Luego de 15 años de vigencia de la Ley N° 2448/04 de artesanía, los trabajadores ya no están exentos del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y otros tributos indirectos, como resultado de la reforma fiscal.
Este aspecto y su implicancia fue uno de los puntos que más se consultó en el taller de la nueva normativa y su impacto en las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), desarrollado ayer en el Ministerio de Industria y Comercio.
Elizabeth Franco, representante de una asociación de artesanos, señaló que el espíritu del beneficio era facilitar los mecanismos de negocio de los artesanos, considerando además que incluye a los indígenas. “Agrupamos a los artesanos para abaratar costos y potenciar las ventas. Ahora con el hecho de que seamos organizados implicará más impuestos”, expresó, puesto que los grupos organizados se clasifican como Renta Empresarial (IRE) general.
Agregó que para acogerse a facilidades del IRE Simple y Resimple, los artesanos deberán trabajar solos, ya que el pago de tributos se establece conforme al volumen de ventas registradas. “Algunos venden al mes por un millón, al año son doce millones”, citó para añadir que el tope del sistema Resimple es de G. 20 millones anual.
Por su parte, la titular del Instituto Paraguayo de Artesanía, Adriana Ortiz, indicó que ese punto de la reforma fiscal sorprendió al sector y que hubo una bajada de línea de “formalizar a todas las unidades de negocios”, incluyendo a los pequeños, como chiperas y yuyeras.
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