La compañía de Múnich reporta 1.700 millones de euros de ganancias mientras Mercedes, Porsche y Audi registran caídas significativas en un contexto de guerra de precios en China y transformación hacia la movilidad eléctrica.
Un rendimiento excepcional que sorprende al mercado
BMW ha demostrado una notable fortaleza financiera en el tercer trimestre del año, con un beneficio neto de 1.700 millones de euros, más del triple respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Esta cifra superó las expectativas de los analistas y contrastó marcadamente con el desempeño de sus principales competidores alemanes: Mercedes-Benz experimentó una caída del 70% en sus beneficios, Porsche registró pérdidas cercanas a los mil millones de euros, y Audi vio reducidas sus ganancias en un 25%, además de recortar sus previsiones.
El fabricante bávaro alcanzó un margen de beneficio del 5,2% en el negocio automovilístico durante los tres meses hasta septiembre, situándose dentro del rango de orientación del 5% al 6% que la empresa había establecido el mes anterior. Este resultado representa una mejora de 2,9 puntos porcentuales respecto al valor del año anterior, aunque la facturación experimentó un ligero descenso del 0,3%, situándose en 32.300 millones de euros.
La estrategia dual que marca la diferencia
El director financiero de BMW, Walter Mertl, atribuyó estos resultados a una reducción significativa en los gastos destinados al desarrollo de nuevos modelos y en las inversiones para nuevas plantas. A diferencia de sus competidores, BMW no ha modificado recientemente su estrategia y lleva años desarrollando y fabricando en paralelo motores de combustión y coches eléctricos, una decisión que ahora está dando sus frutos.
Mientras Mercedes, Porsche y Audi enfrentan costes considerablemente más altos debido a procesos de reducción de personal y deben invertir grandes sumas en el desarrollo de nuevos modelos de combustión, BMW ha superado el pico de inversiones en plantas y desarrollo. Mertl anticipó que la empresa gastará incluso menos en el último trimestre que en el mismo periodo del año anterior, consolidando así su ventaja competitiva.
El desafío chino y las perspectivas cautelosas
A pesar de estos resultados positivos, BMW enfrenta desafíos significativos en el mercado chino, donde, al igual que otros fabricantes occidentales, sufre las consecuencias de una guerra de precios y la debilidad de la demanda entre los clientes adinerados. Esta situación llevó a la compañía a recortar su previsión para el año en curso hace cuatro semanas.
El presidente de BMW, Oliver Zipse, adoptó un tono cauteloso respecto a la evolución del negocio en China, declarando que las ventas probablemente se mantendrán en el mismo nivel en 2025. «No veremos un rápido crecimiento en China», afirmó Zipse, reconociendo que las marcas locales chinas ahora representan dos tercios del mercado en el país asiático.
Sin embargo, los analistas de JP Morgan identificaron señales alentadoras: «Los primeros indicios de estabilización del negocio de BMW en China son lo que realmente importa», señalaron, destacando que esta tendencia podría tener potencial para impulsar positivamente a todo el sector automovilístico europeo.
La Nueva Clase: la apuesta por el futuro eléctrico
La esperanza de BMW está puesta en los coches eléctricos de la Nueva Clase (Neue Klasse), que saldrán al mercado a partir del próximo año y se espera que impulsen las ventas en China a partir de 2027. El primer modelo de esta gama será el iX3 eléctrico, que llegará a los concesionarios en pocas semanas y para el cual se construyó una planta propia en Debrecen, Hungría, con producción en serie prevista desde finales de octubre.
Las reacciones al vehículo han sido sumamente positivas, según Oliver Zipse. Los pedidos en Europa superan ampliamente las expectativas y la cartera de pedidos se extiende varios meses hasta 2026. Para Stephen Reitman, analista de Bernstein, BMW está al inicio de una profunda transformación con la Nueva Clase.
La gama eléctrica continuará expandiéndose en los años venideros con modelos como el i3, iX4 e iX5. Uno de los más esperados es el futuro i1, la versión eléctrica del actual Serie 1, que adoptará la estética Neue Klasse y podría alcanzar los 600 kilómetros de autonomía eléctrica, con potencias que podrían llegar a los 500 CV. Su lanzamiento podría materializarse a finales de 2027 o principios de 2028.
Bern Koerber, vicepresidente sénior de Gestión de Marca y Producto de BMW, confirmó que la renovación del Serie 1 seguirá incorporando versiones de combustión en su gama, manteniendo así la estrategia dual que ha demostrado ser exitosa para la compañía.
El impacto de los aranceles en la rentabilidad
El director financiero Mertl reveló que, sin los aranceles estadounidenses y los derechos de importación de la Unión Europea sobre coches eléctricos procedentes de China, el margen de beneficio en el negocio automovilístico habría sido 1,75 puntos porcentuales superior en el trimestre de verano. BMW debe pagar estos aranceles por los modelos eléctricos Mini fabricados en territorio chino, lo que representa un lastre significativo para sus márgenes de rentabilidad.
Reacción positiva de los mercados y perspectivas sectoriales
Los resultados de BMW fueron bien recibidos en la bolsa: las acciones subieron hasta un 2,6%, arrastrando al alza también los títulos de otros fabricantes de automóviles. Las acciones de Daimler Truck, Mercedes-Benz y Volkswagen subieron entre un 1,3% y un 2,8% en sus máximos. «BMW genera buen ánimo en el sector y arrastra a otros consigo», comentó un operador bursátil.
En el contexto más amplio del mercado europeo, las empresas del continente en conjunto presentan cifras mejores de lo esperado en esta temporada de resultados, aunque siguen rezagadas respecto a las estadounidenses. Según datos del proveedor financiero LSEG, los analistas se han vuelto más optimistas respecto a los beneficios de las compañías europeas en el tercer trimestre: ahora esperan un aumento medio del 4,3%, una mejora significativa respecto a la previsión del 0,4% de una semana antes.
La batalla por Hungría y el avance chino en Europa
BMW se convierte en la tercera gran marca automotriz alemana en establecer operaciones en Hungría, después de Audi y Mercedes-Benz, consolidando al país como un centro estratégico de producción para la industria alemana. Sin embargo, la competencia se intensifica con la llegada del fabricante chino de vehículos eléctricos BYD, que también se prepara para iniciar la producción en territorio húngaro.
Hans-Peter Kemser, presidente y director ejecutivo de BMW en Hungría, reconoció que «China constituye un desafío muy significativo» para los fabricantes de automóviles alemanes, señalando que los fabricantes chinos ya están expandiéndose en Europa. Michael Breme, director ejecutivo de la unidad húngara de Audi, destacó la importancia estratégica del mercado chino: «El mercado chino es simplemente demasiado importante para renunciar a él. Necesitamos encontrar nuevas estrategias en los mercados locales».
Los resultados de BMW en este trimestre no solo reflejan una gestión financiera sólida, sino también la efectividad de una estrategia de largo plazo que ha permitido a la compañía navegar con éxito la transición hacia la movilidad eléctrica sin sacrificar su rentabilidad inmediata, estableciendo un modelo a seguir en un sector en plena transformación.



