Los precios del petróleo experimentaron una fuerte caída el jueves, con los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) descendiendo 2.28 dólares (3.7%) hasta cerrar en 60.07 dólares por barril. Por su parte, el Brent retrocedió 2.15 dólares (3.3%), situándose en 63.33 dólares. Esta baja borró completamente el repunte de la sesión anterior, cuando ambos contratos habían ganado más de 2 dólares tras el anuncio de una pausa en los aranceles contra varios socios comerciales.

La mezcla mexicana de exportación no fue inmune a esta tendencia, retrocediendo un 2.60% hasta los 57.04 dólares por barril.

El mercado petrolero está procesando el impacto de las medidas arancelarias impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump contra China, elevando los gravámenes al 145%, según informó la Casa Blanca. Como respuesta, China ha anunciado un incremento de sus aranceles sobre productos estadounidenses hasta el 125%, escalando significativamente las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.

Henry Hoffman, cogestor del Catalyst Energy Infrastructure Fund, advirtió que «si estas disputas comerciales se prolongan mucho más, es probable que la economía mundial sufra importantes daños económicos», reflejando la preocupación generalizada en el sector.

Reservas y perspectivas alcistas limitan el repunte petrolero

Las reservas de crudo estadounidenses aumentaron en 2.6 millones de barriles la semana pasada, casi duplicando las previsiones de los analistas que anticipaban un incremento de 1.4 millones. Este aumento en los inventarios presiona aún más los precios, con analistas de Macquarie pronosticando otra acumulación para la presente semana.

La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) ha rebajado sus previsiones de crecimiento económico mundial y ha advertido que los nuevos aranceles podrían seguir presionando a la baja los precios del petróleo. Asimismo, recortó sus estimaciones de demanda de crudo tanto para Estados Unidos como a nivel mundial para 2024 y 2025.

Según la consultora Ritterbusch and Associates, el aumento de los aranceles contra China probablemente provocará una reducción de las importaciones chinas de crudo estadounidense, lo que incrementaría los niveles de almacenamiento en Estados Unidos. Los datos ya confirman esta tendencia: las exportaciones estadounidenses de crudo a China cayeron a 112,000 barriles por día (bpd) en marzo, una disminución significativa desde los 190,000 bpd del año anterior.

La tendencia bajista se consolida para el petróleo

El viernes, aunque los precios operaban con ligeras ganancias del 0.6% para el Brent y 0.63% para el WTI, ambos referentes se encaminaban hacia su segunda pérdida semanal consecutiva. El Brent se preparaba para registrar un descenso semanal de casi el 3%, mientras que el WTI apuntaba a una caída del 2.5%, tras haber perdido ambos cerca del 11% la semana anterior.

Giovanni Staunovo, analista de UBS, señaló que «las represalias de China, con mayores aranceles estadounidenses, han pesado en la confianza del mercado y arrastrado a la baja los precios del petróleo». Por su parte, Tamas Varga, analista de PVM, describió la situación como «un mercado impulsado por los aranceles, influido por la pérdida de confianza en una formulación de políticas transparente y sucinta».

Los analistas anticipan que las tensiones comerciales entre Washington y Pekín podrían reducir los volúmenes de comercio global, interrumpir las rutas comerciales y lastrar el crecimiento económico mundial, lo que inevitablemente reduciría la demanda petrolera.

El cobre se recupera pero enfrenta incertidumbre ante la guerra comercial

En medio de una semana de alta volatilidad, el cobre logró avanzar un 1.7% en la Bolsa de Metales de Londres (LME), alcanzando los 9,135.5 dólares por tonelada. El metal rojo acumulaba un alza del 4% en la semana, recuperándose parcialmente del mínimo de varios meses de 8,105 dólares que tocó el lunes, cuando los temores de una recesión global se intensificaron ante el agravamiento del conflicto comercial.

La escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China genera gran preocupación para el mercado del cobre, considerando que China es el principal consumidor mundial de este metal esencial para la industria de la construcción y la energía. Los nuevos aranceles del 145% impuestos por Trump a los productos chinos y la respuesta de Pekín elevando los gravámenes a los productos estadounidenses hasta el 125% amenazan con impactar severamente las cadenas de suministro globales.

A pesar de este panorama desafiante, el gigante chileno del cobre Codelco informó que está observando una fuerte demanda del metal por parte de China durante este trimestre, lo que ha contribuido a sostener temporalmente los precios.

La transición energética y los desafíos de inversión en cobre

La industria del cobre enfrenta un dilema significativo: la combinación de la guerra comercial y la volatilidad en los mercados financieros está empañando las perspectivas de crecimiento global, lo que podría desincentivar las decisiones de inversión en nuevos proyectos mineros. Según estimaciones de CRU Group, la industria necesita producir 7.5 millones de toneladas métricas adicionales de cobre durante los próximos 10 años en proyectos que aún no han sido aprobados, para satisfacer la demanda impulsada por la transición energética, las reformas de la red eléctrica y el previsto auge de los centros de datos.

Una fuente anónima de la industria señaló a BNamericas que la situación actual «daña la confianza de los consumidores y de los inversionistas y eso impacta en el consumo bruto, lo cual abre el espacio hacia abajo para el precio». La misma fuente anticipa que el metal rojo podría mantenerse entre 8,000 y 8,500 dólares por tonelada este año, lo que proporcionaría cierto alivio a China, aunque su economía permanecerá frágil ante los nuevos aranceles.

Goldman Sachs ha rebajado su pronóstico de crecimiento para China de 4.5% a 4.0% para 2025, señalando que, incluso con los esfuerzos de Pekín para mitigar las disrupciones comerciales, es poco probable que estas políticas compensen completamente el impacto negativo de los aranceles.

El oro brilla con intensidad alcanzando nuevos máximos históricos

En marcado contraste con los mercados de petróleo y cobre, el oro ha experimentado un repunte espectacular, ganando casi un 2% el viernes y superando la marca clave de los 3,200 dólares la onza. El metal precioso alcanzó un máximo histórico de 3,237.56 dólares en la sesión, acumulando un avance de más del 6% en la semana.

Alexander Zumpfe, analista de Heraeus Metals Germany, explicó el fenómeno: «Los riesgos de recesión aumentan, el rendimiento de los bonos se dispara y el dólar sigue debilitándose, factores todos ellos que refuerzan el papel del oro como cobertura contra la crisis y escudo contra la inflación».

La caída del dólar ha sido un factor clave en el repunte del oro, ya que un billete verde más débil abarata el precio del lingote para los compradores extranjeros. El metal dorado ha continuado su fulgurante escalada del año pasado, ganando casi un 21% en lo que va de 2025, impulsado por la incertidumbre geopolítica, la fuerte demanda de los bancos centrales y el aumento de los flujos hacia fondos cotizados en bolsa respaldados por oro.

Otros metales preciosos también experimentaron ganancias, con la plata al contado subiendo un 0.8% hasta los 31.46 dólares la onza, el platino avanzando un 0.3% a 940.45 dólares, y el paladio incrementándose un 2.05% hasta los 927.29 dólares.

La escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China está reconfigurando el panorama de los mercados de materias primas, con los inversores buscando refugio en el oro mientras evalúan cuidadosamente el impacto potencial en la demanda de petróleo y cobre ante el riesgo de una desaceleración económica global.