El presidente estadounidense Donald Trump confirmó que en las próximas dos semanas anunciará nuevas medidas arancelarias dirigidas a productos farmacéuticos, como parte de una estrategia más amplia para reforzar la producción nacional de medicamentos. El anuncio se produjo tras la firma de una orden ejecutiva destinada a agilizar los procedimientos para la construcción de instalaciones de fabricación de medicamentos en suelo estadounidense.

«Los anunciaré en las dos próximas semanas», respondió Trump desde el Despacho Oval al ser consultado sobre los detalles de estos gravámenes, que forman parte de una política comercial proteccionista que ha caracterizado su regreso a la Casa Blanca.

Orden ejecutiva busca consolidar la fabricación nacional de medicamentos

La orden ejecutiva firmada busca acelerar significativamente los procesos burocráticos para obtener permisos de construcción de plantas farmacéuticas, incluyendo las autorizaciones necesarias de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA). La iniciativa tiene como objetivo establecer «una sólida base de manufactura nacional» que no solo incluye medicamentos terminados, sino también ingredientes y materiales esenciales para su producción.

Trump adelantó además que la próxima semana realizará otro anuncio «relacionado con el costo de los medicamentos», y reiteró su postura de que otros países «están estafando» a Estados Unidos en este sector, una narrativa que ha mantenido consistentemente en sus políticas comerciales.

Estrategia comercial de relocalización industrial y compensación fiscal

Desde su regreso a la presidencia en enero de 2025, Trump ha intensificado una guerra comercial que afecta a diversos sectores económicos. Esta estrategia persigue dos objetivos principales: relocalizar operaciones manufactureras en territorio estadounidense y utilizar la recaudación proveniente de los aranceles para compensar los recortes de impuestos que planea su administración.

La política arancelaria sobre productos farmacéuticos se suma a otras medidas proteccionistas implementadas en sectores como el automotriz, aunque en este último caso recientemente decidió flexibilizar algunas restricciones.

Flexibilización temporal para el sector automotor

En contraste con el endurecimiento hacia el sector farmacéutico, el pasado martes Trump firmó órdenes ejecutivas para relajar temporalmente algunos de los aranceles del 25% sobre automóviles y autopartes. El presidente describió esta medida como «un puente para que los fabricantes de automóviles trasladen más producción a Estados Unidos».

«Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición, a corto plazo», explicó Trump a los periodistas. «No queríamos penalizarlos».

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, indicó que el objetivo era permitir que los fabricantes de automóviles crearan más empleos de manufactura en territorio nacional: «El presidente Trump ha tenido reuniones con productores de automóviles tanto nacionales como extranjeros, y está comprometido a traer de vuelta la producción de automóviles a Estados Unidos».

Suspensión de financiación para investigaciones en países considerados de riesgo

Paralelamente, Trump firmó otra orden ejecutiva que prohíbe toda financiación federal para investigaciones sobre enfermedades infecciosas consideradas peligrosas en países como China o Irán, a los que el gobierno estadounidense considera que carecen de supervisión adecuada.

Esta medida tiene precedentes en su primer mandato (2017-2021), cuando cuestionó la financiación estadounidense de las llamadas investigaciones de ganancia de función (que implican alterar virus en laboratorios) tras el estallido de la pandemia de COVID-19. En aquel entonces, el Departamento de Salud retiró fondos a la ONG EcoHealth Alliance, que realizó proyectos con el Instituto de Virología de Wuhan, ciudad china donde se cree que pudo originarse el virus.

Impacto global: el caso de la industria farmacéutica suiza

Los aranceles que Estados Unidos podría imponer a los productos farmacéuticos tendrían un impacto considerable tanto en los consumidores como en la industria global. Un caso particularmente sensible es el de Suiza, potencia farmacéutica que podría ver migrar enormes flujos de inversión hacia territorio estadounidense.

Las principales empresas farmacéuticas suizas, Roche y Novartis, ya han anunciado recientemente inversiones millonarias en Estados Unidos. Si bien ninguna mencionó explícitamente los aranceles como motivo, los expertos sugieren que estas inversiones son una estrategia para mitigar el impacto de las medidas proteccionistas que Trump planea implementar.

Investigación gubernamental y posibles aranceles del 25%

El 1 de abril, la administración estadounidense inició una investigación sobre las importaciones de productos farmacéuticos para determinar su impacto en la «seguridad nacional». Según informes del Wall Street Journal, esta investigación podría traducirse en aranceles de hasta el 25% sobre productos farmacéuticos, ingredientes y derivados, que podrían entrar en vigor a mediados de mayo.

Hasta el pasado 2 de abril, los productos farmacéuticos se encontraban entre los pocos bienes exentos de aranceles por parte de Estados Unidos, en consonancia con las directrices de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que recomienda que los medicamentos siempre estén libres de aranceles globales.

El golpe a la industria farmacéutica suiza

Una imposición de aranceles a los medicamentos supondría un duro golpe para la industria farmacéutica suiza. Estados Unidos representa una parte fundamental de los ingresos globales de las principales firmas helvéticas: más del 50% para Roche y alrededor del 40% para Novartis.

Los productos farmacéuticos constituyen el 40% del total de las exportaciones suizas, convirtiendo a esta industria en la principal exportadora del país. Y más de la mitad de estas exportaciones, concretamente el 60%, se destinan a Estados Unidos.

En 2024, las exportaciones farmacéuticas suizas destinadas a Estados Unidos alcanzaron aproximadamente los 35.000 millones de dólares. Si se impusiera el arancel máximo del 25%, el coste para las empresas farmacéuticas helvéticas sería de alrededor de 8.750 millones de dólares.

Estrategias empresariales frente a los aranceles

Las empresas farmacéuticas están explorando alternativas para eludir el impacto de los posibles aranceles. La estrategia más evidente es aumentar la producción en territorio estadounidense, lo que resulta viable para compañías como Roche que ya cuentan con instalaciones en ese país.

Al presentar sus resultados del primer trimestre de 2025, el director general de Roche, Thomas Schinecker, declaró que cuatro de sus medicamentos, que representan el 92% de la exposición de la empresa a los aranceles, ya están siendo reconsiderados para su producción local. La compañía está transfiriendo tecnología a Estados Unidos para fabricar allí un cuarto medicamento que hasta ahora nunca se había producido en territorio norteamericano.

Sin embargo, para las empresas con modelos de producción más descentralizados y globalizados, evitar el impacto arancelario será más complejo y costoso. «A corto plazo, reubicar una planta de producción es casi imposible: garantizar la calidad, obtener las autorizaciones y construir una instalación lleva al menos entre cinco y 10 años», explica René Buholzer, director general de Interpharma, la asociación de la industria farmacéutica suiza dedicada a la investigación.

Inversiones estratégicas en Estados Unidos

Los recientes anuncios de inversión de las farmacéuticas suizas evidencian una reconsideración significativa sobre dónde ubicar su producción futura, analizando factores como la geopolítica y las preocupaciones de seguridad nacional.

Novartis anunció a principios de abril una inversión de 23.000 millones de dólares en Estados Unidos para crear dos centros de innovación y cuatro plantas de fabricación, generando 1.000 nuevos puestos de trabajo. Esta inversión permitirá que «todos los medicamentos clave de Novartis para los pacientes estadounidenses se fabriquen en los Estados Unidos».

Por su parte, Roche, que ya cuenta con 25.000 empleados en 24 centros en territorio estadounidense, anunció en abril una inversión de 50.000 millones de dólares. La compañía afirmó que una vez establecida su nueva capacidad productiva «exportará más medicamentos desde los Estados Unidos de los que importa».

Consecuencias para la competitividad europea

Las inversiones farmacéuticas en Estados Unidos ponen a Suiza y a Europa en una posición complicada. La administración suiza busca demostrar a Trump su disposición para mejorar la balanza comercial bilateral, pero el anuncio de mayores inversiones fuera del país genera preocupación sobre su capacidad para seguir siendo atractivo para las empresas farmacéuticas.

Suiza tiene un peso extraordinario en la investigación y producción farmacéutica, superando incluso a la banca en términos de contribución al PIB. Aproximadamente 50.000 personas trabajan en este sector, representando el 5,4% de la población activa suiza en 2022.

Sin embargo, con una población ligeramente superior a los nueve millones de habitantes, Suiza sigue siendo un mercado pequeño, lo que la pone en desventaja a medida que las grandes empresas sitúan sus plantas de producción estratégicas más cerca de sus mercados principales.

Llamado a Europa para mejorar su competitividad

En medio de la presión arancelaria, las empresas están intensificando sus demandas a los gobiernos europeos para que mejoren los incentivos de permanencia. Recientemente, los directores generales de Novartis y la empresa francesa Sanofi firmaron una carta dirigida al Financial Times pidiendo a Bruselas que «haga lo correcto» para atraer nuevas inversiones farmacéuticas.

Las empresas farmacéuticas argumentan que la creciente presión para reducir los precios de los medicamentos, los retrasos en las aprobaciones y el aumento de las regulaciones han hecho menos competitiva a la Unión Europea. Entre 2010 y 2022, mientras el gasto en I+D farmacéutica en Europa creció a una tasa anual promedio del 4,4%, en Estados Unidos creció al 5,5% y en China al 20,7%.

Schinecker afirma que «hay demasiada burocracia» en Europa, lo que está frenando el crecimiento económico, y añade que es necesario invertir en «industrias básicas y de futuro», entre las que se incluyen los productos farmacéuticos, algo que, según él, tienen claro tanto Estados Unidos como China.

Un momento decisivo para la industria farmacéutica global

Aunque el director de Interpharma considera que los aranceles son perjudiciales para la industria, también estima que este momento puede ser una oportunidad para garantizar mejores condiciones en Suiza y Europa.

«Muchos países están tomando medidas específicas para aumentar su atractivo como destino para las ciencias de la vida», señaló Buholzer, refiriéndose a recientes conversaciones entre los grupos de presión de las industrias farmacéutica y biotecnológica europea y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

En su opinión, Suiza «debe desarrollar una estrategia clara» para las ciencias de la vida, particularmente en las circunstancias actuales. «Los aranceles de Trump perjudican tanto a los pacientes como a la industria, pero están acelerando, sobre todo, el traslado de las inversiones de Europa a Estados Unidos», concluye.