Fabricante automotriz enfrenta serias dificultades ante nuevas políticas comerciales
El gigante automotriz Ford Motor Co. ha anunciado la suspensión de su orientación financiera para todo el año fiscal 2025, citando como principal causa el impacto de los aranceles implementados por la administración del presidente Donald Trump sobre automóviles y autopartes importados. La compañía estima que estas medidas comerciales reducirán sus ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos en aproximadamente US$1.500 millones netos, un golpe significativo para sus operaciones.
Desplome de beneficios y ajustes estratégicos
Los resultados del primer trimestre ya muestran señales preocupantes para Ford, con un desplome del 64,6% en sus beneficios netos, alcanzando apenas los US$471 millones. Este declive drástico se produce en un contexto donde la empresa enfrenta múltiples desafíos, incluyendo mayores costos de garantía y gastos asociados con el lanzamiento de versiones rediseñadas de sus grandes SUV Expedition y Lincoln Navigator.
La directora financiera, Sherry House, reveló que el impacto total de los aranceles para la compañía ascendería a aproximadamente US$2.500 millones, de los cuales espera compensar US$1.000 millones mediante medidas estratégicas como el uso de transporte aduanero para proteger las piezas de los gravámenes al cruzar fronteras internacionales.
Siete factores para la retirada del pronóstico financiero
Ford ha identificado siete factores determinantes para retirar su pronóstico anterior de hasta US$8.500 millones en Ebit ajustado este año:
- Posible interrupción de la cadena de suministro en toda la industria vinculada a los aranceles
- Riesgo de que los gravámenes aumenten en el futuro
- Aumento de costos de garantía y otros gastos operativos
- Pérdidas en la división de vehículos eléctricos
- Costos asociados al lanzamiento de nuevos modelos
- Caída en las ventas de vehículos en EE.UU.
- Incertidumbre en la política comercial global
La empresa planea proporcionar una perspectiva actualizada cuando presente sus resultados del segundo trimestre.
Impacto en el mercado y reacción de los inversores
Las acciones de Ford cayeron un 2,8% en las operaciones posteriores al cierre del mercado tras el anuncio. Hasta ese momento, la acción había subido alrededor de un 3,8% este año, superando la caída del 3,3% del índice S&P 500, pero los nuevos datos generan preocupación entre los inversores sobre la estabilidad futura de la compañía.
Ford frente a la competencia: menor exposición pero igual preocupación
A pesar de que Ford produce el 80% de los vehículos que vende en Estados Unidos, lo que le otorga una menor exposición arancelaria comparada con sus competidores de Detroit, la compañía no escapa al impacto de las nuevas políticas comerciales. General Motors Co. ha recortado recientemente sus previsiones de beneficios para el año y anunció que su exposición arancelaria ascendía a US$5.000 millones, llegando incluso a recortar puestos de trabajo y producción en una planta canadiense para trasladar la fabricación a Indiana.
Desempeño por divisiones: luces y sombras
El análisis por unidades de negocio revela un panorama mixto:
- Ford Blue (vehículos tradicionales con motor de combustión e híbridos): Las ganancias antes de intereses e impuestos se desplomaron a US$96 millones desde los US$901 millones del año anterior. A pesar de ser una caída significativa, superó las expectativas del mercado que pronosticaban pérdidas de US$288 millones.
- Ford Pro (vehículos comerciales): Mantuvo su rentabilidad con ganancias de US$1.300 millones, en línea con las expectativas de los analistas.
- Model E (vehículos eléctricos): Registró pérdidas de US$849 millones, aunque menores al déficit de US$1.400 millones pronosticado. Las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 11,5%, pero solo representan el 4,5% de las entregas totales.
Aumento de precios como respuesta inmediata
Como medida para contrarrestar los efectos de los aranceles, Ford ha implementado aumentos de precios en tres de sus modelos fabricados en México:
- Mustang Mach-E eléctrico: hasta US$2.000
- SUV compacto Bronco Sport: hasta US$1.200
- Camioneta Maverick: hasta US$1.150
Estos incrementos entraron en vigor el 2 de mayo, a pesar de que el CEO Jim Farley había declarado previamente que esperaría a ver cómo reaccionaban los competidores antes de tomar decisiones sobre precios.
Excepciones y modificaciones arancelarias
La administración Trump ha realizado algunas modificaciones en su política arancelaria como respuesta a las preocupaciones de la industria. La Casa Blanca eximió a las importaciones sujetas a los aranceles automotrices del pago de gravámenes adicionales sobre otros productos como acero y aluminio, y aplicará gradualmente los aranceles sobre autopartes durante dos años para dar tiempo a las empresas a trasladar la producción a Estados Unidos.
Adicionalmente, se estableció un descuento anual del 3,75% sobre el precio de venta de vehículos ensamblados en el país para el primer año, y del 2,5% para el segundo, como medida para mitigar el impacto durante la transición.
La visión de Farley: compromiso con la producción nacional
Jim Farley, presidente y CEO de Ford, ha destacado el compromiso de la empresa con la fabricación en territorio estadounidense: «Seguiremos trabajando estrechamente con la administración para apoyar la visión del presidente de una industria automotriz próspera y en crecimiento en Estados Unidos.»
El ejecutivo también lanzó un desafío a la competencia: «Si cada empresa que vende vehículos en Estados Unidos igualara la tasa de fabricación estadounidense de Ford, se ensamblarían 4 millones de vehículos más en Estados Unidos cada año.»
Perspectivas inciertas para la industria automotriz
El impacto a largo plazo de los aranceles en la economía estadounidense y las ventas de automóviles sigue siendo incierto. La mayoría de los economistas coinciden en que los aranceles, que podrían afectar a la mayoría de las importaciones, elevarán los precios y frenarán el crecimiento económico, lo que potencialmente perjudicaría las ventas de automóviles a pesar de las medidas de alivio que pretende ofrecer la administración.
La industria automotriz en su conjunto se encuentra en un momento crucial, navegando entre los desafíos de la transformación hacia la movilidad eléctrica, las presiones inflacionarias y ahora, un entorno comercial proteccionista que amenaza con reconfigurer las cadenas de suministro globales y los modelos de negocio establecidos.