La ciudad y la provincia de Buenos Aires regresaron desde el 1 de julio y hasta el 17 de julio a un aislamiento más severo ante el aumento de casos del nuevo coronavirus registrados en la zona.
«La ciudad puso en marcha las nuevas medidas para la nueva etapa de la cuarentena», señaló el gobierno de la ciudad en un comunicado. Desde la medianoche de este 1 de julio sólo pueden abrir sus puertas los comercios esenciales, como farmacias y centros de alimentación, además de los bancos.
Agrega el comunicado que se permitirá también el retiro y el envío a domicilio de los locales gastronómicos.
«Hace dos semanas se detectó un aumento en el uso del transporte público que preocupó», explicó Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Informaron que, pese al aumento de los controles, todavía ingresan a la ciudad 885.000 personas por día, aunque lo habitual es que ingresen 3 millones de ciudadanos, la misma población que tiene la capital.
Las mismas restricciones se aplicarán en los 40 municipios adyacentes a la capital que están en provincia de Buenos Aires (este), en la jurisdicción de Chaco (norte), en el departamento rionegrino de General Roca (sur) y en el aglomerado urbano de la provincia de Neuquén (suroeste).
Sí se mantiene la autorización de que un adulto pasee a los niños los fines de semana un máximo de una hora y en un radio de 500 metros desde el domicilio.
El 93,6% de las infecciones que se detectan son de personas que residen en el área metropolitana de Buenos Aires. El 30 de junio se informó de 2.262 casos nuevos, en un país en donde un total de 64.530 personas contrajeron el COVID-19.