La mayor entidad bancaria de Estados Unidos anuncia que permitirá la compra de la criptomoneda a sus clientes, marcando un punto de inflexión para la industria de activos digitales.
El gigante bancario cambia de rumbo
En un movimiento que podría reconfigurar el panorama financiero estadounidense, JPMorgan, el banco más grande de Estados Unidos, ha anunciado que ofrecerá a sus clientes la posibilidad de comprar Bitcoin. El anuncio, realizado por Jamie Dimon, presidente y CEO de la entidad, durante el día anual de inversores celebrado el 19 de mayo, representa un giro radical en la postura que el gigante financiero había mantenido durante años frente a las criptomonedas.
«Vamos a permitirte comprarlo y vamos a ofrecerlo para las cuentas de los clientes, pero no vamos a custodiarlo», declaró Dimon, quien, a pesar del cambio de política, mantuvo su escepticismo personal sobre la criptomoneda: «No creo que debas fumar, pero defiendo tu derecho a hacerlo. Defiendo el derecho de la gente de comprar Bitcoin».
Esta decisión marca un punto de inflexión no solo para JPMorgan, sino potencialmente para todo el sector bancario tradicional, que hasta ahora ha mostrado reticencias a la integración de activos digitales en sus productos y servicios convencionales.
De la crítica feroz a la adaptación pragmática
La postura de Jamie Dimon hacia Bitcoin ha sido históricamente crítica. En 2018, llegó a calificar la criptomoneda como una «estafa» y durante el mercado alcista de 2021 afirmó que era un activo «sin valor». En una audiencia del Comité Bancario del Senado en 2023, Dimon fue aún más contundente: «Siempre he estado profundamente opuesto a las criptomonedas, Bitcoin, etc. El único caso de uso real es para criminales, traficantes de drogas, lavado de dinero, evasión de impuestos.»
Tan recientemente como en el Foro Económico Mundial de Davos 2024, después de que Bitcoin superara los 100.000 dólares por primera vez, Dimon se refirió a la criptomoneda como «la roca mascota» porque según él «no hace nada».
A pesar de estas críticas, el ejecutivo ha optado por una aproximación pragmática, reconociendo la creciente demanda del mercado y adaptando la oferta de servicios de JPMorgan sin renunciar a sus reservas personales sobre las criptomonedas.
Una oferta limitada pero significativa
Aunque JPMorgan lleva tiempo ofreciendo ciertos productos criptográficos a clientes cualificados, como fondos cotizados de Bitcoin (ETFs), la nueva iniciativa representa una apertura mucho más amplia, potencialmente alcanzando al público general y a los inversores minoristas.
Según informó CNBC citando fuentes cercanas al banco, JPMorgan ofrecerá principalmente acceso a ETFs de Bitcoin. Un aspecto crucial de este servicio es que la entidad no custodiará directamente las criptomonedas, sino que actuará como intermediario, dependiendo de terceros para ese servicio.
Esto sitúa a JPMorgan en una posición diferente a la de sus competidores como Bank of America, Morgan Stanley o Wells Fargo, que hasta ahora han limitado su exposición a las criptomonedas a productos muy específicos y a inversores institucionales o de alto patrimonio.
El efecto Trump en la regulación criptográfica
Uno de los factores clave que ha propiciado este cambio de rumbo ha sido la flexibilización del marco regulatorio bajo la administración de Donald Trump. Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Trump ha adoptado una postura favorable hacia los activos digitales, revocando en febrero la norma SAB 121, que dificultaba que las empresas reguladas por la SEC ofrecieran servicios con criptomonedas.
Adicionalmente, en marzo, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) eliminó el requisito que obligaba a las entidades a solicitar permiso antes de ofrecer servicios relacionados con criptomonedas, permitiéndoles ahora hacerlo directamente.
Este entorno regulatorio más permisivo contrasta con el marco europeo, donde las entidades de crédito deben notificar al regulador su incursión en el mercado cripto, aunque no necesiten autorización previa.
Bitcoin vs Oro: una nueva competencia
Paralelamente a este anuncio, analistas de JPMorgan liderados por el director gerente Nikolaos Panigirtzoglou han observado un cambio significativo en el mercado: «Hemos observado que Bitcoin subió a expensas del oro», señalaron en un reciente informe.
En las últimas tres semanas, mientras el oro perdía un 11% de su valor, cayendo a 3.100 dólares por onza, Bitcoin registraba un aumento del 18%, llegando a cotizar a 105.000 dólares. Según los analistas de JPMorgan, el «comercio de devaluación» se ha transformado en una competencia de suma cero entre ambos activos, en la que Bitcoin está tomando la delantera.
«Prevemos que la competencia de suma cero entre el oro y Bitcoin se extenderá a lo que resta del año, pero creemos que los catalizadores específicos del activo digital generarán un mayor potencial alcista para Bitcoin frente al oro en la segunda mitad del año», afirmaron.
Adopción institucional en aumento
El cambio de postura de JPMorgan se produce en un contexto de creciente adopción institucional de Bitcoin. Empresas como la estadounidense Strategy, que acumula 568.840 BTC, la japonesa Metaplanet, con 6.796 BTC tras adquirir 1.241 BTC el 11 de mayo, y la recientemente creada Twenty One Capital (XXI), que debutó en abril con 42.000 BTC, están incrementando significativamente sus reservas de la criptomoneda.
La adopción también se extiende al ámbito gubernamental, con estados como New Hampshire permitiendo hasta un 5% de sus reservas en Bitcoin, mientras que en Arizona, la ley HB2749 establece un marco para que las criptomonedas consideradas «no reclamadas» puedan ser transferidas a las arcas del Estado.
Visión a futuro inmediato
Los analistas del mercado mantienen previsiones optimistas para el precio de Bitcoin. David Zanoni proyecta un precio de 150.000 dólares para octubre de 2025, Mike Fay estima 157.000 dólares y Joe Albano prevé un máximo de 176.000 dólares.
El posicionamiento de JPMorgan en este mercado podría acelerar esta tendencia alcista, al tiempo que podría provocar un efecto llamada entre otras grandes entidades financieras tradicionales que hasta ahora se habían mantenido al margen del mercado de criptomonedas.
La decisión de JPMorgan representa un punto de inflexión en la integración de los activos digitales en el sistema financiero tradicional y refleja la creciente aceptación de Bitcoin como una clase de activo legítima, incluso entre sus críticos más acérrimos. El banco más grande de Estados Unidos ha decidido que, a pesar de las reservas personales de su CEO, no puede permitirse ignorar la demanda del mercado y el potencial de negocio que representan las criptomonedas en el panorama financiero actual.