El vicepresidente de la Asociación de Bancos (ASOBAN), Beltrán Macchi Salim advierte sobre el riesgo del populismo en nuestro país y pide frenarlo, tenga origen en la izquierda o en la derecha. En diálogo con ECONOMIA, demanda una posición firme y recuerda que “el populismo suena lindo, pero perjudica al que menos tiene”. Observa con preocupación la negociación del Anexo C de Itaipu y considera errado el modelo estatal y de monopolio de la ANDE. Prefiere una buena regulación y una competencia en el mercado para seguir invirtiendo en la distribución de la energía. Antes de aumentar los subsidios, Macchi aboga por una política de inversión para fortalecer el sistema económico y generar trabajo para la gente.
El Lic. Beltrán Macchi, un hombre de dilatada trayectoria empresarial, gremial y filantrópica recibe al equipo del Diario Digital Economía en la sala de reunión del Banco Visión; en uno de los primeros edificios corporativos construido en la llamada nuevo eje económico y comercial de Asunción.
Un hombre sereno y cauto en sus primeros análisis sobre un año tormentoso y el oleaje que deja a su paso y, tal vez, siga por un tiempo indefinido. Luego, afirma y eleva un poco más la voz, con cierto fastidio, cuando repasa las demandas insatisfechas de los paraguayos como “esos retrasos increíbles en el transporte urbano, agua, desagüe, energía eléctrica, servicios que se cobran, pero no se prestan y servicios que se prestan de mala manera”.
Cuando el hilo de la conversación va hurgando nuestra realidad socioeconómica y, especialmente la desnutrida democracia y liderazgo cada vez más raquítico, el empresario apunta a una peligrosa nube que se cierne en el horizonte político: el populismo.
Argumenta su temor, en base a unas leyes surgidas en el Poder Legislativo y avaladas por el poder Ejecutivo y que a su juicio fueron gestados con espíritus populistas y pusieron en riesgos principios republicanos como la igualdad de oportunidades como la Ley de Tarjetas de Créditos que dejó fuera del sistema a miles de ciudadanos. Otra herramienta legal en cierne, según menciona es el proyecto que se estudia en el Congreso y que pretende limitar el uso de la tiene como principal objetivo limitar el uso de la tecnología en la producción agrícola-ganadera. Si a estos dos ejemplos se suman los programas asistencialistas en vez de promover y fortalecer proyectos productivos que incentive el trabajo digno y libere a la gente de las dependencias. Con estas herramientas, para Beltrán Macchi estamos en un escenario muy favorable para que surjan líderes con rasgos populistas.
Entonces plantea la necesidad de “frenar el populismo, que no tiene signos, porque puede ser de derecha o izquierda y, aunque suena lindo, el populismo termina perjudicando al que menos tiene”.
Efecto de la pandemia
Dentro del análisis de los efectos de la pandemia sobre la economía, Macchi mencionó que al declararse la cuarentena sanitaria el sector financiero reaccionó de inmediato y tomó medidas como la suspensión de los pagos de tarjetas de créditos.
Reconoció los procedimientos acertados del Banco Central que bajó la tasa de interés y otorgó medidas de liquidez que los bancos requieren en momentos de incertidumbres.
Las autoridades financieras también desempolvaron una ley que hace 20 años estaba en los armarios y pusieron en marcha, la del Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy), especialmente para sostener a las Pequeñas y Medianas Empresas
Entre estas y otras medidas tomadas por las autoridades a más de la ventaja del Paraguay, que sustenta principalmente su economía sobre la producción agrícola y ganadera hará posible que el país cierre el año mejor de lo pronosticado.
Al respecto, el vicepresidente de la Asoban confirma que el déficit fiscal va cerrar por debajo de lo esperado aunque expresa su preocupación por el nivel de la deuda externa de Paraguay porque considera alto “y esto lo vienen advirtiendo los economistas así como el sector empresarial” y agrega que “Paraguay necesita el ritmo de inversiones que hemos mantenido y que en esta coyuntura fue sustituida por la inversión pública”.
Reitera su confianza que el próximo año el sector productivo tenga un repunte y pueda sostener la reactivación económica. «Vamos a depender del sector agropecuario, pero también vamos a depender de la evolución de la pandemia porque todavía estamos en proceso de incertidumbre».
Con relación al gremio al que pertenece, al de los banqueros, Macchi sostiene que se hicieron los ajustes para acompañar las leyes sanitarias y proteger la salud de la clientela “la cuarentena nos encontró con todas las plataformas disponibles y no hemos tenido inconvenientes; se colaboró con la menor movilización de la gente mediante los call center y los servicios digitales.
En suma, el vicepresidente de Asoban asegura que desde el sector “hemos cedido muchas cosas al gobierno y tiene que estar a la altura de esa confianza que la ciudadanía le ha dado también, porque hay mucha sensibilidad en el ambiente y esperamos que la gente no empiece a revelarse como ha ocurrido en otros países cuando no se siente comprendida y atendidas en sus necesidades”, aseveró.
El protagonismo del Estado en la economía
Macchi Salim considera que el Estado sigue con la misma estructura pesada de hace décadas “y lastimosamente tenemos unos retrasos increíbles en el transporte urbano, agua, desagüe, energía eléctrica, podemos seguir enumerando los retrasos que tenemos, hay servicio que se cobran, pero no se prestan y servicio que se prestan de mala manera”.
A todo lo señalado se suma el sobre costo que tiene las operaciones del comercio internacional a causa de la ineficiencia del Estado “empezando por el dragado y mantenimiento del río y si bien tenemos la flota más grande en término de barcaza y transporte por el río y el gran avance en puertos y transporte fluvial, así como la construcción de buques y barcazas, pero por otro lado, tenemos una Administración Nacional de Navegación y Puertos que es de terror porque no contribuyen absolutamente en nada”, se quejó.
El subsidio
Para el vicepresidente de la Asoban, la política de asistencialismo que realiza el Gobierno no es sostenible “la ayuda que se le da a la gente es una práctica que da en varios países, pero no es sostenible y menos en países en desarrollo como el Paraguay, se entiende que las ayudas son temporales, pero no hay forma para que estas medidas sean permanentes porque alguien tiene que pagar, ya sea con más impuestos; es decir va a pagar el que trabaja”.
Menciona como ejemplo el caso de la Argentina, donde muchos beneficiarios del Estado prefieren no firmar un contrato de trabajo para no perder la asistencia “son cuestiones que hay que tener mucho cuidado no hay otra forma de salir de la pobreza que con el trabajo; el subsidio no le va a sacar adelante a nadie, pero también tenemos que asegurar la educación, la salud, y la igualdad de oportunidades”, señaló.
La política energética
Un tema obligado durante el diálogo es la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipu que el gobierno todavía realiza en forma sigilosa. Para Macchi “Paraguay no tiene otro camino que la de utilizar la energía que le corresponde y Brasil, en ese sentido, ya plantó una posición y es que la energía tenga el menor costo posible; por lo tanto, otra vez lo que no consume el Paraguay, Brasil se llevará y usará al menor costo”.
Para el vice titular del gremio bancario, a más de las desventajas de Paraguay en su negociación con el Brasil tiene un sistema de distribución y comercialización de la electricidad concentrado en un sistema estatal y de monopolio “si pensamos que ese es el modelo estamos equivocado, el modelo es una buena regulación y una competencia en el mercado, tiene que seguir invirtiendo por la energía, hay que mirar un poco como va en el mundo y cómo se estructura y traer jugadores importante en ese sistema”, sugiere al abordar la necesidad de la apertura del mercado eléctrico, un tema que lleva décadas de análisis y debates sin llegar a ninguna decisión que favorezca a los usuarios.
En base a su experiencia también requerimos su opinión sobre la responsabilidad social de las empresas.
A su criterio existen etapas que cumplir como la responsabilidad ciudadana de asumir deberes y derechos; es decir, cumplir las leyes. Para el empresario es el primer paso de una responsabilidad y anota como déficit la falta de cumplimiento de las leyes “porque hay grupo que no cumple la ley y otro que sí, entonces hay una competencia desleal, esto es en general para toda la ciudadanía no solamente para el sector empresarial”, aclara. Esa deficiencia otra vez lleva a la falta de capacidad del Estado de hacer cumplir la ley “quizás porque no tenga las herramientas, tecnologías, estructuras, o diversos motivos”.
Finalmente, aboga por el surgimiento de nuevos líderes en todos los ámbitos para renovar la esperanza y el compromiso de construir un Paraguay digno de sus ciudadanos.