Desde principios de febrero de 2025, los precios de los panificados en Paraguay han experimentado un alza significativa, lo que ha afectado tanto a consumidores como a panaderos. Este incremento, que llega hasta un 50% en algunos casos, es el resultado de un aumento en los costos de insumos clave como la harina, los huevos y el queso Paraguay.

El incremento de materias primas: una causa común

El Centro de Propietarios de Panaderías informó que los precios de productos básicos como el huevo y el queso han subido considerablemente, pasando el huevo de G. 21.000 a G. 32.000 por plancha y el queso de G. 22.000 a G. 40.000. Estos aumentos en los costos de materias primas son un factor determinante para los reajustes en los precios de los productos finales.

Dificultades para las pequeñas panaderías: la brecha crece

Mientras que los grandes supermercados mantienen precios relativamente bajos en productos como el pan Felipe (G. 7.150 por kilo), las panaderías barriales se ven obligadas a venderlo a G. 12.000, reflejando una brecha significativa. La situación es aún más compleja para las pequeñas panaderías, que enfrentan dificultades debido al monopolio de la distribución de harina y azúcar. Esto limita su capacidad de negociación y eleva sus costos operativos.

Un desafío para el consumidor: menor acceso a productos básicos

El aumento en los precios no solo afecta a los comerciantes, sino también a los consumidores, quienes ahora deben afrontar precios más altos en productos básicos como pan, galletas y facturas. Para muchas familias de clase media y baja, la situación supone un ajuste en su presupuesto mensual, ya que el pan es un alimento esencial.

Perspectivas futuras: ¿aún hay posibilidades de mejora?

Si bien los panaderos esperan que los precios de las materias primas se estabilicen, no hay claridad sobre si los precios de los panificados disminuirán a corto plazo. De continuar la tendencia alcista de los insumos, es probable que el costo de los productos siga subiendo, lo que podría generar una caída en la demanda de productos básicos. Esto pone en alerta a las pequeñas panaderías, que temen que el aumento de precios afecte aún más su competitividad en el mercado.