El gobierno chino ha detenido las importaciones de soja procedentes de cinco plantas procesadoras brasileñas pertenecientes a grandes corporaciones agrícolas globales, tras detectar problemas sanitarios en los envíos. La medida afecta a instalaciones operadas por Cargill Inc, Louis Dreyfus Co, CHS Agronegócios y Tres Tentos Agroindustrial SA, en un contexto marcado por la intensificación de las compras chinas de soja estadounidense.

Contaminación con trigo tratado motiva las restricciones

Inspectores chinos identificaron granos de trigo tratados con pesticidas mezclados en los cargamentos de soja brasileña, lo que provocó el rechazo de 69.000 toneladas métricas del grano oleaginoso. Las suspensiones afectan concretamente a dos unidades de Cargill Inc, además de plantas controladas por Louis Dreyfus Co, CHS Agronegócios y Tres Tentos Agroindustrial SA.

El Ministerio de Agricultura de Brasil confirmó que cinco instalaciones enfrentan restricciones del total de más de 2.000 entidades registradas para exportar a China. Las empresas afectadas no emitieron comentarios inmediatos sobre el caso, con excepción de Tres Tentos, que declinó pronunciarse al respecto.

Impacto limitado en las relaciones comerciales bilaterales

A pesar de las suspensiones, el Ministerio de Agricultura brasileño enfatizó que mantiene «una relación sólida y estratégica con China». Las autoridades brasileñas señalaron que el país exportará más de 100 millones de toneladas de soja a su principal socio comercial agrícola durante este año.

«Cuando se le notifica cualquier posible incumplimiento, el gobierno brasileño lleva a cabo evaluaciones con transparencia, responsabilidad y agilidad», indicó la cartera agrícola. El ministerio destacó que el caso está siendo tratado con «máxima prioridad».

La medida restrictiva afecta únicamente a unidades específicas, permitiendo que los comerciantes continúen realizando envíos a China desde otros sitios registrados. Operadores con cargamentos afectados evalúan alternativas para gestionar las cargas en tránsito, incluyendo la posibilidad de revenderlas a destinos alternativos.

Precedentes de contaminación y resolución de conflictos

Problemas similares de contaminación surgieron anteriormente en cargamentos de soja brasileña destinados a China durante el año en curso. Sin embargo, las restricciones correspondientes fueron revisadas posteriormente, lo que sugiere un patrón de resolución pragmática en estas disputas sanitarias.

China intensifica compras de soja estadounidense

Paralelamente a las restricciones impuestas a Brasil, China ha incrementado significativamente sus adquisiciones de soja estadounidense. El gigante asiático compró al menos 10 cargamentos de soja estadounidense por un valor aproximado de 300 millones de dólares en contratos firmados desde el martes, según operadores familiarizados con los acuerdos.

Las compras se materializaron un día después de la conversación telefónica entre los presidentes de Estados Unidos y China. Donald Trump calificó las relaciones con China como «extremadamente sólidas» tras dialogar con Xi Jinping el lunes, señalando que presionó al líder chino para acelerar y aumentar las compras de productos estadounidenses.

Volúmenes y condiciones comerciales

Un comerciante estimó que China adquirió aproximadamente 12 cargamentos, mientras otro calculó el volumen entre 10 y 15 embarques. Cada cargamento contiene entre 60.000 y 65.000 toneladas métricas, programados para ser embarcados en enero desde terminales de la costa del Golfo de México y puertos del Pacífico estadounidense.

Las adquisiciones se producen a pesar de que la soja estadounidense mantiene precios superiores a los suministros brasileños. China pagó alrededor de 2,3 dólares por bushel por encima del contrato de futuros de enero de Chicago por los envíos desde las terminales del Golfo, y una prima de 2,2 dólares por bushel desde los puertos del Pacífico, superando significativamente los precios de la soja brasileña, que se sitúan alrededor de 1,8 dólares por bushel sobre los futuros de enero.

Cuestionamientos sobre la viabilidad económica

«Los compradores comerciales seguirán evitando las importaciones de soja estadounidense, ya que los precios siguen siendo más altos que los de la soja brasileña. A estos niveles, los márgenes de trituración no son financieramente viables», advirtió Johnny Xiang, fundador de AgRadar Consulting con sede en Pekín.

Contexto de la tregua comercial

China había evitado en gran medida la soja estadounidense durante meses en medio de un tenso enfrentamiento comercial entre Washington y Pekín. El incremento en las compras chinas se produjo tras las conversaciones entre los líderes de ambos países a finales de octubre en Corea del Sur.

El comprador estatal de grano COFCO ha liderado las adquisiciones, reservando casi 2 millones de toneladas de soja estadounidense desde finales de octubre, según datos del Departamento de Agricultura estadounidense. No obstante, estos acuerdos permanecen muy por debajo de los 12 millones de toneladas anunciados por la Casa Blanca.

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, declaró el martes que las compras chinas de soja van «justo según lo previsto», citando un acuerdo para que Pekín adquiera 87,5 millones de toneladas del producto estadounidense durante los próximos tres años y medio.

Reconfiguración estratégica del mercado

La suspensión de plantas brasileñas ocurre cuando China continúa comprando soja de Brasil, aunque ha reanudado la adquisición de soja estadounidense tras la tardía tregua comercial. China se ha abastecido masivamente de soja brasileña este año debido a preocupaciones sobre una posible escasez de suministros durante la guerra comercial con Estados Unidos, su segundo mayor proveedor.

La situación refleja la complejidad del mercado global de soja, donde consideraciones sanitarias, diplomáticas y económicas se entrelazan para determinar los flujos comerciales entre los principales productores y el mayor consumidor mundial del grano oleaginoso.