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Ford y Renault sellan alianza estratégica para desarrollar vehículos eléctricos asequibles y reforzar su competitividad ante la presión china en Europa

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La industria automotriz europea experimenta una reconfiguración de sus estrategias de producción y desarrollo ante la creciente competencia asiática. Ford Motor Co. y Renault SA han anunciado una alianza estratégica que contempla el desarrollo conjunto de vehículos eléctricos de bajo coste y la exploración de sinergias en el segmento de vehículos comerciales ligeros, en un esfuerzo por recuperar terreno frente a los fabricantes chinos que avanzan en el mercado continental con modelos más económicos.

Dos modelos eléctricos compartirán plataforma francesa con llegada en 2028

El núcleo de esta colaboración contempla el desarrollo de dos vehículos eléctricos de pasajeros bajo la marca Ford, basados en la plataforma Ampere de Renault Group. Los modelos serán producidos en las instalaciones de ElectriCity, el ecosistema de fabricación de vehículos eléctricos del grupo francés ubicado en el norte de Francia. El primero de estos vehículos tiene prevista su comercialización a principios de 2028.

Aunque aprovechan la arquitectura técnica de Renault, Ford mantendrá el control sobre el diseño y las características dinámicas de conducción de ambos modelos, garantizando que conserven el ADN característico de la marca estadounidense. Esta estrategia replica el modelo de colaboración que Ford estableció anteriormente con Volkswagen, del cual surgieron el Ford Explorer y el Ford Capri eléctricos basados en la plataforma MEB.

La elección de la plataforma AmpR-Small de Renault no es casual. Esta arquitectura da vida al exitoso Renault 5, que se comercializa por aproximadamente 25.000 euros, y será la base del próximo Renault Twingo eléctrico, cuyo precio se situará por debajo de los 20.000 euros. Ford busca posicionarse en este segmento de vehículos eléctricos asequibles, un nicho que hasta ahora había sido dominado por los fabricantes asiáticos.

La respuesta europea ante la ofensiva china de vehículos económicos

La alianza entre Ford y Renault debe interpretarse en el contexto de una presión competitiva sin precedentes. Fabricantes chinos como BYD Co. han logrado expandirse rápidamente en Europa ofreciendo modelos eléctricos e híbridos a precios significativamente inferiores a los de la competencia local. Esta situación ha obligado a los fabricantes europeos y estadounidenses a replantear sus estrategias de costes y producción.

Jim Farley, presidente y consejero delegado de Ford Motor Company, fue explícito sobre la realidad del sector: «La realidad del negocio del automóvil es que se necesita capital y que hay que ser competitivo en costes. Estos son solo bloques de construcción para hacer un negocio de éxito en Europa». El ejecutivo también advirtió sobre «una avalancha de importaciones de vehículos eléctricos subvencionados por el Estado procedentes de China, diseñados estructuralmente para subcotizar la mano de obra y la fabricación europeas».

Esta amenaza competitiva ha provocado que otros actores del sector adopten estrategias similares. Stellantis NV incrementó la producción del Citroën C3 debido a la alta demanda del modelo urbano asequible, mientras que Volkswagen prepara vehículos eléctricos económicos, incluyendo el ID. Polo, con un precio esperado inferior a 25.000 euros.

Renault, por su parte, ha aprovechado su centro de investigación y desarrollo en Shanghai para acelerar el desarrollo del Twingo eléctrico, una estrategia que ilustra cómo los fabricantes europeos están recurriendo a la experiencia tecnológica china para avanzar más rápidamente y a menor coste.

Ford reduce su huella industrial en Europa mientras redefine su presencia

Para Ford, esta alianza significa una continuación de su estrategia de reducción de capacidad productiva propia en Europa, una región que históricamente ha registrado resultados financieros inferiores a su brazo norteamericano. La compañía ya ha cesado la fabricación en su planta de Saarlouis, Alemania, y está reduciendo drásticamente las operaciones en su fábrica de Colonia.

En Colonia, donde actualmente Ford produce vehículos eléctricos basados en la plataforma de Volkswagen, la empresa está despidiendo a cientos de trabajadores y planea pasar de dos líneas de producción a una sola a partir de 2026. Esta reducción de capacidad refleja una transformación más profunda en el modelo de negocio de Ford en Europa.

Farley fue claro sobre el cambio estratégico: «No será un fabricante de línea completa, como lo ha sido en el pasado, sino que se centrará en categorías de vehículos en las que cree que tiene una ventaja competitiva. Seleccionaremos con mucho cuidado dónde competimos». Esta nueva orientación busca optimizar recursos y concentrarse en segmentos donde la marca pueda diferenciarse.

El ejecutivo enmarcó esta alianza dentro de una «nueva ofensiva de productos» en Europa, sugiriendo que los dos modelos desarrollados con Renault son solo el inicio de una serie de lanzamientos planificados para los próximos años. Según Farley, como empresa estadounidense, Ford ve a Europa como «la vanguardia en la transformación global de nuestra industria», donde las decisiones sobre innovación, asociaciones e inversiones «escribirán el manual para la próxima generación».

Exploración de sinergias en vehículos comerciales ligeros

Más allá de los vehículos eléctricos de pasajeros, Ford y Renault han firmado una carta de intención para explorar la colaboración en el desarrollo y fabricación conjunta de vehículos comerciales ligeros bajo ambas marcas. Este segmento resulta estratégico para ambos fabricantes, que cuentan con décadas de experiencia y una presencia consolidada en el mercado europeo.

François Provost, consejero delegado de Renault Group, subrayó la importancia de esta cooperación: «No hay más remedio que compartir recursos», añadiendo que el mercado europeo de vehículos comerciales ligeros es «fundamental» para ambos socios. La intención es aprovechar plataformas comunes para impulsar la escala industrial y mejorar la eficiencia de costes.

Esta colaboración en vehículos comerciales complementa la fortaleza existente de Ford Pro, la división de vehículos comerciales de la compañía estadounidense, que ha sido uno de los segmentos más rentables de Ford en Europa. La posibilidad de compartir desarrollo y producción con Renault permitiría distribuir las inversiones necesarias y acelerar la introducción de nuevas tecnologías, particularmente en versiones eléctricas e híbridas.

El contexto regulatorio europeo y el replanteo de los plazos de electrificación

La alianza se produce en un momento de incertidumbre regulatoria en Europa. Tras intensas presiones de la industria automotriz, la Unión Europea podría reconsiderar su prohibición de facto de la venta de vehículos con motor de combustión prevista para 2035. Se espera una actualización de Bruselas sobre esta cuestión para finales de diciembre de 2025.

Los fabricantes argumentan que la adopción de vehículos eléctricos ha sido más lenta de lo anticipado debido a la insuficiente infraestructura de recarga y a unos precios que resultaron prohibitivos para amplios segmentos del mercado. Farley criticó directamente la estrategia regulatoria europea: «El enfoque de la regulación —oblígalo y lo comprarán— ha fracasado».

Esta situación ha obligado a los fabricantes a corregir sus estrategias iniciales, que apostaban por vehículos eléctricos premium con márgenes elevados, para orientarse hacia modelos más asequibles capaces de competir con las ofertas chinas. El mercado ha demostrado que existe demanda para vehículos eléctricos, pero dentro de rangos de precio más ajustados.

Ford ha anunciado que el próximo capítulo de su presencia en Europa incluirá la introducción de nuevos turismos y vehículos comerciales multi-energía y asequibles, diseñados para «apoyar la elección del cliente en su viaje hacia la electrificación». Esta formulación sugiere que la compañía mantendrá opciones de motorización tradicional o híbrida junto a los modelos completamente eléctricos.

Una alianza que combina capacidades industriales con experiencia tecnológica

Desde una perspectiva estratégica, la colaboración entre Ford y Renault representa un reconocimiento de que ningún fabricante puede afrontar en solitario los desafíos de la transición eléctrica manteniendo competitividad en costes. Provost destacó que la asociación «muestra la fuerza de nuestro conocimiento y competitividad en Europa» y permitirá a ambas compañías ser «más innovadoras y más rápidas en un mercado automotriz europeo que cambia rápidamente».

La alianza combina las capacidades de ingeniería y diseño de Ford con la escala industrial y los activos de vehículos eléctricos de Renault Group en Europa. El acceso de Ford a la plataforma Ampere y a las instalaciones de producción de ElectriCity le permite acelerar su oferta eléctrica sin las inversiones masivas que requeriría desarrollar una arquitectura propia para el segmento de entrada.

Para Renault, la colaboración asegura volumen adicional para sus plataformas y plantas, mejorando la utilización de capacidad y permitiendo economías de escala que benefician a ambos socios. La compañía francesa ha invertido significativamente en su ecosistema de vehículos eléctricos y puede ahora rentabilizar estas inversiones suministrando a un fabricante global como Ford.

La estrategia de Ford en Europa se articula ahora sobre tres pilares: fortalecer su exitosa división de vehículos comerciales Ford Pro, expandir la gama de turismos con nuevos modelos distintivos mediante alianzas, y optimizar su sistema industrial para impulsar la escala y la eficiencia de costes. Esta alianza con Renault se enmarca directamente en el segundo y tercer pilar de esta estrategia.

El anuncio marca un punto de inflexión en la forma en que los fabricantes tradicionales abordan la competencia con los nuevos actores asiáticos. Frente a la tentación proteccionista, Ford y Renault han optado por una estrategia de colaboración que busca igualar las ventajas de coste de la competencia china mediante sinergias industriales y tecnológicas. El éxito de esta apuesta se medirá en 2028, cuando el primer fruto de esta alianza llegue a los concesionarios europeos.