a la baja sus proyecciones de pérdidas.
En mayo, un mes después de que Trump anunciara aranceles en el llamado «Día de la Liberación», el impacto económico para las empresas ascendía a 34.000 millones de dólares. A seis meses de ese anuncio, el impacto solo aumentó 1.000 millones de dólares, mejorando considerablemente el panorama empresarial.
«Creo que existe la sensación de que hemos llegado a una especie de punto de aterrizaje con algunos de los acuerdos comerciales bilaterales», destacó Andrew Wilson, secretario general adjunto de la Cámara de Comercio Internacional.
La volatilidad de Trump: entre amenazas y retrocesos
Otro factor que ha contribuido a mejorar las expectativas empresariales son los cambios repentinos en las decisiones de Trump, donde numerosos aranceles anunciados son posteriormente eliminados o pospuestos indefinidamente.
Un ejemplo ilustrativo son los aranceles del 100% que Trump anunció para China. Días después, el presidente estadounidense afirmó que no eran sostenibles y anunció su intención de reunirse con Xi Jinping, líder de la nación asiática, para alcanzar acuerdos comerciales.
España responde con un plan de 14.000 millones de euros
A pesar de los riesgos identificados, LLYC también señala una ventana de oportunidad para reforzar la autonomía estratégica europea y avanzar hacia una política industrial común. La consultora destaca que esta coyuntura puede favorecer nuevas inversiones en producción, biotecnología y ensayos clínicos, especialmente en países como España y Portugal, si se establecen marcos legislativos y financieros estables.
En este contexto, el Gobierno de España ha puesto en marcha un Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial, dotado con 14.000 millones de euros, destinado a mitigar los efectos de los aranceles estadounidenses y apoyar a las empresas exportadoras. Aunque no contempla medidas específicas para el sector farmacéutico, LLYC subraya que el plan reforzará la capacidad del país para mantener sus exportaciones y atraer inversión industrial.
Perspectivas: entre la incertidumbre y la adaptación
Las medidas arancelarias implementadas por la administración Trump no han disipado completamente la incertidumbre financiera global, debido a la amenaza latente que representan los gravámenes y su potencial escalada. Sin embargo, han permitido que los empresarios reduzcan el temor de una crisis económica generalizada y que puedan adaptarse progresivamente a la nueva realidad arancelaria.
El informe de LLYC concluye que las políticas arancelarias de Estados Unidos suponen un desafío estructural para la industria farmacéutica europea, pero también representan una oportunidad para reindustrializar el sector y fortalecer su resiliencia. «Europa debe jugar con las mismas reglas de juego que Estados Unidos. Solo así garantizará que la innovación llegue a los pacientes y que el sector siga generando inversión, empleo y crecimiento económico», señala el documento.
La capacidad de las empresas para navegar este complejo escenario comercial, marcado por la volatilidad política y la reconfiguración de las cadenas de suministro globales, determinará en gran medida la estructura económica internacional en los próximos años.